La lista de Cifuentes se convierte en su pesadilla: tras Ballarín, ¿quién será el siguiente?

"Mi responsabilidad se tiene que circunscribir a aquella lista electoral que yo encabezo y al grupo de diputados que yo lidero". Esta afirmación de Cristina Cifuentes puede volverse en su contra con el paso del tiempo. La ganadora de las elecciones autonómicas en Madrid el pasado 24 de mayo ha empeñado su palabra porque confía en sus candidatos y, sobre todo, para desentenderse de las imputaciones de los consejeros Lucía Figar y Salvador Victoria. El problema para ella es que algunos de sus compañeros de lista electoral pueden acabar también imputados por relaciones con la trama Púnica. Y así el célebre caso de Álvaro Ballarín no sería el único punto de oscuridad en la candidatura que encabeza.  

En la confección de las listas hubo batalla y alcaldes cercanos a Aguirre entraron en la lista pese a la oposición de la número uno

El problema para Cifuentes guarda directa relación con la forma de elegir a los miembros de su candidatura. A estas alturas, cualquiera sabe que ella no tuvo total libertad para nombrar a todos sus candidatos. Hubo una dura pelea entre la propia Cifuentes y Esperanza Aguirre, que controla el PP de Madrid, para designar a quienes ocupan lugares de privilegio en la lista del PP para la Comunidad de Madrid. No es un secreto que la victoria fue para la todavía presidenta autonómica del partido. De hecho, alcaldes cercanos a Aguirre entraron en la lista pese a la oposición de la número uno, como ya contó este diario en su momento. 

La trama Púnica es el peligro

Sea como fuera, ahora la candidata del PP en la región tiene como compañeros de viaje a personajes marcadamente aguirristas que tal vez con el tiempo se vean involucrados en problemas judiciales. Precisamente la investigación sobre la trama Púnica es la mayor amenaza para estos ediles. El juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco, que instruye la causa, puede llevar a cabo una segunda fase en el futuro. ¿Qué ayuntamientos estarán manchados por estas corruptelas que presuntamente dirigía Francisco Granados? Es una incógnita, pero este mismo miércoles el diario 20 minutos apuntaba a que la Guardia Civil investiga a seis personas que están en la lista electoral de Cristina Cifuentes y que han sido elegidos diputados tras los resultados electorales del 24-M. 

Aunque la ganadora de los comicios no tenga que asumir responsabilidades en los próximos días porque todavía no se manche el nombre de sus candidatos, tal vez en el futuro sí tenga que responder

Además, la pesadilla para Cifuentes será a largo plazo, teniendo en cuenta que la investigación sobre Púnica aún se alargará unos cuantos meses. Aunque la ganadora de los comicios no tenga que asumir responsabilidades en los próximos días porque todavía no se manche el nombre de sus candidatos, tal vez en el futuro sí tenga que responder personalmente por "el grupo de diputados" que lidera. Este martes ella echó balones fuera ante las últimas imputaciones del caso y señaló, con nombres y apellidos, a Ignacio González y Aguirre. Una estrategia que, como se ha dicho, puede volverse en su contra.

El pasado 21 de abril, una vez confeccionadas las listas del PP en Madrid, Cifuentes presentó su candidatura ante los madrileños con este vídeo que colgó en su blog y puede verse en youtube. Junto a ella están el citado Ballarín -viejo amigo con el que acaba de enemistarse- y el resto de miembros de la lista. ¿Alguno de ellos le generará problemas en el futuro? 

Para evitar los problemas en el futuro, Cifuentes ha movido ficha. Y todos los diputados electos de su partido han suscrito un código ético por el que se comprometen a que renunciarán al escaño si son imputados o investigados formalmente por algún asunto relacionado con corrupción política. Aunque, como ella misma explicó, ese compromiso no implique ningún "imperativo legal" porque el acta de diputado es personal, este documento firmado por los 48 diputados autonómicos del PP incluye hasta diez motivos diferentes para abandonar la Asamblea de Madrid por corrupción. Habrá que ver si alguno de ellos tiene que cumplir su palabra. Y, en ese caso, si la cumplen o no.