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España

Ciudadanos se prepara para conducir un posible apoyo al PP tras el 26-J

El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, en el hemiciclo de la Cámara baja.

La aparición de encuestas de intención de voto que colocan a la suma de PP y C's en torno a los 176 diputados en el Congreso, lo que permitiría la conformación de un Ejecutivo estable, y el encallamiento del acuerdo PSOE-C’s si se convocan finalmente nuevas elecciones para el próximo 26 de junio, no pasan inadvertidos para la dirección de Albert Rivera. Si bien el principal objetivo de la cúpula naranja es conseguir que haya gobierno antes que tener que volver las urnas en dos meses, los estrategas del partido miran también al horizonte, algo "irremediable", apuntan fuentes internas, dada la cercanía (apenas diez días) del plazo límite para una eventual disolución de las Cortes.

Desde el fracaso de la mesa 'a tres' del pasado jueves, entre PSOE, Podemos y Ciudadanos, el partido centrista viene reclamando con más insistencia que nunca la participación del PP en las negociaciones a fin de poder desatascar esta legislatura. Sin embargo, aquí se están encontrando con la resistencia de los populares a sentarse con PSOE y C’s sin que antes lo haga el secretario general de los socialistas, Pedro Sánchez, con el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy. Pese a ello, y teniendo en cuenta las dos circunstancias antes descritas (encuestas y pacto bloqueado), el partido de Rivera no piensa desistir en intentar un acuerdo de los partidos constitucionales antes o después de unas nuevas elecciones.

En C’s, según las fuentes parlamentarias consultadas, son conscientes de que no sería complicado hallar el entendimiento con el PSOE si fuera otra vez necesario tras nuevos comicios. En cambio, con el PP ven mayor dificultad debido a los mensajes que han dirigido estos meses contra el presidente de los populares, advirtiendo de su incapacidad para liderar una nueva política por el lastre de la corrupción que salpica a su partido. Sin embargo, la formación de Rivera, apuntan las fuentes citadas, mantiene que las grandes reformas políticas que deben acometerse en el país requieren de la participación de los populares. Ante ello, C’s está readaptando su discurso para conducir un apoyo al PP si fuera imprescindible tras el 26-J.

El partido centrista viene reclamando con más insistencia que nunca la participación del PP en las negociaciones

De puertas hacia afuera, el vicesecretario general de C’s, José Manuel Villegas, ya admitió ayer -día de la detención del alcalde popular de Granada por presunta corrupción urbanística- que su partido no vetará a ningún candidato del PP, tampoco a Rajoy. Más allá de insistan en que el dirigente popular debe dar un paso a un lado para permitir que el PP "se regenere" y poder así encarar la nueva etapa política. "Quien no puede limpiar su casa no puede limpiar España", le espetó Rivera a Rajoy en el pasado debate de investidura.

Aun así, el número dos de Rivera negó este miércoles que Ciudadanos imponga la retirada de Rajoy para acercar posturas, algo de lo que ya informó Vozpópuli el fin de semana. "No planteamos que los negociadores del PP tengan que asumir de entrada ninguna posición sobre personas", declaró Villegas en la Cámara baja.

De puertas hacia dentro, Rivera no descarta dar más pasos para conseguir que los populares envíen un equipo de trabajo que dialogue con ellos y con los socialistas sobre el acuerdo de gobierno que firmaron estos dos partidos n febrero. En esa mesa, pedirían a los interlocutores del PP que indicaran qué medidas pueden compartir y cuáles no. Entre esos pasos, según fuentes del entorno del dirigente naranja, estaría incluso una llamada telefónica de él mismo a Rajoy con la intención de desenredar la situación actual. Hasta ahora, Rivera ha pedido al jefe del Ejecutivo en funciones que autorice a los suyos a negociar. El presidente de C’s, revelan las mismas fuentes, no cree conveniente una reunión de líderes. De hecho, no asistiría, ya que vería ese encuentro como "un paripé más".

Sánchez no negociará con un PP sin Rajoy

A diferencia de Rivera, su socio, Pedro Sánchez, señala que no negociará con el PP una formación de Gobierno tras el 26-J, incluso aunque no esté Rajoy. El líder socialista, que ahora rechaza de plano una interlocución con los populares sobre la gobernabilidad del país, mantendría tal oposición después de unos nuevos comicios. Así lo adelantó ayer en una entrevista en Telecinco, donde insistió en que, a su juicio, el PP necesita "renovar el liderazgo".  Con todo, Sánchez afirmó que siempre está abierto al diálogo y puso en valor los acuerdos de Estado que tiene con el PP, por ejemplo, contra el terrorismo. Dicho esto, acto seguido, volvió a remarcar que "la corrupción" y las "políticas de desigualdad de los populares" hacen inviable cualquier intento de gran coalición.

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