S'ha Acabat: "Antes nos tiraban cosas, ahora sacan nuestras caras y revelan nuestra vida"

La plataforma constitucionalista que se forjó en el ámbito universitario en pleno 'procés' para combatir el secesionismo ha elegido a su nueva presidenta. S'ha Acabat relevó en enero a su líder, Júlia Calvet, por Andrea Llopart en su IX Asamblea General de la plataforma. Llopart arrasó con el 97,15% de los apoyos. El grupo de jóvenes constitucionalistas, cuya misión sigue siendo encarnar una oposición al separatismo en las universidades catalanas, encara este año con el horizonte de las elecciones catalanas y las europeas, para las que quieren movilizar el voto juvenil. El arranque de esta nueva etapa, Llopart atiende a Vozpópuli para contar cómo los ecos del 'procés' toman otra forma con una violencia menos explícita, y un arranque de año que viene acompañado, de momento, con el estreno de su documental, 'El Precio de la Libertad' a el próximo 22 de febrero en los cines Mobby Aribau en Barcelona.

¿Qué perspectivas tenéis para 2024?

El problema que tenemos ahora es que hay poca gente activa de los 18 a los 20 años que siga en S'ha Acabat después de los peores años en la Universidad. Este año queremos seguir trasladando el mensaje de lo que somos a través de un acto en marzo, con la proyección del documental en la Autónoma y luego ampliar a otros temas. Nos gustaría hablar de cosas nuevas. Por ejemplo cuando acabamos la Universidad y mucha gente se marcha a Madrid a buscar trabajo. O gente de toda España que no viene a estudiar a Cataluña, si no es en la privada, porque el catalán es una barrera. Queremos hacer mesas redondas de ejemplos vividos. De, por ejemplo, un autónomo que intenta montar una startup y va a Madrid porque tiene más facilidades. Reflejar cómo Cataluña ha pasado de ser un motor en los años 80 y 90 a que ahora Madrid se haga más atractiva.

Están también las elecciones europeas en junio, la Comisión y el Parlamento han ido lanzando iniciativas para movilizar el voto joven...

Vamos a hacer un acto también de las elecciones europeas. Tenemos un grupo de 20 personas en la Universidad para organizarlo, la idea es que sean dos o tres actos. Esa es la idea también con el documental, es importante recuperar la base joven. Se siguen haciendo cosas pero por lo general ya no es la misma resistencia a la que había cuando hacían barricadas en 2017 y tenían las aulas cerradas. Por eso el evento del documental será una cosa grande. Se está extendiendo. Nos han llamado concejales de pueblos para ver cómo lo pueden proyectar y vamos a dar un e-mail de contacto para que los profesores que quieran lo proyecten. Se trata de una 'peli' que está muy bien hecha, con imágenes nuestras y financiada con donativos. Lo hemos hecho con 9.000 euros y es una pasada.

¿Sigue siendo el mismo tipo de acoso en la Universidad?

Durante el 'procés' bloquearon las Universidades y se 'cebaban' si querías entrar. Ese acoso era violento. Te tiraban de todo, cosas como sillas para bloquearte el paso. El rector no hacía nada y dejaba vía libre para que hicieran lo que quisieran para evitar problemas. Ese fue el momento más álgido y por eso nacimos. Luego vinieron los ataques a nuestra carpa en actos. Te arrancaban los carteles de las manos cuando los intentabas poner en la pared. Yo les decía que tenían toda la Universidad empapelada con sus pancartas, que por qué nosotros no podíamos poner las nuestras. Nos los quitaban y nos gritaban a la cara 'fascistas'. En esos momentos era difícil que más personas que pensaban como nosotros se acercaran. Lo más fácil es que haya jóvenes combativos pero la típica chica normal a la que también le indignaba no se unía por miedo. Nos daban mucho apoyo en redes sociales por eso.

En esos momentos era difícil que más personas que pensaban como nosotros se acercaran. Lo más fácil es que haya jóvenes combativos pero la típica chica normal a la que también le indignaba no se unía por miedo. Nos daban mucho apoyo en redes sociales por eso.

Daba mucha pena, porque ojalá se hubiera dado el clima para luchar por los derechos pero de una manera más tranquila. Ahora sigue pasando. Los actos en la Universidad de normal se aprueban en una semana. Nosotros, para el acto de la Autónoma solicitamos el permiso el día después de Reyes. Aún estamos esperando confirmación. Nos ponen muchas trabas. No se ve la actitud bélica que había antes pero seguimos con un cordón de los Mossos en la carpa cuando es la Feria de las Asociaciones. No es democrático. Ha habido una escala a menos de los ataques, a los rectores les da miedo que se repitan las imágenes. De hecho tenemos el juicio este martes sobre los ataques que sufrimos en febrero de 2022 en la Universidad Pompeu Fabra (la Fiscalía pedía 3 años de cárcel para cuatro estudiantes independentistas por expulsar con patadas a miembros de S'ha Acabat).

Sánchez ve la amnistía como una "herramienta imprescindible para la convivencia". ¿Existe esa convivencia?

No porque hay que seguir siendo contundentes. Porque ahora les da miedo, saben cuales son las consecuencias. Los ataques ahora son más con pintadas. Es diferente. Se saben nuestras vidas, cómo vivimos, saben todo y nos siguen. Saben perfectamente quién soy, dónde estoy afiliada y dónde vivo. A veces, con motivo de algún acto de S'ha Acabat sacan una fotografía con nuestras caras en una infografía. Ponen detalles de los partidos a los que estamos afiliados. Otros detalles que se distorsionan. Que si yo soy amiga de Manu Reyes. Que si soy ultracatólica. Que si el otro parece un señor de 50 años y va al Valle de los caídos. Y en realidad sí que estoy abierta a hablar. Un día, colgando un cartel en la Universidad, un chico de Arran me lo quitó de las manos y empezó a gritarme. Le dije que no me conocía como para empujarme. Le dije: "Si quieres debatimos". Más tarde me lo volví a encontrar en la Universidad. Me dijo que respetaba esa actitud porque no era sectaria pero que no era la generalizada en nosotros. Y yo le dije que los sectarios eran ellos. Se tratan de las juventudes de ANC o la CUP, que al final son jóvenes 'cachorros' de los partidos secesionistas.

¿Tenéis algún tipo de apoyo político a nivel financiero?

Nosotros nos llevamos muy bien con los tres partidos constitucionalistas: Vox, PP y Ciudadanos. Si es cierto que no nos lucramos de ninguno, sino solo con donantes. No queremos de partidos políticos. Alguna asociación nos da dinero pero por lo general trabajamos en colaboraciones. Hace poco por ejemplo Ciudadanos nos llevó a Bruselas a conocer las instituciones, ese tipo de cosas sí. Las asociaciones independentistas son otra cosa. Ellos sí tienen muchísimo dinero y la Generalitat da subvenciones públicas a organizaciones dependientes como Plataforma Per La Llengua. Cualquier asociación universitaria que vaya con eso por delante, en defensa del catalán, se lleva las ayudas. Nosotros alucinamos cuando nos pasan el listado de las asociaciones en las universidades. Vemos cifras de 9.000 o 11.000 euros, es un montón de dinero.

Con el año electoral decisivo en Cataluña, ¿alguno de vosotros ha pensado en dar el salto a la política?

Es cierto que alguno ya ha pasado. En las municipales había listas y yo tuve la oportunidad. Pero no quise. Siento que soy muy joven para estar involucrada en política, y muchos lo pensamos. Al meterte en un partido dejas tu carrera profesional y te centras en eso. A veces los partidos tienen ambientes asfixiantes. Creo que tenemos que estar haciendo política desde aquí y ayudar a los partidos a sacar buena representación pero no quiero dar el salto. Los jóvenes tenemos que formarnos e involucrarnos, pero con un perfil de segunda línea. Si te vas a política con 24 años puedes cobrar mucho más de lo que lo harías con tu primer trabajo pero creo que hay otra forma. Animo a los jóvenes a involucrarse en política pero también complementándolo con el ámbito laboral, no es incompatible. S'ha Acabat es eso. De cara a las catalanas estamos a la disposición de los tres partidos.