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España

El último capítulo de la agresión de Alsasua: un menor absuelto y otra pendiente de juicio

Imagen del juicio a los ocho acusados de agredir a dos guardias civiles y sus parejas en octubre de 2016 en Alsasua.

La Audiencia Nacional zanjó el mes pasado que la agresión a dos guardias civiles y sus novias hace más de dos años en un bar de Alsasua (Navarra) no era terrorismo. Confirmaba también las penas de entre dos y 13 años para ocho acusados. Sin embargo, en segundo plano y de forma más discreta, la Justicia también investigó en paralelo a dos personas más de las que apenas han trascendido datos. La razón es que eran menores de edad cuando sucedieron los hechos.

Son un chico y una chica y representan el último fleco pendiente de este suceso. Hasta ahora han corrido una suerte dispar, según los datos recabados por Vozpópuli a través de diversas fuentes de la investigación. El primero se encuentra exonerado al no haber pruebas de su participación en los hechos y la segunda aún está pendiente de juicio a la espera de saber qué juzgado es el competente una vez la Audiencia Nacional ha descartado el móvil terrorista.

Ambos son vecinos de Alsasua y estaban en el bar Koxka donde sucedieron los hechos la madrugada del 15 de octubre de 2016. Su implicación en la investigación partió de las declaraciones de una de las novias de los guardias civiles, también residente en el municipio navarro desde la infancia. Por eso dijo haberles reconocido fácilmente. Al joven le identificó inicialmente en un reconocimiento fotográfico, pero más adelante detalló que le había visto ayudando a una amiga que estaba bajo los efectos del alcohol sin poder asegurar su participación en las agresiones.

Las diligencias abiertas contra él se encuentran archivadas provisionalmente por parte del Juzgado Central de Menores de la Audiencia Nacional a instancias de la propia Fiscalía “al no haber quedado acreditada su participación en los hechos”.

35.000 euros de indemnización

Más complicado es el horizonte judicial que se le presenta a la joven para la que la Fiscalía pide tres años de internamiento en régimen cerrado seguido de dos años de libertad vigilada. Además, solicita que ella y sus padres indemnicen a los guardias civiles y a sus novias con un total de 35.100 euros por las lesiones y las secuelas. La novia del agente que la identificó se ha visto obligada a abandonar Alsasua y ahora vive en un pueblo de la periferia de Madrid.

El Ministerio Público -que en materia de menores es quien se encarga de la investigación- culminó sus pesquisas y acusó a esta menor como autora de cuatro delitos de lesiones terroristas y con carácter subsidiario de un delito de desórdenes públicos terroristas, un delito de atentado a agentes de la autoridad y tres delitos de lesiones. Según su relato de hechos, esta joven entró en el local acompañando a uno de los mayores de edad condenados a las 4 de la madrugada.

La persona con la que iba fue el primero que se acercó a increpar a los guardias civiles. Ella “también mostraba una actitud desafiante alentando al grupo de personas que se estaba congregando a su alrededor rondeándoles”. Tras una serie de insultos procedieron a “iniciar las primeras agresiones consistentes en golpes y patadas participando también activamente la menor expedientada”.

Tras la decisión de la Sala de Apelaciones de la Audiencia Nacional, que descartó la motivación terrorista, los abogados de la joven han planteado una declinatoria de jurisdicción, es decir, aclarar si la causa debe seguir en la Audiencia Nacional o en un Juzgado local. El Juzgado de Menores ha dado un plazo a la Fiscalía de la Audiencia Nacional para que presente sus alegaciones y en función de esos argumentos tomará una decisión.  

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