Gran enfado de los pescadores y mariscadores gallegos por el alarmismo generado por el vertido de pellets

Hartas de la injustificada alarma social que, en su opinión, se ha generado a raíz del vertido de pellets que afecta a unos cuarenta playas del litoral gallego, numerosas cofradías de pescadores y de mariscadores han empezado a elevar la voz para exigir a las autoridades políticas que se afanen de una vez en limpiar la costa y dejen ya de lanzar mensajes disparatados sobre el peligro de consumir productos del mar. Esa desconfianza no debe existir entre los consumidores, aseguran, porque la calidad de los pescados y mariscos gallegos era y es excelente pese al alarmismo que han querido generar muchos dirigentes políticos irresponsables que, en su opinión, solo están interesados en sacar ‘tajada’ de cara a las próximas elecciones del 18 de febrero sin pensar en las nefastas consecuencias que sus declaraciones pueden tener para el bolsillo de muchas miles de familias que viven del mar.

Entre los colectivos que han querido hacer un llamamiento a la calma destaca la Asociación Gallega de Depuradores de Moluscos, grupo al que pertenecen cerca de cincuenta empresas con una facturación conjunta superior a los 300 millones de euros y cuya actividad mantiene en nómina a más de mil trabajadores. Esta importante asociación afirma que los consumidores pueden confiar plenamente en la salubridad del pescado y del marisco que procede de las rías gallegas porque los controles son siempre exhaustivos.

Ante el vertido de pellets de plástico, el sector defiende que "no existe riesgo alguno" de que este material pueda llegar a afectar a los productos del mar que ellos comercializan, fundamentalmente moluscos bivalvos. "Sabemos por experiencia que cualquier incidencia que pudiera arrojar la mínima duda sobre la seguridad de estos alimentos sería detectada de manera inmediata y el producto afectado nunca llegaría a los consumidores", sostienen desde las empresas depuradoras. Todos los productos que elaboran están sometidos a diario, según Agade, a "intensos controles" de calidad alimentaria y bajo el "estricto principio sanitario" de la precaución y el control inmediato por parte de la inspección sanitaria.

De igual forma se manifiestan cada vez más cofradías de pescadores y mariscadores repartidas por toda la geografía gallega, que reprochan a los responsables políticos el alarmismo que han generado con un vertido que no puede compararse, ni de muy lejos, con la catástrofe del Prestige. El enfado de algunos colectivos profesionales es tal que ya han empezado a pedir a sus asociados que se desvinculen de la marcha de protesta que se celebrará el 21 de este mes en Santiago de Compostela bajo el lema de “En defensa do noso mar”.

Convocada por las plataformas en defensa de las rías de Arousa y Muros-Noia, así como entidades sectoriales del mundo del mar y colectivos ecologistas, la manifestación contaba en principio con el apoyo generalizado de los profesionales vinculados a la actividad pesquera y marisquera, pero la desconfianza empieza a coger cuerpo ante la sospecha de que podrían prevalecer los intereses políticos y partidistas. El temor radica en que las intenciones nobles y justas de muchos participantes acaben contaminadas por la acción de ciertos colectivos interesados en ‘incendiar’ las calles con consignas de corte político, como ya ocurrió hace dos décadas, tras la marea negra del Prestige, con las movilizaciones celebradas bajo el lema ‘Nunca Máis’.

El rechazo creciente que muchos consumidores puedan sentir hacia el pescado y el marisco gallego empieza a preocupar, y mucho, entre numerosos profesionales del mar, que no acaban de entender cómo se ha ‘desquiciado’ tanto el tema de los pellets. En este sentido, comparten la necesidad de mantener las rías lo más limpias posible y apoyan cualquier medida que suponga luchar contra la contaminación, pero aseguran que un incidente como el del Toconao no ha comprometido en absoluto la calidad y la seguridad de los productos gallegos. En cuanto al peligro de consumir peces que hayan podido tragar alguna de las bolitas plásticas, señalan que el riesgo es nulo, porque los comensales limpian el producto y separan las tripas antes de cocinarlo.

A este asunto se ha referido este viernes Basilio Otero,l presidente de la Federación Nacional de Cofradías de Pescadores y marinero de Burela (Lugo), que ha recalcado que el plástico que pueda tragar el pescado va a sus vísceras, que se desechan, por lo que no hay riesgo para el consumidor.

Antes de inaugurar en Las Palmas de Gran Canaria la I Bienal de Cofradías de Pescadores de España, la primera reunión nacional del sector que se hace fuera de Madrid, Otero ha aludido a la crisis que ha generado el vertido de pellets, un asunto que ha devuelto estos días el foco informativo a uno de los principales problemas ambientales del planeta: el plástico que inunda los océanos.

A su juicio, este problema de las 27 toneladas de plásticos que están llegando ahora a la costa "se está centrando políticamente porque hay elecciones en Galicia el 18 de febrero". En declaraciones recogidas por EFE, ha señalado que "se está desmadrando un poco este tema, hay que recordar que hay una fotografía de un pescado con bolitas de plástico en el interior, y es un pescado de Sri Lanka (Asia del Sur), no de España. Las noticias falsas nos hacen mucho daño", ha lamentado el marinero.

En cualquier caso, el representante de las cofradías de pescadores españoles ha recalcado que "el pescado no come plástico, come cebo, otros pescados".

"En el hipotético caso de que un pescado se trague un plástico, la pregunta es sencilla: ¿quién come pescado con tripas? Antes de comer el pescado se limpia, el plástico irá en las vísceras que se desechan, esas bolitas no son digeribles, en ningún momento van a estar en el organismo del pescado, con lo cual, no hay ningún tipo de riesgo", ha afirmado.