La tensión se palpaba entre los miembros de la embarcación de la Guardia Civil que salió del Puerto de Barbate para enfrentarse a los narcos apostados en la zona por el temporal. Las cámaras GoPro de los agentes captaron desde el primer momento la dura intervención que tuvieron que realizar. Recibieron al menos siete embestidas violentas por parte de los delincuentes. Se dieron cuenta de que algo no iba bien y su vida estaba en peligro. "Quillo saca el arma, vienen a por nosotros. Dispara al aire", fueron los angustiosos gritos que realizaron los funcionarios momentos antes del asesinato de dos de sus compañeros, según el vídeo al que ha tenido acceso Vozpópuli.
Vozpópuli ha tenido acceso al vídeo que analizó la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil de Cádiz, que investiga los asesinatos de los agentes David y Miguel Ángel la noche del pasado 9 de febrero en Barbate. La grabación fue captada por la GoPro que se encontraba instalada en el casco de seguridad del cabo David A.C., que resultó herido grave tras la comisión de los hechos.
Este vídeo tiene una grabación total de 12 minutos y 30 segundos. Se inicia en el momento en el que la embarcación oficial se dirige navegando hasta el lugar donde se hallan las narcolanchas. Desde el primer acometimiento hasta que les pasaron por encima transcurre un total de 2 minutos y 41 segundos. Se producen al menos 7 embestidas, según el informe de los investigadores y refleja la intención de los delincuentes en matar a los funcionarios.
Los gritos del Puerto de Barbate: "Van a por nosotros"
Tras aproximarse a la zona donde se ubican las narcolanchas se aprecia cómo éstas "realizan pasadas a alta velocidad en torno a la embarcación policial, llegando a verse a luz de linterna una de las embarcaciones y su tripulación". "Siendo ésta embarcación de grandes dimensiones y propulsada con cuatro motores al mismo tiempo se aprecia como a larga distancia, posiblemente desde tierra, intentan deslumbrar la embarcación policial con un puntero láser de color azul", recoge el informe de la Guardia Civil.
En el minuto 2:20 de la grabación se refleja una embestida a los agentes que se muestran sorprendidos. En ese momento todo cambia. Los agentes al darse cuenta que son agredidos sacan las armas y la tensión se palpa. "Disparar, disparar, disparar coño, disparar al aire. Van a por nosotros. Quillo saca el arma. Sacar el arma coño. Que viene", llegaron a gritar los tripulantes del Instituto Armado.
A pesar de los disparos, los narcos "arremeten contra ellos con dureza una y otra vez". Después llega la embestida mortal. Esta parte del vídeo, que no es publicada por este medio por la dureza de las imágenes que contiene, es descrita de esta forma por los agentes de Homicidios: "La embarcación policial es golpeada con dureza por la parte de babor atravesándola pasando por encima para salir por estribor. Observando cómo el agente que se encontraba más próximo a la proa desaparece por el impacto, resultando ser el agente fallecido Miguel Ángel González". La grabación sobrecoge y demuestra que fue un asesinato violento y premeditado.
"Tened cuidado a ver si vuelven"
Después de ese momento la preocupación hace mella entre los componentes que intentan ayudar a los compañeros heridos. "Quillo, estoy perdiendo sangre. Tened cuidado ver si vienen otra vez", preguntaba uno de los agentes. Los funcionarios regresaron al puerto de Barbate donde fueron asistidos por el resto de agentes que se encontraban en la zona.
La investigación del doble asesinato de Barbate aún sigue quemando etapas y los agentes ahora se encargan de analizar el sistema GPS de las dos narcolanchas halladas la mañana siguiente y dos días después. De igual forma, Kiko El Cabra, el conductor de una de las embarcaciones, y seis de sus compinches siguen en prisión provisional investigados por estos hechos.
En este suceso, ocurrido la noche del 9 de febrero en Barbate murieron asesinados dos agentes de la Guardia Civil. El primero era David Pérez Carracedo, tenía 43 años y estaba destinado en el Grupo de Acción Rápida (GAR), cuya base se encuentra en la Comandancia de la Guardia Civil de Navarra. Tenía mujer y dos hijos de 9 y 7 años. El otro se llamaba Miguel Ángel González Gómez, tenía 39 años y pertenecía a los GEAS (Grupo Especial de Actividades Subacuáticas) en Algeciras. Dejó una hija de 12 años.
