El Gobierno está impulsando en el Congreso el debate para rebajar la edad del voto a 16 años. El asunto está en la mesa de la subcomisión que se creó para estudiar cambios en la Ley Electoral. El objetivo de la coalición es intentar modificar la ley antes del final de la legislatura, pero fuentes parlamentarias de Unidas Podemos explican que está "parado" y no ven factible que el asunto salga adelante. Eso sí, estas mismas fuentes reconocen que el objetivo de bajar la edad legal del sufragio es beneficiar a los partidos 'nuevos' como el propio Podemos o Vox, el favorito entre los jóvenes de 18 a 24 años.
No obstante, estos partidos manejan más motivos para ello. En concreto, los mismos que sintentizan el Consejo de la Juventud de España. Uno de los fundamentales es terminar con la exclusión del cuerpo electoral a una parte de la población, a la que se la está privando de un derecho a la participación política básico, así como de la capacidad para traducir sus intereses en políticas públicas. Los defensores de esta medida esgrimen, además, que las personas con 16 años ya gozan de otros derechos y obligaciones, como abortar o trabajar legalmente.
Los politólogos apuntan un tercer motivo: un hipotético aumento de la participación electoral, aunque esto último no está del todo claro, ya que hay estudios que apuntan que los jóvenes son quienes suelen abstenerse de manera más habitual. Aunque el Consejo de la Juventud se encarga de rebatirlo: "Los que tienen entre 16 y 17 años es el grupo de edad más reacio a participar en debates políticos y a afiliarse a partidos políticos. La motivación para participar activamente en los procesos de decisiones es mucho más baja cuando no se tiene la posibilidad de influir. Y rebajar la edad del voto a los 16 propiciaría una mayor participación de los y las jóvenes en la vida democrática".
Una ley que casi todos quieren cambiar
Por todo ello, la estrategia de la juventud 2030 que aprobó el Gobierno esta semana establece que el Ejecutivo estudiará "rebajar la edad para el sufragio activo y pasivo a los 16 años y 17 años para equilibrar el peso demográfico y electoral de los jóvenes y promover su liderazgo". "Creo que nuestros jóvenes tienen muchos deberes y obligaciones pero pocos derechos. Hay que abrir un debate fundamental que es una reivindicación histórica", expuso la directora del Instituto de la Juventud, María Teresa Pérez.
En verdad, el gran trabajo de la subcomisión en el Congreso para cambiar la Ley Electoral es acabar con el conocido como voto rogado. Es más, fue lo que llevó a los socios del Gobierno a crear la subcomisión. Ambos partidos impulsaron el año pasado una proposición de ley para eliminar el requisito que desde 2010 se exige a los residentes españoles en el exterior para poder votar en las elecciones. Es decir, registrarse en el CERA (Censo Electoral de Españoles Residentes Ausentes) para mostrar su voluntad de ejercer el voto a través de una solicitud en la Oficina del Censo Electoral.
El PP también propuso al PSOE, que solo quiere tocar el voto rogado, modificar la ley para terminar con los periodos de bloqueo político. Los populares plantearon a los socialistas establecer una prima de escaños al partido ganador. En un sentido similar basó Ciudadanos su petición. Los naranjas no quieren que la gobernabilidad de España recaiga en los partidos independentistas. Y, por eso, quieren que sea necesario un 3% de los votos para lograr un escaño. Mientras que Podemos plantea, además, cambiar el sistema de reparto de escaños por otro más proporcional.
Las particularidades de Vox
Vox es el partido que más peros le pone a la ley electoral. Y es que los de Santiago Abascal proponen la reforma "del sistema electoral para que valga lo mismo el voto de todos los españoles y los Diputados respondan ante los electores y no tanto ante los partidos políticos".
No obstante, comparten con Ciudadanos el objetivo de quitarle peso al voto a los partidos nacionalistas e independentistas. Por eso pretenden que "una parte de los Diputados serán elegidos en distrito único nacional". Eso sí. Vox también pide la supresión de las cuotas en las listas electorales "por sexo o por cualquier otra causa". "Cada partido las elaborará de acuerdo a las decisiones de sus militantes", zanja.
