España

Las asociaciones agricultoras alemanas utilizan Doñana para hundir la fresa española y vender la suya

La campaña de boicot liderada por Campact recoge ya más de 150.000 firmas y hace peligrar el producto onubense en el mercado alemán

Fresas de Huelva. EP

Esta semana la asociación alemana Campact, que lucha por mejorar las condiciones de los ciudadanos de dicho país, comenzó una campaña de boicot a las fresas de Huelva. La petición, a la que se han sumado a día de hoy más de 150.000 personas, consiste en eliminar este producto de los supermercados alemanes. Entre esos establecimientos se encuentran algunos nombres muy reconocidos como Lidl, una de las cadenas más exitosas dentro del panorama español.

El motivo por el que Campact, supuestamente, quiere realizar esta campaña de boicot es claro: salvar Doñana. Pero esta iniciativa va más allá de un intento por salvar el parque nacional de la sequía, ya que hay intereses comerciales ocultos. Así lo afirman desde COAG, desde donde hablan de "guerra comercial encubierta" y acusan a la asociación germana de llevar a cabo una estrategia para eliminar el producto español del mercado alemán y dar prioridad al producto autóctono.

Esto se respalda con datos: dentro de las exportaciones internacionales de la fresa de Huelva, Alemania concentra el 30% de las mismas, dejando en un segundo plano a la producción nacional. Además, esta iniciativa coincide, casualmente, con el momento en el que las fresas alemanas y belgas salen al mercado. Por lo tanto, salvar Doñana se convierte en una mera excusa para eliminar la producción onubense del mapa y dejar vía libre al resto de agricultores.

Desde Interfresa (Asociación Interprofesional de la Fresa Andaluza) se ha lanzado un comunicado contra lo que se exige en esta campaña al considerarla “insidiosa y dañina para el conjunto de la industria de la fresa y los frutos rojos y de sus trabajadores”, alegando que la información recogida en su descripción es falsa.

Además, se pide la actuación del panorama político “en aras del interés general” para evitar que los agricultores y el propio producto se vea aún más perjudicado, mientras otros sindicatos prefieren no dar más respuestas y se limitan a lo expresado en el comunicado.

Campact ataca Doñana, pero olvida al agricultor alemán

Lo que no se está planteando es que el boicot afectaría a los 160.000 agricultores que, de manera directa o indirecta, se dedican al negocio de la fresa en la región de Huelva.

Aunque parece ser que la situación de los agricultores españoles no es lo único que queda en el olvido en la campaña de Campact, sino que también se deja de lado la propia problemática agrícola del país del que proviene la petición, Alemania. 

A comienzos de este año 2023, medio centenar de tractores recorrieron las calles de Berlín con el fin de luchar por un cambio en los modelos agrícolas alemanes, pidiendo, entre otras cosas, más tierras para el cultivo de alimentos de consumo humano o precios más justos para los propios productores. También han salido a la luz datos recientes que revelan que en Alemania se cierran en torno a seis granjas al día, precisamente por estos altos costes a los que se ven sometidos los agricultores. 

La asociación ciudadana Campact se ha mantenido en silencio ante estos dos hechos. No existe ninguna campaña abierta en su plataforma web, donde sí se están recogiendo firmas para boicotear la fresa española. 

Este hecho denota una mayor preocupación por parte de esta organización por cerrar el mercado a productos del extranjero en lugar de preguntarse cómo poder mejorar la situación de sus propios agricultores y estimular así la producción nacional.

Pese a que Campact olvida a los agricultores alemanes en esta campaña, de manera colateral, serían los únicos beneficiados por este boicot. Porque finalmente, los verdaderos afectados serían los productores españoles, para los que ya se piden soluciones desde distintas instituciones.