Ajuste de cuentas en San Blas: una separación fallida y una deuda de 11.000 euros

Una separación traumática y una deuda de 11.000 euros. Fueron las dos razones que desembocaron este miércoles en una emboscada mortal en la que Joaquín, de la familia de los Milagrones, acabó acribillado a balazos en el distrito de San Blas, ante la mirada de decenas de testigos. La Policía Nacional sigue con las investigaciones del suceso.

Según las fuentes consultadas por Vozpópuli, la familia de los Milagrones se reunieron con los miembros de otro clan para mediar en una separación. La hija de Joaquín, que presuntamente había sufrido malos tratos, se quería desligar del sobrino del hombre que ha sido detenido por su homicidio. Este hombre es Antonio Vargas, según estas mismas fuentes.

Una deuda por pagar

Tras terminar las conversaciones, la víctima se quedó solo con la otra familia y les exigió el pago de una deuda de unos 11.000 euros. Aún falta por concretar si este dinero lo reclamaba por la compra de muebles o por el pago de la vivienda que el matrimonio compartía.

El otro clan se negó y las negociaciones se volvieron violentas hasta el punto de que Joaquín se marchó del lugar siendo perseguido por dos coches. Según las primeras hipótesis un coche embistió al vehículo de la víctima y llegó un tercer turismo. Desde allí se bajó un pistolero y efectuó hasta ocho disparos, según han confirmado fuentes policiales a Vozpópuli. Tanto el autor material como sus compinches huyeron del lugar rápidamente en los vehículos.

La Policía Nacional tiene avanzada la investigación por las imágenes de las cámaras de seguridad y los muchos testigos que presenciaron el asesinato de este hombre, de 46 años, y la huida de los agresores. A las cinco de la madrugada de este jueves, el presunto autor de los disparos se entregó en la Comandancia de la Guardia Civil de Sevilla. Confesó ser el asesino pero eso es algo que tendrá que confirmarse con las pesquisas del Grupo V de Homicidios.

Tomar declaración a la familia

Este hombre se encuentra en la Jefatura Superior de Policía Nacional de Sevilla a la espera de ser trasladado a Madrid. Los agentes ya han tomado declaración a la familia de la víctima, a los Milagrones.

Es uno de los clanes más peligrosos de la capital ya que se dedicaban a la extorsión de los capataces de las obras. La víctima estuvo implicado en un homicidio a los líderes del clan de los 'Gallego', junto a sus hermanos, pero resultaron absueltos.

En un vídeo al que ha tenido acceso Vozpópuli se ve como los agentes municipales abrieron las puertas del Citroën color gris y en su interior estaba la víctima con un abundante sangrado. El coche quedó en las inmediaciones del semáforo de la glorieta del centro comercial de Las Rosas. Tenía un gran golpe en la parte frontal y lateral izquierda, que es donde fue golpeado por el primer vehículo.

Los sanitarios de Samur-Protección Civil realizaron maniobras de RCP pero la víctima, español de 46 años, murió ya que tenía al menos cinco heridas de bala. El suceso ha ocurrido en la Avenida de Guadalajara con la Plaza de Alsacia.

Conocida familia extremeña

El asesinato se ha producido en las inmediaciones del centro comercial donde se han producido algunos impactos de bala en las escaleras mecánicas de la estación de Metro cercana. Una furgoneta que circulaba por el lugar también ha recibido un balazo. Varios grupos de personas fueron testigos del suceso ya que es una zona concurrida y justo los niños salían de un colegio cercano.

Algunos de los familiares de la víctima acudieron al lugar donde ocurrió el homicidio. Entre momentos de tensión y tristeza han recordado que ya advirtieron al fallecido que era un peligro que saliera a la calle pero no han explicado los motivos. La familia a la que presuntamente pertenece el hombre asesinado, los Milagrones, es de origen extremeño y conocida en el barrio porque viven en esta zona de San Blas.

El miércoles por la noche la Policía Nacional como la Policía Municipal desplegaron un importante dispositivo de seguridad en Moratalaz y Vallecas para intentar dar con los agresores.