Las horas más bajas de Calviño: el PSOE le acusa de complicar los Presupuestos

No corren buenos tiempos para la vicepresidenta económica Nadia Calviño. A la presión de los organismos internacionales, que uno tras a otro rebajan las expectativas de crecimiento de España, se suma ahora el fiasco del llamado Netflix catalán en la ley audiovisual. Esa ley traspone una directiva europea. Y Calviño frenó la cuota pactada con ERC al considerar que el marco comunitario no ampara la obligatoriedad de que Netflix, HBO y otras plataformas produzcan un 6% de sus contenidos en catalán.

La intervención de Calviño no ha gustado a un sector del PSOE, según fuentes consultadas por Vozpópuli. "Calviño resolverá muchos problemas en Europa, pero a veces nos los crea aquí", dicen estas fuentes. Desde La Moncloa explican que se sigue negociando con ERC y sus aliados de investidura una fórmula para "proteger" estos idiomas en la nueva ley. La palabra que ha desaparecido del discurso del Gobierno es "cuota".

El fiasco de este pacto, que supuestamente desbloqueó el apoyo de ERC a los Presupuestos, ha obligado al PSOE a mantener la vía de diálogo abierta para evitar problemas en el Senado. Al igual que el año pasado, el Gobierno ha optado por tumbar todas las enmiendas en la Cámara Alta. El objetivo es que queden aprobados en el Senado sin tener que volver al Congreso.

Calviño y el coste de los Presupuestos

"Seguro que esto no has costado algo", lamentan desde el PSOE. Los socialistas quieren pasar cuanto antes la página de las cesiones a nacionalistas y separatistas y centrarse en los fondos europeos, cuyos principales proyectos acumulan un retraso considerable.

Calviño dijo hace unos días en Onda Cero que el Gobierno busca una ley "equilibrada" que impulse el sector y defienda la cooficialidad de las lenguas españolas. Además, aseguró que el Ejecutivo está "totalmente" abierto en el proceso de negociación con ERC "como siempre hacemos". "Ahora el diálogo está en Parlamento y tenemos actitud abierta y respetuosa con todos los grupos parlamentarios", afirmó. "Pero toda negociación tiene un límite con la directiva comunitaria, aunque dentro de ese marco trataremos de tejer la mejor ley posible".

Estos reproches del PSOE se suman al choque casi permanente de Calviño con Unidas Podemos. La tensión entre la vicepresidenta y su socio morado afecta a varios frentes. El último, a cuenta de la participación del PSOE en la reforma laboral. Podemos afeó a Calviño el freno que ponía a las propuestas de la vicepresidenta y ministra de Empleo, Yolanda Díaz, en la comisión delegada de Asuntos Económicos que preside Calviño como responsable del área económica del Ejecutivo.

Los dos partidos resolvieron la crisis pactando una metodología de reuniones y prerreuniones entre varios ministerios para consensuar una postura única de cara al diálogo social con patronal y sindicatos. Podemos siempre ha sostenido que Calviño representa solo los intereses de los empresarios en esta compleja negociación.

¿Cuánto crece la economía española?

La presión crece para Calviño en las últimas semanas. Esos Presupuestos, que a Pedro Sánchez le cuestan sangre, sudor y lágrimas, se sustentan en un cuadro macroeconómico poco creíble. La vicepresidenta enfrenta una oleada de revisiones a la baja de las cifras de crecimiento en España.

El panel de Funcas, que agrupa las estimaciones de una veintena de organismos económicos, arroja ahora una subida media en el PIB del 4,8% en 2021, lo que supone 1,4 puntos menos de lo previsto en septiembre, hace tan sólo dos meses.

Hasta septiembre, el panel de Funcas esperaba un crecimiento de la economía española del 6,2%, en línea con el 6,5% estimado por el Gobierno en abril. Calviño mantiene el 6,5%, a pesar de que casi el consenso de los organismos hayan empeorado sus perspectivas a raíz de que el INE revisara a la baja la cifra de crecimiento del segundo trimestre -desde el 2,8% hasta el 1,1%- y estimara un tibio repunte del 2% en el tercero. A pesar de esta presión externa para que el Gobierno revise sus previsiones a la baja, Calviño insiste de momento en que España será "uno de los motores de crecimiento" en Europa en 2022.