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La campaña de Ferran por descubrir si su gemelo fue un bebé robado: "Quiero la verdad"

Ferran nació en julio de 1977. Los médicos le dijeron a su madre que el gemelo que venía con él falleció durante el parto. Las incoherencias de la historia llevaron a la familia a comenzar una búsqueda del bebé. Después de agotar todas las vías legales, han lanzado una campaña en redes para ver si le encuentran

Ferran gemelo
Ferran, que busca a su hermano gemelo, junto al resto de su familia Cedida

Desde que dio a luz a su segundo hijo varón, Concha sabía que algo raro había ocurrido en el parto y las horas posteriores. Durante todo el embarazo, su médico, pese a las intuiciones de madre por ser su quinto parto y el tamaño y el movimiento de su barriga, le decía que no estaba embarazada de gemelos. El día del nacimiento, el 8 de julio de 1977, su ginecólogo no pudo atenderla. Tras nacer un primer bebé, Ferran, Concha se preocupó porque era muy delgadito. Lo siguiente que recuerda es despertarse tres horas después con la noticia de que, efectivamente, venían gemelos y que el segundo había fallecido en el parto. Y nadie pudo verlo.

"Durmieron a mi madre sin informarle de ningún tipo de complicación. Ni siquiera cuando despertó le respondieron las dudas. Solo sabemos que nació otro bebé que nunca vimos, que no nos respondieron dónde estaba el cuerpo y que en la historia oficial hay muchas incoherencias", cuenta a este periódico Puy Navarro, hermana mayor de Ferran.

Ferran y Puy

Durante toda su vida, la familia vivió creyendo la versión oficial que les daban los médicos, pues nadie hablaba entonces de bebés robados. Pero tras la muerte del padre, en el año 2016, y cuando la hermana mayor comenzó a interesarse por todas las informaciones que se habían publicado a lo largo de los años sobre robos de bebés, las sospechas de la familia aparecieron, aunque la matriarca confesó entonces que en el fondo de su corazón siempre había sospechado que algo "extraño había pasado".

Después de atar cabos y solicitar información a SOS Bebés Valencia, comenzó la batalla de Ferran y su hermana mayor, Puy, para tratar de descubrir si la versión del médico era la verdadera o si realmente tenían un hermano, gemelo de Ferran, robado. Tras gastar todas las vías legales y seguir los pasos que les dieron desde SOS Bebés Valencia (investigar primero el cementerio donde supuestamente enterraron el cuerpo en una fosa común, después analizar los registros del hospital y por último poner una denuncia en el Grupo de Menores (GRUME)), ahora juegan su última bala: hacer una campaña de redes y prensa para ver si así le encuentran.

Ferran con su madre

Las incoherencias del caso

Son varias las sospechas que, más allá de la anestesia y el misterioso embarazo, parto y posterior supuesto fallecimiento del bebé, les han llevado a meterse en esta lucha por "descubrir la verdad".

Concha había perdido dos años antes otro varón, que curiosamente también se llamaba Ferran. Aunque triste, fue una pérdida dentro de la normalidad. Ese año, el matrimonio compró un nicho en el cementerio, para enterrarle a él y posteriormente al resto de la familia. Cuando les informaron del fallecimiento del segundo bebé, los padres solicitaron poder enterrarle en el nicho. Pero no solo les negaron ver el cuerpo, sino que aseguraron que ya lo habían enterrado ellos, sin el permiso de los progenitores, en una fosa común del cementerio, cuando solamente habían pasado unas cuantas horas desde el parto.

Cuando investigaron en el cementerio, les informaron de que el 8 de julio de 1977 no había llegado ningún bebé fallecido. Sí descubrieron en el registro que tres días después llegó al cementerio un "feto varón de Concepción Amador, sin lugar de procedencia". "No decía que venía del hospital", cuenta su hermana.

Cuando solicitaron los papeles en el hospital, en la clínica les dijeron que el historial clínico de la madre "no estaba porque hubo un incendio y se quemó". Sí encontraron, en cambio, un papel firmado por el padre en el que se certificaba la muerte del bebé. "Pero como falleció antes de que iniciáramos la búsqueda, nunca podremos preguntarle si fue consciente de lo que firmaba", cuentan Puy y Ferran.

Ferran Navarro Amador

Las vías legales, agotadas

Los hermanos ya han agotado todas las vías legales. El primer revés se lo llevaron al desestimar el Ayuntamiento de Valencia la exhumación de la cajita del bebé. Después, el caso llegó a la Fiscalía General del Estado, donde pusieron una denuncia conjunta con 50 supuestas víctimas, de la mano de la Fundación Baltasar Garzón. En esta ocasión, la demanda en conjunto fue aceptada, pero cada caso se trató de manera individual en la Fiscalía Provincial de su respectiva Comunidad Autónoma y la causa de los Navarro Amador fue desestimada en Valencia.

Actualmente, el caso está en el Tribunal Constitucional y, aunque las esperanzas no son muchas, no piensan tirar la toalla. Es el último paso antes de dar por agotadas las vías legales en España; entonces, el siguiente paso será ir a Europa. "Yo ya no quiero justicia; solo quiero saber la verdad de qué pasó con mi hermano", cuenta Ferran, que para él sería "impresionante" descubrir que existe "otro yo".

Busco a mi gemelo

Viendo las pocas esperanzas de conseguir algo por la vía legal, la familia ha creado una campaña en redes sociales para ver si así le encuentran, aunque son conscientes de que es posible que la historia de los médicos sea real, pese a las incoherencias, y que efectivamente el bebé falleciera. "Pero si todo lo que siempre hemos creído es mentira, el camino habrá merecido la pena", señala Ferran.

La familia Navarro Amador

Así, han creado la campaña 'Busco a mi gemelo', a través de una web y diferentes redes sociales, como Instagram, con el fin de llegar al máximo número de personas y tratar de contactar con 'el otro yo' de Ferran.

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