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El Emérito recibió un ático en Londres de 62 millones tras abdicar comprado por la embajada de Omán

El Emérito recibió un ático en Londres de 62 millones tras abdicar comprado por la embajada de Omán

El rey Juan Carlos I recibió un ático en Londres con un valor de 62 millones de euros después de dejar el cargo de jefe de Estado y al menos 20 millones de euros desaparecieron en su venta. 

Una nueva operación polémica sitúa al rey emérito como intermediario en la venta de un ático de lujo de la capital de Reino Unido a una sociedad 'off shore' de las Islas Vírgenes tras abdicar, según informa 'El Confidencial'.

Asimismo, al menos 20 millones de euros desaparecieron en la transacción, de los que a día de hoy no hay rastro en ninguna de las dos fundaciones instrumentales vinculadas a Juan Carlos I conocidas hasta el momento.

El ático de la capital británica, valorado en 62 millones, se convertiría, supuestamente, en la nueva residencia del monarca tras abdicar y en el año 2014, el sultán de Omán lo adquirió y se lo cedió para disfrutar del inmueble por tiempo ilimitado y sin coste.

Fue la embajada del país asiático la que formalizó la compra del ático el 2 de julio del año 2014, tan solo dos semanas después de que Juan Carlos renunciara a su cargo como jefe del Estado.

Omán quería esa casa para tener un lugar estratégico en Londres y sus planes eran que, después de fallecer Juan Carlos, esta quedase en manos de su embajada

En ese momento, el acuerdo se cerró en 50 millones de libras, alrededor de 62,7 millones de euros, sin contar los impuestos.

En la escritura, aparece que el dinero fue desembolsado por el antiguo embajador de Omán en Reino Unido y, aunque el nombre del Emérito no aparece en los documentos, hay evidencias de que fue el verdadero destinatario del ático.

Ya no quería su 'regalo'

A mediados del año 2016, el Emérito se quejó de que Omán no se hiciera cargo de los gastos de comunidad y, unas semanas más tarde, informó al sultán de que ya no quería su 'regalo' y le trasladó que prefería vender el inmueble y quedarse con los 62 millones.

Omán quería esa casa para tener un lugar estratégico en Londres y sus planes eran que, después de fallecer Juan Carlos, esta quedase en manos de la embajada en el país británico.