Quantcast

España

Rajoy lucha por el escaño 124 para seguir vivo

Mariano Rajoy.

Mariano Rajoy ha arrancado la campaña en forma más optimista que buena parte de su equipo. Da por hecho que romperá la barrera psicológica del 30 por ciento de los votos y superará los 123 escaños conseguidos en diciembre. Ese es el objetivo: conseguir al menos un diputado más que el 20-D, comentan sus asesores.

La caída estrepitosa del PSOE que apunta el CIS puede facilitar algún tipo de acuerdo poselectoral del PP con los socialistas. Por supuesto, también con Ciudadanos. No será un gobierno de coalición, algo imposible, pero sí puede pensarse al menos en la teoría de la que hablaba Felipe González: “Será más fácil un acuerdo de investidura a que haya un Gobierno que gobierne”. No es el mejor de los escenarios, señalan en Génova, pero cualquier alternativa es preferible a un gobierno de izquierdas o  pensar en otras elecciones. Un Gobierno que pueda gobernar, al menos unos meses para redondear determinas iniciativas pendientes y, sobre todo, que aleje la idea de un acuerdo Podemos-PSOE es ahora la única meta para los populares. "No se puede llegar a acuerdos con leninistas", dijo González, señalándole el camino a Pedro Sánchez.

La única posibilidad

Rajoy necesita, para tener alguna posibilidad, no sólo repetir su victoria del 20-D, que todas las encuestas dan por hecho, sino superar las cifras de entonces. “Su futuro depende de conseguir el diputado 124”, comentaba un miembro de Génova. Es un símbolo. Un escaño más que hace seis meses. Un avance, un paso al frente. De no lograrlo, resultará muy difícil pensar en una colaboración, de cualquier tipo, con socialistas o Ciudadanos. Aunque haya victoria, si es con un resultado inferior al del 20-D, estamos perdidos. “Entonces habría que empezar a pensar en que Rajoy se vaya”, comentan las fuentes de Vozpópuli. Un gobierno en minoría, aunque fuera con unos raquíticos 125 escaños, es una opción más tranquilizadora que ver a Pablo Iglesias de presidente, insisten. Lo ideal sería lograr un entendimiento de gobierno con Ciudadanos, y alcanzar luego acuerdos parlamentarios esporádicos con el PSOE. Éste escenario se antoja ahora misión imposible, comentan.

El equipo de campaña de Génova tenía ya detectado en sus encuestas el notable avance de Unidos Podemos, así como el declinar imparable del PSOE

El equipo de campaña de Génova tenía ya detectado en sus encuestas el notable avance de Unidos Podemos, así como el declinar imparable del PSOE. Tampoco el panorama era favorable para sus intereses. En ninguno de los supuestos lograban superar los 123 escaños que cosecharon en las últimas elecciones. Un problema severo pero con posibilidades de esquivarlo, según el general criterio.  El trabajo de campo del barómetro del CIS se llevó a cabo hace un mes, y todavía no se advertía claramente el crecimiento imparable de Podemos. La campaña de “Podemos o el PP” se ha puesto en marcha hace sólo unos días.

Rajoy ha apostado a fondo por esta estrategia del miedo. Confía en movilizar a sus seguidores más escépticos o más críticos. Y da por hecho que romperá la barrera del 30 por ciento. El CIS le otorgaba a los populares un 29,2, lo que implica un crecimiento de cinco décimas con relación a diciembre. “Es posible incluso alcanzar el 31 por ciento y situarnos en una horquilla de los 125-130 diputados”, comentan los analistas que escrutan los sondeos para la fuerza conservadora. “Un escaño más que el 20-D, es imprescindible lograrlo”, insisten. Sánchez, en su caída, no podrá oponerse a colaborar, sea de la forma que sea, si Rajoy supera sus datos de diciembre. “Si el resultado final es el que refleja el CIS, Rajoy ya puede pensar en irse a casa”, concluyen.

Ya no se pueden votar ni publicar comentarios en este artículo.