La invasión de Rusia y el estallido de la guerra centrarán buena parte de las conversaciones y esfuerzos que se consoliden en la próxima cumbre de la OTAN, que se celebrará en Madrid a partir de la próxima semana. Pero España -y los países del sur de Europa- alerta: el avance de Rusia no sólo se produce en el este del Viejo Continente, también se consolida en África. Su implicación se traduce en una mayor presencia de tropas del ejército oficial ruso y en mercenarios de la compañía Wagner. “Su participación está contrastada”, advierte la ministra de Defensa, Margarita Robles.
La preocupación hacia las inestabilidades en el flanco sur -ese es el término técnico con el que la OTAN abunda en las amenazas procedentes de África- tendrá una sesión de trabajo específica en la cumbre de la Alianza Atlántica de Madrid. En concreto, el día 29 se celebrará una cena monotemática en la que los ministros de Exteriores abordarán esta cuestión. A ella asistirán los representantes de los países de la OTAN, pero también los de la Unión Europea que no forman parte de la Alianza, así como Jordania y Mauritania, a quienes se considera aliados estratégicos para abordar esta cuestión.
“Desgraciadamente, las amenazas del sur son también las amenazas rusas desde el sur”, apuntó desde Moncloa el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, en una rueda de prensa en al que se abordó la celebración de la cumbre. Robles añadió: “En este momento, la valoración de la OTAN sobre el flanco sur y África es la expansión de Rusia en determinados países donde se han producido golpes de Estado, con ayuda militar de armas y personal del Ejército ruso; pero también con organizaciones como Wagner”.
En los últimos meses se ha registrado la retirada de tropas francesas -que aportaba el grueso del músculo europeo en el Sahel- y Alemania sobre el terreno, dejando un vacío de poder que ha aprovechado Rusia para incrementar su presencia, señalan fuentes de inteligencia a Vozpópuli. También en algunos escenarios en los que aún permanecen desplegadas las Fuerzas Armadas españolas, como Mali o República Centroafricana.
Mensajes de España a la OTAN
Así, España se ha convertido en una de las principales voces que traslada a la OTAN su preocupación por la ‘rusificación’ de África. La diplomacia española pretende que este punto se convierta en una de las líneas maestras del nuevo concepto estratégico que la Alianza firmará en Madrid, si bien la irrupción de la guerra de Ucrania ha alterado la agenda ante la cumbre.
“No podemos entender el flanco este y el flanco sur como dos cosas separadas; Rusia se mueve en ambos escenarios explotando sus intereses”, inciden las mismas fuentes de inteligencia. Como contó Vozpópuli, España maneja informes en los que se detalla el avance de Rusia en el Sahel y en el norte de África. También de China, aunque su presencia es más palpable en cuestiones económicas y financieras.
En un contexto de crisis en Ucrania, España usará el arma de la ‘rusificación’ de África para llamar la atención de la OTAN sobre la región. Pero no es la única amenaza. Al Qaeda del Magreb Islámico -y sus sucursales-, así como las filiales del Estado Islámico, extienden su terror por el Sahel, aprovechando la debilidad de las estructuras gubernamentales.
El tablero africano
A ese cóctel de inestabilidades hay que sumar la ya palpable hambruna que se vive en determinadas regiones del continente a causa de la escasez de grano y alimentos, consecuencia directa de la guerra en Ucrania. La carestía siempre va asociada con movimientos migratorios masivos y en el surgimiento de organizaciones criminales que tratan de explotar el tráfico de seres humanos en su propio beneficio.
“El futuro de la seguridad global se dirime en buena medida en el tablero africano”. Bajo esta premisa trabaja España, que trasladará a sus socios de la OTAN la preocupación por el flanco sur, con especial dedicación a la cena específica del próximo día 29.
Y la Alianza recogerá el guante. La organización trabaja bajo un concepto que denomina 'Visión 360º', herramienta para analizar e intervenir ante las amenazas que surgen en el este de Europa, en el flanco sur, en el Indo-Pacífico y, con creciente preocupación, en el Ártico. No se trata sólo de un concepto geográfico, también en el ámbito de actuación: a los ya conocidos tierra, mar y aire se suman el espacio exterior y el ciberespacio.
Pero España pretende que el compromiso de la OTAN con el flanco sur no sea una línea más en el nuevo concepto estratégico, sino que adquiera una relevancia propia de cara a la próxima década: "Llevamos mucho tiempo trabajando en ello y esperamos recoger los frutos", concluyen fuentes diplomáticas.
