El profesorado catalán estalla contra el Govern por excluirles del debate tras el informe PISA

"Cada día en las aulas públicas hay 500 sillas vacías de docentes". Es una de las drásticas afirmaciones que ha hecho este miércoles la Unión Sindical de Trabajadores de la Enseñanza de Cataluña, USTEC, tras haber valorado la respuesta del Departament de Educació a los resultados del PISA, que dejan Cataluña a la cola del nivel formativo del alumnado nacional. Una afirmación que refleja la lejanía entre las medidas políticas por parte del Govern y la realidad del sector educativo en las escuelas públicas catalanas, y entre las que se encuentran las malas retribuciones de los profesores, "los peores pagados del Estado", según el sindicato, la exclusión de profesorado por el Decreto de plantillas que figura en la Ley de Educación Catalan, por la que el director escoge hasta la mitad de los funcionarios favoreciendo la arbitrariedad o la devaluación del plan de estudios de magisterio.

La realidad del profesorado catalán, apuntan, ha dejado un escenario generalizado de desmotivación y mal ambiente en los centros por la falta de participación de todos los ámbitos implicados, desde el profesional docente hasta los sindicatos de estudiantes. Las malas condiciones, desprestigio y exclusión son los ingredientes de un elevado número de vacantes en los colegios, que además se encona por los elevados ratios de alumnos por clase. En este contexto han llegado los resultados del PISA y la creación de un grupo de expertos por parte del Departament de la Generalitat para elaborar un plan de acción que, sin embargo, se ha 'olvidado' incluir a la parte directamente implicada: la 'voz' de los profesores. La USTEC es el sindicato más representado con más de 34.000 docentes.

El grupo de expertos, una "cortina de humo"

La creación del grupo de expertos es una pantomima, han argumentado en una rueda de prensa en su sede en Barcelona: "La creación del grupo de 18 expertos que deben proponer medidas y cambios a corto y medio plazo a la educación catalana es una pantalla, una cortina de humo, para no reconocer los errores. El Departamento desvía la atención y centrifuga responsabilidades. Este grupo ha sido elegido a dedo con una clara intención de anticipar sus conclusiones y supone desterrar los espacios donde están los legítimos representantes de la comunidad educativa: mesa sectorial y consejo educativo de Catalunya", aseguran.

Critican como poco trasparente que cada uno de estos representantes elegidos provenga desde su vinculación política. En respuesta a esta realidad, el sindicato va a aglutinar en un debate amplio a representantes educativos que actúen como 'grupo de presión' paralelo al grupo de expertos para proponer medidas consensuadas en la mejora de la educación catalana que rebata al grupo de expertos tras el silencio total de Educació a sus demandas. Entre el decálogo de propuestas para mejorar los resultados educativos, argumentan, está el aumento del presupuesto de la educación pública al 6% del PIB, derogar el decreto de plantillas, un nuevo plan de estudios de magisterio y máster de profesorado, generar mecanismos para que docentes con experiencia ejerzan como profesores universitarios, implementar la escuela inclusiva en la pública con una reducción urgente de ratios y un amento de recursos, dejando fuera las ayudas de la Generalitat a la concertada para este fin de manera paulatina.

En el sector aumenta cada vez más la irritación con el Departament y el sindicato ha asegurado que ha tenido que forzar las negociaciones de la parte social en el ámbito educativo porque con la entrada de la Consellera Simó las negociaciones se congelaron. "Tenemos un Departamento enrocado que no escucha al colectivo", concluyen.