La unidad de élite de la Guardia Civil detiene a un peligroso asesino oculto en Salamanca

Los agentes de la Unidad Especial de Intervención (UEI) de la Guardia Civil han conseguido un nuevo éxito en su palmarés. Con extremada cautela, este grupo de élite consiguió detener al peligroso asesino de un joven en Valladolid, que permanecía oculto y armado en una casa de Salamanca. Una intervención que recuerda a la de hace meses cuando murió el teniente coronel Pedro Alfonso Casado al ser disparado por un delincuente que se había atrincherado en Santovenia (Valladolid).

El homicidio ocurrió la madrugada del pasado 1 de agosto tras una discusión en la sala de fiestas Cister Sunday de La Cistérniga (Valladolid). La víctima Brayan C.L., de 27 años, era un conocido delincuente que tenía antecedentes por tráfico de drogas y por haber retenido a una mujer. En el momento de su muerte llevaba una carta de identidad de Portugal que resultó ser falsa como comprobaron después los investigadores.

La pelea de Brayan con su asesino comenzó en el interior del local y se trasladó a las afueras. Este joven era "especialmente agresivo", según fuentes de la Guardia Civil, y no tuvo miedo de enfrentarse con su homicida. Recibió un disparo y el autor huyó inmediatamente del lugar en un vehículo acompañado de una mujer.

Las pesquisas fueron realizadas por los agentes de la Unidad Orgánica de la Policía Judicial de Valladolid. Con el análisis de la información obtenida de testigos, imágenes y diferente documentación, los investigadores de la Guardia Civil descubrieron cómo una de las personas que había acudido al lugar del suceso poseía un vehículo que coincidía con los datos facilitados por los testigos.

Al confirmar todos estos datos, los agentes detuvieron e investigaron a un hombre y una mujer por el encubrimiento del homicidio. Las pistas conndujeron a los agentes a una nueva línea de investigación para finalmente conseguir arrestar al autor material del asesinato y a su colaborador en Salamanca.

Fue condenado por otro homicidio

Sin embargo, para llevar a cabo esta detención, la operación tuvo la colaboración de la Unidad Especial de Intervención (UEI) de la Guardia Civil, debido a la peligrosidad de uno de los detenidos. El asesino había adoptado medidas de autoprotección extremas para evitar ser descubierto en un domicilio de un barrio de Salamanca donde permanecía oculto desde la comisión del homicidio.

En el registro efectuado, los agentes localizaron un arma de calibre 9 mm corto, gorras y tres terminales móviles que tendrán que ser analizados. Los autores tienen numerosos antecedentes violentos, entre ellos, violencia de género, amenazas, tenencia ilícita de armas, varios por delitos contra el patrimonio. Uno de ellos cometió otro homicidio en 2008, por el que ha cumplido pena de cárcel.

La investigación de la Guardia Civil continúa abierta, facilitando la información necesaria a las autoridades judiciales, para el completo esclarecimiento de los hechos. Los detenidos, un hombre de 42 años y una mujer de 33, han pasado a disposición judicial, decretando la autoridad judicial su ingreso en prisión comunicada y sin fianza.