España

'CASO LUIS RUBIALES'

La Fiscalía pide dos años y medio de cárcel para Rubiales por agresión sexual y coacciones a Jenni Hermoso

Solicita un año de cárcel para Jorge Vilda, Rubén Rivera y Albert Luque por coacciones y una indemnización conjunta a la víctima de 100.000 euros

Luis Rubiales
Luis Rubiales Europa Press

La Fiscalía de la Audiencia Nacional solicita condena de dos años y medio de cárcel para Luis Rubiales por los delitos de agresión sexual y coacciones a Jennifer Hermoso. El Ministerio Público actúa también contra Jorge Vilda, Rubén Rivera y Albert Luque, para quienes solicita un año de prisión por delito de coacciones a la jugadora tras el beso no consentido del expresidente de la Real Federación Española de Fútbol.

En su escrito de acusación, la teniente fiscal de la Audiencia Nacional Marta Durántez solicita además que los cuatro procesados indemnicen conjuntamente a Hermoso con 100.000 euros (50.000 de los cuáles tendría que abonar Rubiales) y que se prohíba al dirigente deportivo acercarse a la jugadora en un radio de 200 metros durante tres años y medio.

Del mismo modo reclama que durante el tiempo que dure la condena quede inhabilitado para el ejercicio de profesión relacionada con el ámbito deportivo. La Fiscalía considera que el que fuera presidente de la RFEF debe responder por los dos delitos, mientras que los otros tres imputados únicamente por presuntas coacciones a Hermoso y a su familia.

El beso no consentido de Rubiales

El escrito detalla los hechos ocurridos la tarde del 20 de agosto del año pasado cuando la Selección Femenina de Fútbol se alzó con la victoria en la final del mundial que acogió Australia. Según razona, en el momento de la entrega de las medallas y durante el turno de Hermoso, Rubiales "sujetó la cabeza de la jugadora con ambas manos y de manera sorpresiva y sin su consentimiento ni aceptación, le propinó un beso en los labios".

La Fiscalía continúa relatando que, a raíz de la repercusión mediática del beso así como ante las consecuencias profesionales que le podían acarrear, Rubiales "en connivencia con el resto de acusados", comenzaron a ejercer "actos constantes y reiterados de presión directamente" sobre Hermoso.

La situación de hostigamiento de los acusados cesó cuando Rubiales fue suspendido provisionalmente por la FIFA el 26 de agosto. Los hechos descritos crearon en Jennifer Hermoso una situación de ansiedad e intenso estrés, que se prolongó durante varios meses Escrito acusación de la Fiscalía

Al hilo explica que se acercaron a familia (como su hermano, que declaró en la Audiencia Nacional por estos hechos) y amigos, con la finalidad de que justificara de manera pública que autorizó el beso de Rubiales. Ese episodió generó una "situación de hostigamiento" para la jugadora "que le impidió desarrollar su vida en paz, tranquilidad y libremente".

En relación a los otros acusados, la Fiscalía sostiene que participaron de la campaña de coacciones en los momentos posteriores a la victoria de la Selección Femenina de Fútbol. En concreto, determina que Jorge Vilda (en su condición entonces de entrenador de la Selección); Rubén Rivera (como director de marketing de la RFEF) y Albert Luque (director deportivo) eran personas de la órbita de Rubiales dado que todos llegaron a sus cargos bajo su mandato, y que actuaron conscientes de que su futuro profesional dependía de la suerte que corriera el presidente.

Así, el primero de los intentos para aplacar la polémica se produjo, según el escrito de la Fiscalía, apenas minutos después de la entrega de medallas. En aquel momento Rubiales requirió a la directora de fútbol femenino de la Selección, Ana Álvarez mesas, que entrase a los vestuarios y mandara salir Hermoso. Cuando accedió Rubiales le pidió que hiciera una declaración pública manifestando su conformidad al beso, pero ella se negó.

Coacciones a Jenni Hermoso

"Posteriormente, cuando la jugadora viajaba en autobús que conducía a la Delegación española de fútbol camino del aeropuerto de vuelta a España, se le obligó a bajar precipitadamente del mismo para que suscribiera una nota de prensa redactada por el equipo de comunicación de la RFEF por orden de Luis Rubiales y en la que Jennifer Hermoso no había tenido ninguna intervención y cuyo contenido no compartía", indica la Fiscalía.

Ya en el vuelo de vuelta a España Rubiales volvió a intentar sin éxito que Hermoso hiciera una declaración pública. Por ello, personas de su confianza, como Jorge Vilda, actuaron con su hermano para intentar persuadirle. "Se acercó en varias ocasiones a los asientos donde viajaban los familiares de la jugadora hasta que consiguió hablar con Rafael Hermoso Fuentes (...) y le advirtió de que si su hermana no accedía a participar en el vídeo, ello tendría consecuencias negativas para ella", expresa el Ministerio Público.

La futbolista Jenni Hermoso (c), a su llegada a declarar en la Audiencia Nacional.

El escrito continúa relatando con las presuntas coacciones que atribuye a los otros dos acusados ya cuando las jugadoras se encontraban en Ibiza celebrando el triunfo. Primero fue Rivera quien lo intentó pero, tras las reiteradas negativas de Hermoso, persistió para que hablase con Albert Luque. Al no conseguirlo, este último se desplazó a Ibiza y lo intentó por diversas vías, llegándole a tildar de "mala persona" por su negativa.

"La situación de hostigamiento de los acusados hacia la Sra. Hermoso cesó cuando el acusado Luis Rubiales fue suspendido provisionalmente por la FIFA el 26 de agosto de 2023. Los hechos descritos crearon en Jennifer Hermoso una situación de ansiedad e intenso estrés, que se prolongó durante varios meses después", concluye el escrito.