Alberto Núñez Feijóo y su equipo diseñaron una campaña 'a la andaluza' para repetir el éxito electoral de Juanma Moreno hace un año, pero lo cierto es que los resultados recuerdan más a los obtenidos en 2012 por Javier Arenas, el 'padrino' político del hoy presidente de la Junta. Cargos del PP ven repetidos en el 23-J los mismos errores que entonces, que han sido claves en una derrota igual de amarga que la de Andalucía hace 11 años.
"A Feijóo se le ha puesto cara de Arenas", afirma a Vozpópuli un veterano 'fontanero' del PP, curtido en mil batallas electorales. La misma fuente destaca que el candidato a La Moncloa, como ya le pasó en su día al ex presidente de los populares andaluces, "fio todo a las encuestas" y "desperdició la última semana de campaña", mientras que el PSOE logró "recuperar votos" que permiten a Sánchez intentar de nuevo mantenerse al frente del Gobierno.
El paralelismo con las elecciones andaluzas es claro, con una victoria de Javier Arenas que logró el 40% de los votos y 50 escaños, pero no pudo gobernar porque el PSOE de José Antonio Griñán, con 47 diputados, mantuvo la Junta tras llegar a un acuerdo con Izquierda Unida. Ahora, Sánchez ya tiene cerrado el acuerdo con Sumar de Yolanda Díaz y aspira a blindar también los apoyos de sus socios habituales: PNV, ERC y Bildu que, unidos al 'sí' de Junts, garantizarían su investidura.
Pero, más allá de los resultados, los cargos del PP contactados destacan que el paralelismo entre lo ocurrido en Andalucía hace 11 años tiene mucho que ver, sobre todo, con "la mala gestión de las expectativas" y de los "últimos días de campaña", donde un "exceso de confianza" y "errores de bulto" condenaron tanto a Javier Arenas como a Alberto Núñez Feijóo.
De Arriola a Michavila
Así, las fuentes consultadas recuerdan que, del mismo modo que Arenas y Rajoy tuvieron "fe ciega" en las encuestas del sociólogo de cabecera de Génova entonces, Pedro Arriola, a Alberto Núñez Feijóo y su comité de campaña, con el coordinador Elías Bendodo al frente, "les ha pasado lo mismo" con los sondeos y los trackings de GAD3, la empresa demoscópica liderada por Narciso Michavila que ha suministrado de encuestas al PP en esta y las anteriores campañas con la actual dirección al frente.
Hace 11 años, recuerdan los más veteranos, el gurú demoscópico de Mariano Rajoy y de Javier Arenas afirmó a ambos, tras los primeros días de campaña, que la mayoría absoluta estaba garantizada y que, después de "tras sacar la artillería pesada a principios de campaña", lo conveniente era "bajar el tono". Una consigna que se ha repetido ahora tras recibir las optimistas encuestas de Michavila.
El presidente de GAD3, en todo caso, sí quiso rebajar públicamente el optimismo en los días previos al 23-J, alertando de que "millones de votantes" iban a apostar de nuevo por el PSOE. Sin embargo, los últimos datos enviados a Génova apuntaban a una victoria mucho más amplia que los 136 escaños cosechados el domingo, a los que se sumó ayer el escaño 137 gracias al voto CERA en la circunscripción de Madrid.
Así, el tracking recibido antes del debate a tres -al que no quiso asistir Feijóo- entre Pedro Sánchez, Yolanda Díaz y Santiago Abascal situaban al PP PP entre los 162 y los 165 escaños con tendencia ascendente, con un PSOE con 110 diputados y tendencia descendente. Después de ese debate, GAD3 sí observó cierto retroceso, con 159 escaños para los populares y 115 para los socialistas. Además, también vaticinaba que Vox y Sumar quedarían por debajo de 30, con Vox primero.
El error de no ir al debate
Michavila, por tanto, sí detectó cierto 'castigo' electoral para Alberto Núñez Feijóo después de no asistir al debate organizado por Televisión Española. Pedro Arriola, sin embargo, defendió en 2011, hasta el final, la idoneidad de que Javier Arenas no asistiera al debate de Canal Sur dos semanas antes de las elecciones andaluzas.
El gurú sociológico de Rajoy y Arenas -que a diferencia de Michavila sí estaba en nómina del partido- llegó a afirmar que "los debates no interesan a nadie", una consigna que dirigentes del PP andaluz de aquella época, como loa histórica exalcaldesa de Cádiz Teófila Martínez le echaron después en cara.
El 'portazo' del PP a los debates de TVE en 2023, y de Canal Sur en 2011 también tiene un paralelismo claro. Feijóo justificó su ausencia afirmando que, además de Yolanda Díaz y Santiago Abascal, debían participar los líderes del PNV, ERC y Bildu en el Congrreso; mientras que Javier Arenas exigió la presencia de Diego Valderas, líder de IU. El argumento de ambos fue el mismo: tenían que estar presentes los posibles socios del PSOE.
Canal Sur, eso sí, cambió de opinión y finalmente invitó a Valderas al espacio, que pasó de ser un cara a cara a un debate a tres… hasta que volvió a convertirse en un cara a cara, ya que Javier Arenas cambió de excusa para no asistir: exigió que el mismo no se celebrara en la televisión autonómica, sino en TVE.
Una última semana fatal
Más allá de la no asistencia al debate a cuatro de Televisión Española, los cargos del PP consultados achacan el 'bajón' de Feijóo a otros errores de bulto durante la última semana de campaña, como sus "inexactitudes" referentes a la revalorización o no de las pensiones conforme al IPC.
En ese sentido, desde una presidencia autonómica del PP se deja a las claras que "nosotros solo logramos mayoría absoluta cuando hablamos bien de economía, y eso no se produjo en los días previos al 23-J". Esa circunstancia, unida a las primeras decisiones polémicas de Vox en los ayuntamientos donde el PP pactó con ellos, "provocó desmovilización de los nuestros y movilización de la izquierda".
Nosotros solo logramos mayoría absoluta cuando hablamos bien de economía, y eso no se produjo en los días previos al 23-J
Esa movilización de última hora también se produjo en Andalucía en 2011, cuando Javier Arenas ya estaba preparando su gobierno después de haber "apretado", como recomendó Arriola, en los primeros días de campaña y esperar después a que llegaran los comicios.
El sociólogo de cabecera de Rajoy y Arenas aprendió la lección y en la campaña de las europeas de 2014 recomendó "echar el resto" en la última semana antes de los comicios. Y, aunque el PP ganó esas elecciones, también falló en el pronóstico: los populares obtuvieron 16 eurodiputados cuando él apuntaba a la cifra de 20. Además, tampoco alertó de la la irrupción de Podemos y Ciudadanos, que lograron 5 y 2 representantes, respectivamente.