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España

La promesa de Granados se va cumpliendo: Matar políticamente a Aguirre y González

Francisco Granados, en prisión por la 'Operación Púnica', en una imagen de archivo.

En su día, Esperanza Aguirre, presidenta del PP, cesó a Francisco Granados, entonces secretario general del PP de Madrid, con la justificación de que había perdido la confianza en él. La presidenta ya había pactado con Ignacio González su salida de la política y no podía dejar a Granados en el partido: prefirió expulsarlo de la secretaría general. Esta es la versión de personas cercanas al entonces secretario general.

Otra versión más cercana a Aguirre dice que la presidenta montó en cólera cuando conoció que Francisco Granados, tras su salida del Gobierno de Madrid, organizó algunas comidas con periodistas en las que hacía comentarios sobre su familia y su enfermedad ya superada. Alguna de las personas que asistieron a esas comidas le contó a Aguirre el contenido de la charla, lo que supuso la destitución fulminante del secretario general. Cuentan además que Granados prometía en esas reuniones “matar políticamente a Esperanza Aguirre y a Ignacio González”, especialmente a este último.

Aguirre montó en cólera cuando conoció que Granados, tras su salida, organizó algunas comidas con periodistas en las que hacía comentarios sobre su familia y su enfermedad ya superada

González está fuera de la política y Aguirre a un paso. Personas que conocen a Granados dicen que ha podido comenzar su venganza. Hay temor en el PP a que el registro de la pasada semana sólo sea el inicio de la aparición de más problemas con la Policía y la Justicia. Las iniciales en una agenda de Granados, de la que hasta la fecha no se sabía nada, han provocado esta nueva crisis en el PP y acabado prácticamente con la carrera política de Aguirre.

El exsecretario general conoce toda la fontanería, y por lo visto, también las cloacas del Partido Popular de Madrid y su presunta financiación irregular. Personas que conocen el PP temen que Granados haya dicho que tenía información y decidido contarla. Y es que la agenda aparece cuando el ex hombre de confianza de Aguirre está desesperado y sin perspectivas de salir de la cárcel, que curiosamente él mismo inauguró. Granados estuvo el suficiente tiempo en la secretaría general como para conocer todas las cloacas y tener la información que le permitió hacer esa amenaza.

El juez ha rechazado la libertad provisional en varias ocasiones y el preso ya lleva más de un año en la cárcel. Mientras, David Marjaliza, el principal implicado en la ‘Operación Púnica’ lleva desde el 30 de diciembre en libertad tras haber iniciado su colaboración con la Justicia.

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