España

Los escoltas no pueden con Froilán: "Es muy difícil ser un cubre-babies"

El sobrino de Felipe VI mantiene el servicio especial de protección que Casa Real le puso antes de su viaje a Abu Dabi. No obstante, no siempre está 'controlable': "Si su familia no le pone límites..."

Felipe Juan Froilán de Marichalar lo ha vuelto a hacer. El sobrino de Felipe VI, al que Casa Real quiere en Abu Dabi con Juan Carlos I, tuvo que ser desalojado de un 'after' próximo al Bernabéu por exceso de aforo: en un local con capacidad para 99 personas, había 229. De esta forma, el cuarto en la sucesión al trono vuelve a estar envuelto en la polémica... a pesar de la 'vigilancia' de un equipo de escoltas que no pueden controlarlo: "Es muy difícil ser un cubre-babies".

Así justifican personas muy próximas a los servicios de seguridad que Froilán pudiera acceder a un local considerado "ilegal" y donde la Policía Municipal encontró, entre otros productos, cocaína rosa. Estas fuentes confirman que el hijo de la infanta Elena mantiene la escolta que le puso Casa Real después de Navidad, cuando se vio envuelto en otra reyerta a la salida de una discoteca en la calle Goya de Madrid, pero advierten que la protección y, sobre todo, la "vigilancia", tiene también "sus limitaciones".

Tal y como informó Vozpópuli, Zarzuela decidió poner tres escoltas a Froilán para tenerlo vigilado antes de su partida a Abu Dabi. El sobrino del rey, según desveló El Confidencial, se trasladó a la capital emiratí después del funeral de Constantino de Grecia, pero en su regreso a Madrid ha vuelto a protagonizar una nueva polémica con intervención policial incluida. Todo ello, a pesar de contar con ese equipo de escoltas.

Las fuentes consultadas por este periódico explican que los agentes "no pueden limitar los movimientos del protegido si la familia de éste no pone esos límites o él se los salta". La labor de estos escoltas es "evitar cualquier tipo de agresión al protegido" y eso se ha cumplido, pero "ningún escolta puede actuar como niñera pese a esa 'vigilancia' que se pueda hacer".

Los "cubre-babies"

El trabajo de estos agentes que protegen a Froilán es defendido por sus compañeros, que destacan que, a estos agentes, les ha tocado la "difícil tarea" de ser unos "cubre-babies".

Este término, explican, sirve para referirse a todos aquellos escoltas que tienen que seguir "a cualquier VIP joven", ya sea el hijo de alguna autoridad del Estado... o un político joven.

Ese apelativo, de hecho, se puso de moda en la década de los 90 en el equipo de escoltas de la Guardia Civil, que tuvo que proteger a un joven político vasco, que sigue en activo, y al que "acompañábamos tanto a la universidad... como a las discotecas".

Ese 'baby VIP', afirman las fuentes consultadas, era "mucho más controlable que otros" que, como Froilán, "ponen muchas limitaciones y restricciones en la labor de protección". Una actitud que dificulta el trabajo de los escoltas y que "provoca situaciones como las que él protagoniza".

"Un problema real"

Desde el entorno de Casa Real reconocen a este medio la "preocupación" existente en Zarzuela por la situación de Froilán: "Es un problema real, porque no es controlable y sus polémicas son utilizadas para desgastar la imagen de la institución".

Froilán no es controlable y sus polémicas son utilizadas para desgastar la imagen de la institución

El sobrino de Felipe VI es considerado "el eslabón más débil", al haberse convertido en el "blanco perfecto" de los contrarios a la Monarquía por su comportamiento. Desde Casa Real, explican las fuentes contactadas, son conscientes de esta circunstancia y por eso "lo quieren fuera de España", pero "él se sigue resistiendo a pasar una larga estancia en Abu Dabi o cualquier otro lugar del Golfo Pérsico".

Tal y como informó este medio, la intención de Zarzuela es que Froilán se asiente en esa zona, con un trabajo o un estudio estable, y, sobre todo, evite la declaración presencial en una posible citación judicial en calidad de testigo por la reyerta de Navidad en una discoteca de Madrid. El cuarto en la línea de sucesión, sin embargo, se resiste a complacer los deseos de su familia, algo que tiene difícil solución: "Al fin y al cabo, es mayor de edad...".

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