El Gobierno intenta utilizar la conexión rusa de Puigdemont para enfriar el acoso al CNI

La conexión rusa del procés separatista se ha convertido en la mejor carta del Gobierno para enfriar los ataques de sus aliados al Centro Nacional de Inteligencia (CNI). La reunión que mantuvo el ex presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, con un supuesto enviado de Rusia el día antes de la declaración unilateral de independencia de octubre del 2017 es un episodio hasta ahora desconocido, que se ha revelado en plena crisis por el espionaje a líderes independentistas catalanes.

Este encuentro entre Puigdemont y el emisario de Vladímir Putin, publicada en España por el diario El Periódico, ha coincidido con un repliegue del Ejecutivo en relación al futuro político de la directora del CNI, Paz Esteban. El PSOE ha defendido la continuidad de Esteban al frente del Centro. "No hay una sola razón para que no esté en su puesto", ha dicho el portavoz socialista Felipe Sicilia.

Este apoyo nunca fue tan explícito la semana pasada. La Moncloa maniobró para entregar a la director del Centro como víctima política para salvar la relación con sus aliados separatistas. Todo comenzó con la denuncia del propio ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, de un espionaje en el móvil del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la ministra de Defensa, Margarita Robles. Y derivó en un choque entre Bolaños y Robles por el apoyo contundente de la titular de Defensa a Esteban.

Repliegue del PSOE en el CNI

Sicilia ha rebajado las diferencias entre Bolaños y Robles. Y ha hecho lo mismo con ERC. La responsable del CNI admitió que el teléfono del actual presidente de la Generalitat, Pere Aragonés, fue uno de los intervenidos. Sin embargo, el PSOE confía en seguir contando con ERC como aliado. "El Gobierno siempre tiene como socios prioritarios a partidos de izquierdas y progresistas. Confío en poder contar con el apoyo de ERC cuando haya que llevar leyes al Congreso", ha afirmado.

Sin embargo, el PSOE también ha emplazado a Puigdemont a aclarar esa conexión rusa. Según fuentes socialistas, es una forma de quitar presión al CNI en estos momentos. Sicilia ha dicho desconocer ese posible encuentro entre Puigdemont y un exdiplomático ruso. "En cualquier caso, no soy yo quien pueda contar esa información, tendrá que ser Puigdemont", ha señalado.

Cuando Robles era portavoz de la oposición al Gobierno de Mariano Rajoy -Sánchez era secretario general para estaba fuera del Congreso-, el PSOE pidió la comparecencia de Soraya Sáenz de Santamaría en la comisión de Secretos Oficiales del Congreso. El CNI dependía de su vicepresidencia. Y el PSOE quería conocer las supuestas injerencias extranjeras en el procés.

"Como partido de Estado que somos, entendemos que ante posibles injerencias extranjeras en un proceso político como el de Cataluña, que afectan a la seguridad y la integridad de España pero también de la UE, teníamos la obligación de pedir esta comparecencia con un ánimo absolutamente constructivo pero también con ánimo de saber lo que está pasando, porque es muy relevante para España y para Europa", dijo Robles entonces.

Bolaños, en el Congreso

Los ecos del caso Pegasus todavía están lejos de apagarse. ERC vuelve a la carga esta semana. Su portavoz en el Congreso, Gabriel Rufián, preguntará a Margarita Robles La formación republicana pide su cese. Y Bolaños tiene una comparecencia en comisión. Su intervención no es sobre el espionaje, pero lo más probable es que tenga que responder a varias preguntas sobre esta polémica.

El jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, y Aragonés se emplazaron la semana pasada a una reunión para intentar solventar esta crisis lo antes posible. La legislatura no parece correr peligro. Y la intención del Gobierno es agotar el mandato a finales del 2023.