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España

Sánchez noqueado: estudia suspender el comité federal por miedo a los barones

Pedro Sánchez, ayer, en el Congreso tras su entrevista con el Rey.

Pedro Sánchez había interpretado la aparente pasividad de Mariano Rajoy en clave de desistimiento: el presidente parecía resignado a pasar el mal trago del debate de investidura sabiendo que iba a fracasar, saliendo del mismo con un duro rapapolvo de casi todo el arco parlamentario. Además, el líder socialista contaba con que iba a ser él quien controlara los tiempos, puesto que una vez fuera propuesto por Felipe VI como candidato, podría decidir, en complicidad con el presidente del Congreso, Patxi López, la fecha de su propia investidura, situándola al límite de los 60 días que marca la ley como frontera para celebrar nuevas elecciones.

Sánchez teme comparecer de nuevo ante los barones sin tener nada que ofrecerles

Sin embargo, todas estas previsiones de Pedro Sánchez saltaron este viernes por los aires como un castillo de naipes. Por la mañana, le pilló de sorpresa la irrupción de Pablo Iglesias situándose ya como vicepresidente del Gobierno y repartiendo carteras a otros dirigentes de Podemos en un Gabinete imaginario. Bien avanzada la tarde, le sorprendió Mariano Rajoy al declinar comparecer en el Congreso como primer candidato a la investidura, decisión tomada por el principal inquilino de La Moncloa después de ver a Sánchez contra las cuerdas. Según fuentes cercanas al secretario general, tantas emociones en un solo día le dejaron noqueado, hasta tal punto que se plantea suspender la reunión que el comité federal del PSOE, su máximo órgano entre congresos, tenía previsto celebrar el próximo sábado. El miedo a los barones, después de su comportamiento en la reunión que celebró con ellos las pasadas Navidades, determinará su decisión final. En diciembre, estuvo a punto de perder el liderazgo debido a la embestida de Susana Díaz y ahora es de temer otra asonada de igual o peor naturaleza.

"Tenemos que reconsiderar los tiempos"

“Hay que reconocer que ha sido una jugada perfecta por parte de Rajoy y tenemos que reconsiderar los tiempos”, reconocieron anoche fuentes socialistas. El desánimo en el equipo de Sánchez era patente, pues los movimientos del presidente del Gobierno le han pillado a contrapié. Si mantuviera la reunión del comité federal, Sánchez tendría que enfrentarse a los barones sin nada claro que ofrecerles y sin haber sofocado todavía el cabreo que este viernes les provocó ver a Pablo Iglesias repartiendo cargos en un Gobierno que, supuestamente, tendría que presidir el PSOE. Una humillación en toda regla, que será difícil de digerir y hace mucho más complicado que prospere la alianza a la portuguesa en la que Sánchez trabaja con ahínco para salvar su pellejo desde que conoció que había cosechado para su partido los peores resultados de su historia.

En amplios sectores del PSOE se tiene la convicción de que el partido se juega en este trance su propia supervivencia, a sabiendas de que todas las opciones a las que abocan los resultados del 20-D esconden preocupantes efectos secundarios. “Si damos el apoyo al PP, acabaríamos en poco tiempo como el Pasok. Si nos ponemos en manos de Podemos, además de perjudicar al país, caeríamos en el error de ser devorados y dejar de ser una formación de Gobierno”, resumían anoche fuentes socialistas que comprenden el esfuerzo hecho por Sánchez por salir del atolladero, primero apostando por una alternativa de izquierdas –“la que quiere nuestra militancia” –, sin cerrar la puerta a un pacto complementario con Ciudadanos que devuelva al PSOE a la centralidad política.

Rajoy es ahora quien tiene en sus manos el manejo de los tiempos

La jugada de Rajoy, explican las fuentes, hace todo más difícil, porque ahora será él quien maneje los tiempos, mientras coloca a Sánchez bajo la presión del reloj en cuanto el Rey le proponga como candidato a la investidura. “El revelado de la foto de ayer indica que estamos más próximos que antes de unas nuevas elecciones generales”, concluía otro dirigente socialista.

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