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El Emérito fija para septiembre su regreso tras arreglar papeles y el divorcio de Urdangarin

Juan Carlos I ha confesado a sus amigos que le gustaría estar presente en las regatas que llevan su nombre en Sanxenxo el último fin de semana de ese mes y que, de momento, no tiene otra visita prevista

El Emérito fija para septiembre su regreso tras arreglar papeles y el divorcio de Urdangarin
Juan Carlos I, en el 'Bribón'.

Juan Carlos I subió ayer en su jet privado de regreso a Abu Dabi con la sensación de haber 'hecho los deberes'. Y no tanto por haber mantenido el perfil bajo que le exigía Casa Real durante sus seis días en España, sino por haber "arreglado papeles", haber puesto en orden sus propiedades y su herencia... y, también, haber mediado en el divorcio entre Iñaki Urdangarin y la infanta Cristina. Este viaje, por tanto, ha sido más de negocios que otra cosa, pero el Emérito ya tiene nueva fecha elegida para disfrutar de las regatas de Sanxenxo: el próximo mes de septiembre.

Así lo confirman a Vozpópuli personas que han estado con el monarca en esta última visita a España, y que le han oído, de viva voz, sus deseos. "La cita que no quiere perderse es la de la regata que lleva su nombre, la Regata Rey Juan Carlos I".

Esa prueba náutica se celebrará el último finde semana de septiembre: los días 29 y 30 de este mes, y el 1 de octubre. Pese a la lejanía de esa fecha en el calendario, explican las fuentes consultadas, "él no ha mencionado otra fecha más cercana para volver", aunque siempre puede haber un cambio de planes.

La alta competición, "difícil"

En todo caso, lo que ven complicado algunas personas que le han visto de cerca navegar estos días por Sanxenxo, es que Juan Carlos I participe de la "alta competición", pese a las especulaciones que se han hecho en este sentido sobre la presencia del Emérito en las regatas de la isla británica de Wight.

Las fuentes consultadas explican que esta prueba, que se celebra a finales de agosto y principios de septiembre, es "muy exigente" y, aunque no descartan la presencia del Emérito, ven complicada su participación: "Es duro ser el timonel en en esa competición y estos días en Sanxenxo ha estado sentado en un asiento habilitado para él".

Es duro ser el timonel en en esa competición y estos días en Sanxenxo ha estado sentado en un asiento habilitado para él

Juan Carlos I, en todo caso, espera estar en la mejor forma posible y ese objetivo sirvió, precisamente, para justificar su parada en Vitoria, donde se hospedó en la clínica de Eduardo Anitua. Personas que tratan con el monarca recuerdan que el Emérito, sometido a un tratamiento de corticoides, quiere "seguir en forma".

Regatas tras los negocios

Lo cierto es que, en esta última visita a España, el padre de Felipe VI apenas ha navegado tres horas a bordo de 'El Bribón', bien fuera por las condiciones climáticas, por su propio estado de salud... o por los verdaderos motivos de su viaje.

Tal y como llevan insistiendo las fuentes consultadas por este medio desde hace una semana, el principal objetivo de Juan Carlos I cuando partió de Abu Dabi con destino a Reino Unido antes de aterrizar en España era poner en orden sus propiedades y su herencia: "Ni a Londres fue a ver a Carlos III o al Real Madrid, ni a Sanxenxo a las regatas, ni a Vitoria a verse con dos médicos".

Ni a Londres fue a ver a Carlos III o al Real Madrid, ni a Sanxenxo a las regatas, ni a Vitoria a verse con dos médicos

En todos esos casos, afirman, vino a liquidar "asuntos económicos". Tampoco se ha olvidado del proceso de divorcio entre su hija, la infanta Cristina, e Iñaki Urdangarin. Por ese motivo, el Emérito contactó con el entorno del exduque de Palma para informarse de ese proceso, cerrar una serie de detalles, y revisar la existencia de posibles sociedades procedentes de sus negocios con Corinna Larsen.

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