El ex presidente del Gobierno Felipe González, el único barón socialista que se ha salvado de la debacle electoral del 28 de mayo, Emiliano García Page, presidente de Castilla-La Mancha, y el todavía presidente de Aragón, Javier Lambán, mantuvieron encuentros este jueves para analizar los resultados, la convocatoria apresurada de elecciones generales el 23 de julio, y el futuro que le espera a un PSOE sin apenas poder municipal y autonómico relevante, y en la oposición tras una probable victoria de Alberto Núñez Feijóo y el PP, según ha podido saber a Vozpópuli en fuentes socialistas.
Fuentes del gobierno castellano-manchego solo reconocen que el jueves se produjo “un almuerzo informal entre amigos” de Page con Lamban “en Toledo”, pero sostienen que no hubo encuentro con el ex presidente González en Madrid. Quien sí se vio ese día en la capital con González fue el presidente aragonés, confirma a éste periódico el entorno de Lambán.
Lo cierto es que en la noche del jueves Page fue entrevistado en el informativo nocturno 24 Horas de RNE y ahí evitó comprometer su voto para Pedro Sánchez en las urnas dentro de cincuenta días, bajo el argumento de que “yo no voto en Madrid”; además, mostró máximo desapego hacia el actual líder socialista y su próxima campaña para la reelección:
Según las fuentes consultadas, analizaron las encuestas postelectorales y extrapolaciones del 28M publicadas tras el domingo negro del PSOE, coincidentes la mayoría en augurar un triunfo de Feijóo. Dependiendo de la magnitud de esa posible segunda derrota socialista en tan solo dos meses, y, sobre todo, de la decisión que adopte Sánchez -dimitir o atrincherarse en la secretaría general hasta el 41 Congreso, en 2024-, habrá batalla orgánica entre partidarios de constituir inmediatamente una gestora que organice un congreso extraordinario, y el aparato sanchista.
Algunas fuentes, tanto de éste sector crítico como de la actual estructura orgánica socialista, sostienen que lo que ocurra en el PSOE a partir del 23 de julio puede tener bastante que ver con el futuro internacional de Pedro Sánchez, a quien algunas informaciones sitúan como próximo secretario general de la OTAN en sustitución del noruego Jens Stoltenberg.
En Bruselas se reconoce que la sucesión del noruego Stoltenberg como secretario general de la OTAN puede retrasarse de la cumbre que se celebrará en Vilna (Lituania) los días 11 y 12 de julio, primera semana de campaña electoral en España, a después de verano; Esto favorecería la elección del mandatario español una vez fuera de La Moncloa.
En un principio se esperaba que el sucesor de Stoltenberg se anunciara en la cumbre que la Alianza Atlántica celebrará en Vilna (Lituania) los días 11 y 12 de julio, primera semana de campaña electoral en España, lo cual haría difícil la elección del presidente del Gobierno, pero en círculos políticos de Bruselas se reconoce que el proceso está verde y puede posponerse el anuncio del nuevo secretario general de la OTAN hasta después del verano. Esto favorecería la elección del mandatario español una vez fuera de La Moncloa.
De momento, los críticos internos con Sánchez coinciden en no armar ruido hasta el 23J, para no ser culpados del eventual mal resultado, pero sí van a alzar la voz para reclamar que el PSOE vire a “la centralidad” y vuelva a una socialdemocracia “liberal” capaz de pactar con el PP -no sólo el futuro Consejo General del Poder Judicial (CGPJ)- después la que consideran una de las legislaturas más convulsas en España.
Arrastrado por Podemos
Creen que el partido se ha dejado arrastrar por Podemos hacia un “radicalismo” izquierdista completamente ajeno a la tradición del último medio siglo. En éste sentido, achacan la debacle al conflicto permanente en el seno del gabinete de coalición que han provocado políticas divisivas como la Ley Trans, a los desplantes de los morados -llegaron a tildar de “fascistas” a los socialistas en el debate de la reforma de Ley del solo sí es sí-, a las trifulcas entre Podemos y Yolanda Díaz a cuenta de Sumar, y, sobre todo, a los pactos con ERC y Bildu.
El PSOE va a perder siete autonomías: Comunidad Valenciana, Aragón, Extremadura, La Rioja, Canarias, Baleares y Cantabria (en coalición con el PRC de Miguel Ángel Revilla); y un total de 16 de las 22 alcaldías de capital de provincia que ostentaban desde 2019: Sevilla, Huelva, Granada, Valencia, Castellón, Valladolid, Burgos, Segovia, Huesca, Palma de Mallorca, Toledo, Albacete, Guadalajara, Ciudad Real, Murcia, Logroño y Gijón.
La cita de González con Page y Lambán, líderes de dos de las federaciones más importantes del partido coincidió en el día, jueves, con el acto convocado por el Colectivo Fernando de los Ríos, que agrupa a ex ministros, cargos y parlamentarios socialistas, donde se criticó el discurso de Sánchez ante sus diputados y senadores por evocar el PSOE previo a la Guerra Civil
La citas de Felipe González con Page y Lambán, líderes de dos de las federaciones más importantes del partido coincidió en el día, jueves, con el acto convocado en la Fundación Carlos de Amberes por el Colectivo Fernando de los Ríos, que agrupa a ex ministros, cargos y parlamentarios socialistas durante los mandatos de González y José Luis Rodríguez Zapatero.
Acudieron los ex presidentes de Madrid Joaquín Leguina; Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra; y mandó un saludo el de Andalucía José Rodríguez de la Borbolla; el ex presidente del Senado Javier Rojo y ex ministros como José Luis Corcuera, Virgilio Zapatero o César Antonio Molina; el ex adjunto al Defensor del Pueblo Francisco Fernández Marugán, el ex secretario general de los socialistas madrileños Tomás Gómez, José María Múgica, y decenas de ex diputados, ex senadores y miembros de distintas ejecutivas federales de los últimos cuarenta años.
También estuvo el ex fundador de Ciudadanos Francesc de Carreras, y envió saludo el filósofo Fernando Savater. No estuvo otro de los grandes críticos de Sánchez, el ex vicepresidente del Gobierno y ex vicesecretario general del PSOE Alfonso Guerra.
Vuelta al PSOE “de los años 30”
Tomaron la palabra el portavoz del colectivo, Nicolás Redondo, ex secretario general de los socialistas vascos, el ex secretario general de UGT Cándido Méndez y el catedrático de Sociología José Antonio Díaz, y ejerció de moderador el ex eurodiputado Pedro Bofill, quienes pusieron de manifiesto la enorme preocupación que suscita el escoramiento a la izquierda en el que ha embarcado Pedro Sánchez al PSOE tras el 28M para sobrevivir políticamente al 23J.
Redondo fue el más duro de los tres: “Ayer (miércoles) tuve la sensación de que volvíamos a la dinámica discursiva de los años 30”, en alusión a la arenga del presidente a sus diputados y senadores en la que llegaos a decir que PP y Vox quieren acusarle de fraude electoral y “detenerle”, y que pretenden derogar todo lo que ha aprobado su gobierno para meter a España en una dinámica “reaccionaria” y “trumpista”. “Lo de ayer me pareció insoportable, esos aplausos”, replicó Nicolás Redondo a Sánchez y, sobre todo, a los actuales parlamentarios socialistas. “Han optado por la huida hacia adelante”.
Zapatero, que protagonizó catorce mítines en la pasada campaña municipal y autonómica para el 28M, se declara “aún más motivado” a participar en los actos de apoyo a la reelección de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno
En el polo opuesto a Felipe González, que no hizo ningún acto de campaña para el 28M, está el ex presidente Zapatero, quien, tras unos años enfrentados al actual secretario general -apoyó en las primarias a Susana Díaz- ha recompuesto sus relaciones con Pedro Sánchez. Tan es así que en la pasada campaña para las elecciones autonómicas y municipales participó en catorce maitines a lo largo y ancho de la geografía española.
Y para la campaña de reelección de Pedro Sánchez “estoy aún más motivado”, ha declarado a Vozpópuli, dispuesto a acompañar al presidente del Gobierno en algunos de sus maitines o en lo que le diga la Dirección Federal del PSOE.
