Alberto Núñez Feijóo ya tiene fecha para si investidura -26 y 27 de septiembre- y, desde ayer, empieza a diseñar su hoja de ruta para las próximas semanas. A falta de designar un equipo negociador y un calendario de reuniones de esa 'ronda de consultas', el líder popular tiene claro que convocará a Pedro Sánchez para retratarle: "Veremos si acepta el resultado de las urnas y la designación del Rey o sigue escondido".
Así lo confirman a Vozpópuli cargos del PP, que destacan el reto al actual presidente en funciones: "Todo el mundo entiende que el presidente del PP y candidato a la investidura se reúna con el secretario general del PSOE, pero a ver qué decide Pedro Sánchez cuando se le realice esa propuesta en firme".
Tal y como se informó ayer en este medio, el jefe del Ejecutivo estará fuera de España a principios de septiembre por la Asamblea General de Naciones Unidas que se celebra en Nueva York a partir del próximo día 5. No obstante, desde el PP destacan que, con una investidura prevista para el día 26, hay margen de sobra para buscar una fecha de la reunión entre Feijóo y Sánchez… y para que el socialista la acepte.
Negociación "a dos niveles"
Las fuentes consultadas recuerdan, en todo caso, que una vez designado Feijóo para la investidura, existe una carga institucional que el líder del PP tendrá en cuenta: "Ahora cambia todo. El candidato tiene un estatus especial al tener el encargo del Rey. Es él el que tiene la capacidad para diseñar un equipo negociador y propiciar reuniones con quien considere".
A falta de la confirmación de ese "equipo negociador", desde el PP apuntan a una negociación "a dos niveles", liderada por el propio Feijóo, que buscará reunirse con diferentes niveles políticos, y con gran protagonismo también para el Grupo Popular en el Congreso, con Cuca Gamarra a la cabeza.
La secretaria general se mantendrá como portavoz del PP en la Cámara Baja tras no ser elegida presidenta de la misma y fuentes del partido apuntan que será la encargada de pilotar las conversaciones con otros grupos parlamentarios. En todo caso, señalan desde su entorno, hay que esperar a las primeras decisiones de Feijóo de cara a las negociaciones.
Fuentes del Grupo Popular, no obstante, apuntan que "hay que darle toda la institucionalidad a esta ronda de consultas con los grupos" y, por tanto, "habrá reuniones de Feijóo con líderes políticos y de Gamarra con los portavoces parlamentarios". Una hoja de ruta similar a la que ya diseñaron en su día tanto Pedro Sánchez como Mariano Rajoy.
Contactos con PNV y Junts
En esa 'ronda de consultas' con todos los grupos, el PP solo excluye a Bildu, pero no a Junts. Una decisión que, según explican desde el consejo de dirección del Grupo Popular, se ajusta a lo que siempre ha defendido el partido en la anterior legislatura: "Siempre hemos dicho que nuestra línea roja es Bildu".
Sobre las conversaciones con Junts, las mismas fuentes las sitúan dentro de la "institucionalidad" tras la designación del Rey: "Lo normal es hablar con todos y exponer nuestro plan de gobierno, pero hay que saber diferenciar entre esas reuniones y pedir el apoyo para la investidura, algo que Sánchez sí pediría a Junts, pero que nosotros no vamos a hacer".
Lo normal es hablar con todos y exponer nuestro plan de gobierno, pero hay que saber diferenciar entre esas reuniones y pedir el apoyo para la investidura, algo que Sánchez sí pediría a Junts, pero que nosotros no vamos a hacer
Respecto al PNV, en el PP ya conocían, desde el mediodía de ayer, que preparaba un nuevo comunicado -esta vez en forma de vídeo de Aitor Esteban- dando un nuevo portazo a la investidura de Feijóo. El portavoz del partido nacionalista en el Congreso quiso zanjar cualquier tipo de "especulación" y de "marketing", afirmando que, de ser convocado por el PP, esa reunión "solo puede servir para que Feijóo y yo nos conozcamos", pero "no va a servir para nada más", porque "no vamos a participar de una investidura de la mano de Vox".
Pese a ello, desde el PP seguirán con su plan inicial de reunirse también con los nacionalistas vascos, de los que no esperan un cambio de opinión pero sí "una reflexión" tras perder 100.000 votos en las últimas elecciones generales.