El Gobierno vacía de filósofos el Consejo de Estado y lo llena de políticos

La filosofía es una sabiduría poco práctica, y por tanto anacrónica para el siglo XXI. Cuando uno camina por los restos del Templo de Delfos, aquel imán para sabios de todo el mundo antiguo en el valle del Pleisto, junto al monte Parnaso, es difícil no conmoverse. Apenas unas piedras heridas dan testimonio del que fuera el oráculo que advirtió que Sócrates era el hombre más sabio sobre la faz de la Tierra. Al Gobierno de Pedro Sánchez le importa poco la filosofía, quizá por poco práctica, por anticuada o poco electoralista. Se eliminó la asignatura de Ética del currículo de la ESO y ahora, con la decisión del Ejecutivo de no renovar a Amelia Valcárcel, se vacía de filósofos el Consejo de Estado.

Quizá sea sintomático de los tiempos que corren que el supremo órgano consultivo del Gobierno, como se define en la Constitución, no tenga ni un solo filósofo. O quizá sea sintomático del Gobierno de Sánchez. La reputada filósofa Amelia Valcárcel abandonaba el Consejo de Estado tras la decisión de Moncloa de no renovarla como consejera, cargo que había ocupado los últimos 17 años.

Su salida y la de Victoria Camps hace meses han dejado vacío de filósofos este órgano, pero lleno de políticos. En esta tacada de nombramientos han entrado la ex diputada socialista Elena Valenciano; la ex ministra de Sanidad María Luisa Carcedo; Francisco Javier Losada, ex senador y ex alcalde de La Coruña por el PSOE; Pedro María Sanz, ex senador del PP; y Juan Carlos Aparicio, ex senador del PP.

Valcárcel, catedrática de Filosofía Moral y Política en la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), reconocía los hechos en su cuenta de Twitter: "Sí, es cierto. Este gobierno me ha cesado en el Consejo de Estado. Agradezco al Consejo todas sus enseñanzas jurídicas. Han sido años que dan para varios másteres. Estoy perfectamente y con la conciencia de haber cumplido lo que en mi mano estuvo. Seguimos. ¡Hay mucho camino!".

Se ha especulado sobre si la decisión de no renovar a Valcárcel está motivada por su posición crítica con la ley trans. En Mujeres en Red, la filósofa declaró que la ley trans "es una de las leyes más peligrosas que se han llevado al Parlamento. Por su contenido, sumamente peligroso para las criaturas, para las mujeres y para toda la sociedad. A la infancia la ataca en sus cuerpos, a las mujeres en sus derechos, y quiere destruir la clave de bóveda de la sociedad abierta, que es la libertad de expresión".

Sin embargo, fuentes oficiales del Consejo de Estado desmienten a Vozpópuli que a Valcárcel no se le haya renovado por ser crítica con la ley trans. "Los consejeros electivos tienen mandatos de 4 años renovables. Amelia Valcárcel llevaba 17 años en el Consejo de Estado, era la más veterana. Hay que recordar que no es la única cesada, también lo han sido Juan José Laborda y Juan Antonio Ortega y Díaz-Ambrona, que llevaban 15 años en el cargo", explican. Todos los consejeros electivos se renuevan cada 4 años excepto aquellos que hayan sido dirigentes autonómicos, como Juan Carlos Rodríguez Ibarra, expresidente de Extremadura, en cuyo caso es cada 8 años.

El Consejo de Estado subraya que la decisión de los ceses la toma el Consejo de Ministros tras escuchar al propio órgano consultivo. "No es una destitución, tenían su mandato caducado. No hay motivos oscuros", insisten.

Si Valcárcel apoyase la ley trans hubiera durado otros 17 añosFernando Savater, filósofo y escritor

Con Valcárcel se va la última filósofa del Consejo de Estado. Ya solo quedaba ella tras la marcha en octubre de 2022 de Victoria Camps. Esta prestigiosa filósofa ostentaba el cargo de consejera permanente del Consejo de Estado. También era crítica con la ley trans. "Se está cuestionando la base científica de que hay dos sexos y esto es algo biológico: no se puede cuestionar porque sí", señalaba en una entrevista en Eldiario . En el caso de Camps, fuentes del Consejo de Estado señalan que su renuncia al cargo se debió a "motivos personales, familiares, que pidió que se guardasen en secreto para proteger su intimidad".

El filósofo y escritor Fernando Savater, en declaraciones a Vozpópuli, afirma estar muy preocupado por "lo de Amelia Valcárcel, no solo porque fuera filósofa, sino por las razones por las que le enseñan la puerta. Yo creo que la cesan por llevar la contraria a la ley trans, la castigan por lo que piensa. Si hubiera sido una ferviente defensora de la ley hubiera durado otros 17 años más".

Savater cree que los filósofos "no encajan en este Gobierno. Los filósofos somos impertinentes y nos gusta pensar… Como la filosofía no es una materia práctica, con rentabilidad inmediata, sino que es una reflexión sobre temas que nunca se van a agotar, pensar lo que somos, ni concluyente, no le convenimos a este Ejecutivo, que solo busca la rentabilidad electoral en todo lo hace".

-Pregunta: Si a usted se lo ofreciera este u otro Gobierno, ¿entraría en el Consejo de Estado?

-Respuesta: No, no soy hombre de Gobierno, estoy intentando gobernarme a mí mismo, y en ello llevo 75 años.