La manifestación anti-OTAN, convocada por la plataforma estatal 'OTAN no', ha reunido esta mañana a 2.200 personas por las calles de Madrid, según el último dato de asistencia proporcionado por la delegación del Gobierno. Por su parte, la marcha contra la ley del aborto, que ha sido organizado por 200 asociaciones provida, ha conseguido congregar a unas 25.000 personas, tal y como informa la misma fuente. Aparte de estas dos concentraciones, Madrid ha acogido una tercera movilización en defensa de la comunidad ucraniana.
Los convocantes de la marcha anti-OTAN tenían prevista una participación de unas 2.000 personas. La polémica radicaba en el respaldo de socios del Gobierno, como Izquierda Unida. A su vez, también ha participado en esta concentración el secretario de Estado para la Agenda 2030 y líder del PCE, Enrique Santiago. Todo ello a escasos días de que se celebre en Madrid la Cumbre de la OTAN.
Durante la marcha en contra de la Alianza Atlántica, los manifestantes han entonado distintos cánticos a favor de la paz, entre ellos el lema de la convocatoria "Por la paz: OTAN no". Como respuesta a la manifestación, la ministra de Defensa, Margarita Robles, ha criticado a los organizadores y a los participantes, de los que ha dicho que "la paz no es patrimonio de ellos".
Podemos, que originalmente no apoyaba la Cumbre, ha preferido mantener un 'perfil discreto' y ninguno de sus altos mandos ha acudido a la manifestación. Desde el partido argumentan que al igual que la representación de la formación política en la reunión de la OTAN será modesta, también lo será en esta protesta. Añaden además que, aunque comparten el espíritu antimilitarista, mantienen una posición prudente para no generar controversia en la coalición. Esta marcha representa el colofón final a la contracumbre contra la OTAN organizada por el colectivo, que se ha celebrado a lo largo de este fin de semana.
El recorrido en defensa de la paz ha comenzado a las 12 y ha discurrido entre Atocha y Plaza de España. Por su parte, la marcha a favor de la comunidad ucraniana ha comenzado a las 11.30 en Colón y ha acabado en la Plaza de Cibeles. Por último, la manifestación provida, la más multitudinaria de las tres, ha arrancado a las 12 horas en la Glorieta de Bilbao, ha avanzado por Sagasta y Génova y ha terminado en la Plaza de Colón, donde se ha leído un manifiesto a favor de la vida.
Las peticiones de los organizadores
Entre las principales peticiones de los organizadores y manifestantes, destaca la eliminación del presupuesto para el Ejército. En este sentido, durante la manifestación se están escuchando los lemas 'No a los presupuestos militaristas. Vuestras guerras no las pagamos' y 'Bases (militares) fuera'.
En el manifiesto que se ha leído al final del recorrido, han defendido un nuevo sistema de seguridad desmilitarizado, han hecho un llamamiento a la renuncia a la violencia como medio de resolución de conflictos y a reconvertir toda la industria militar y van a pedir la reorientación de los gastos armamentísticos para reforzar las políticas públicas en salud, educación, vivienda, cuidados e igualdad.
El texto exige, además, la disolución de la Alianza Atlántica, a la que califican de una "amenaza para la paz", y demandan una reducción del gasto militar por parte de los estados, frente al compromiso que se abordará en la Cumbre de la OTAN de elevarlo sobre un 2% del PIB.
Manifestación provida
De las tres manifestaciones que han tenido lugar este domingo en Madrid, la más multitudinaria ha sido la organizada por las asociaciones provida. En el texto de la convocatoria, consultado por Europa Press, los impulsores de esta marcha expresaron su "más absoluto repudio" a la nueva reforma de la regulación del aborto. Concretamente, denuncian que se elimine el consentimiento paterno para las menores de entre 16 y 18 años. "Estamos ante un recorte más, de los que vienen produciéndose, de la patria potestad totalmente inaceptable y peligroso", aseguran los convocantes.
Además, consideran que "unir la práctica del aborto de menores, con la supresión de lo que ya era un menguado y limitado periodo de reflexión" es una "grave irresponsabilidad" y rechazan "la limitación del derecho a la objeción de conciencia de la ley, que obliga al señalamiento oficial de los objetores, con todo lo que de discriminación para su vida profesional conlleva".
