Cuatro años de la pandemia: dos millones de españoles con covid persistente

Este pasado 14 de marzo se cumplieron cuatro años desde que se declaró el estado de alarma en nuestro país por la llegada de la pandemia. Calles vacías, todo el mundo en casa, sin salir a la calle, el aplauso a las 20.00 horas en apoyo al trabajo que estaban haciendo todos los sanitarios... Parece que ha pasado mucho tiempo desde ese momento y algunos hasta lo han dejado olvidado en su memoria. Sin embargo, hay otros que todavía sufren los efectos de esta enfermedad. Y son esas personas con covid persistente.

Según recoge EFE, actualmente en España existen dos millones de ciudadanos que arrastran covid persistente. Se trata de una cifra que llama especialmente la atención. Cada día, todas esas personas si tienen que enfrentar a médicos de Atención Primera que se resisten a reconocer esta enfermedad o especialistas. La encuesta de la SEMG, que recoge el impacto del covid persistente en el ámbito laboral, revela que un 29% de los afectados están de baja laboral, mientras que un 19% trabajan con muchas limitaciones. Tan solo un 15% puede desempeñar su trabajo con total normalidad.

Una de las grandes preguntas es: ¿cuáles son los síntomas del covid persistente? Te contamos todos y cada uno de ellos.

Los síntomas del covid persistente

Tal y como se explica en la web de la Asociación Madrileña de Covid Persistente (AMACOP) se han llegado a detectar más de 200 síntomas distintos en pacientes de covid persistente que incluye tanto síntomas generales como neurológicos, cardiovasculares, respiratorios, musculoesqueléticos, digestivos, psicológicos, dermatológicos u oftalmológicos, entre muchos otros. Estos algunos de todos ellos:

• Respiratorios: sensación de falta de aire o disnea, tos persistente, dolor en el pecho.
• Generales: malestar general, fatiga, dolor muscular y articular, mareos, fiebre, debilidad...
• Dermatológicos: urticaria, caída de pelo, cambios en la piel, picores, alergias...
• Digestivos: diarrea, dolor de estómago, pérdida de apetito.
• Neurológicos: dolor de cabeza, trastornos del sueño, problemas de memoria, hormigueo, dificultad para hablar, alteraciones en el gusto y el olfato...
• Cardiovasculares: cambios en la tensión arterial o palpitaciones.
• Psiquiátricos y emocionales: depresión o ansiedad, estrés postraumático...
• Oídos, garganta y ojos: pitidos en los oídos, ojos secos, dificultad para tragar...
• Reproductivos o endocrinos: cambios en los ciclos menstruales o alteración en la glándula tiroides.