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España

¿Quién teme a Rita Barberá? Los rumores sobre la 'jefa' valenciana desbordan al PP

El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, pasea junto a la exalcaldesa de Valencia Rita Barberá

¿Quien temea Rita Barberá? ¿Qué ha pasado en las últimas horas en el PP? El lunes, la 'jefa' valenciana era una excrecencia, alguien a quien se le exigía que diera un paso al costado, que abandonara el escaño, el cargo, el partido. En esa línea se manifestaron tanto Pablo Casado, vicesecretario general del PP como el ministro Alfonso Alonso. Y hasta Isabel Bonig, la heredera del PP regional, que se afana por reconstruir una organización desportillada.

No dió señales de vida Rita Barberá este miércoles en el cónclave de los senadores del PP presidido por Rajoy. Nadie la mencionó, nadie hizo referencia a su ausencia, nadie comentó su caso, al menos en público. En privado, fue la comidilla de una sesión en la que Rajoy moduló levemente el tono de su firmeza contra la corrupción. Apenas hizo mención sobre ese particular el presidente en funciones en la breve perorata a sus senadores. Clamaba hace unos días que "no voy a dejar pasar ni una". Ahora el tono era otro. Se centró en mantenerse en sus trece de que el único gobierno democrático posible es el que formen PP, PSOE y Ciudadanos. 

Desde el PP levantino explican que el hecho de hacerla un hueco en la Diputación Permanente del Senado responde a no tratarla como delincuente ya que no está investigada

Financicación chapucera

Barberá era este lunes una especie de apestada. Nueve de los diez miembros de su grupo municipal están bajo investigación, acusados de haber participado en un procedimiento, harto chapuza, de financiación del partido, la 'operación Taula'. Entregaban mil euros a las arcas comunes y, algunos, sólo algunos, recibían dos billetes de quinientos. El PP pretendía alejar a su exalcaldesa de la primera línea. Incluso borrarla de sus activos. El primer paso fue apartarla de la presidencia de la Comisión Constitucional, en la que estaba desde septiembre. No le renovaron el puesto, pero sí su vocalía en esa comisión y en la de Economía.

Sobrevino de pronto, el bandazo. A Barberá, lejos de ser arrojada extramuros del PP, se le hacía un hueco en la Diputación Permanente del Senado, un gesto incomprensible, que ha desatado todo tipo de rumores en su formación. No se trata de prolongar el aforamiento de la senadora en caso de elecciones anticipadas, ya que Barberá es miembro de la Cáma Alta por la vía autonómica, de modo que mantendrá su blindaje hasta que se disuvelva la Cámara valenciana. La explicación es otra, comentan en fuentes del PP levantino. Se trata de no tratarla como una delincuente, como una sospechosa, dado que ni siquiera ha sido investigada o imputada y no hay cargo alguno en su contra.

"Rita lo sabe todo. No estaba en el detalle de las cuentas, ni siquiera aparecerá su nombre en ningún papel, aunque quizás sí en grabaciones, pero ella lo sabía todo", aseguran desde su entorno

La tentación Bárcenas

Rajoy ha dado instrucciones para que se tenga un miramiento hacia quien ha sido el eje de su partido en la comunidad valenciana durante 24 años. Agradecimiento hacia su lealtad y, también, un detalle para evitar tentaciones a los Bárcenas contra sus propias filas, apuntan algunas versiones. "Rita lo sabe todo. No estaba en el detalle de las cuentas o los números, ni siquiera aparecerá su nombre en ningún papel, aunque quizás sí en grabaciones, pero ella lo sabía todo", aseguran gente de su entorno. 

En la Diputación Pernante seguirá cobrando su sueldo y disfrutando de los pequeños privilegios de una senador aún en el caso de que se disuelvan las cámaras. Rajoy ha evitado enviarla al ostracismo. Un detalle afectuoso con quien ha compartido tantos episodios. El presidente en funciones no ha hablado aún con la exalccaldesa. Tampoco lo ha hecho Dolores Cospedal, con quien nunca tuvo una relación fluída. Barberá está encerrada en su domiclio valenciano, habla tan sólo con algunos fieles y con periodistas amigos. Desde Madrid sólo conversa con el presidente del Senado, Pío García Escudero. A la espera de que se levante la polvareda, o que haya novedades de índole judicial, Barberá mantiene su escaño, su aforamiento y su sueldo. 

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