Publicado: 27/12/2023 04:45
Actualizado: 27/12/2023 04:54
El asesinato de Encarna de 80 años en Sigüeiro (A Coruña) cierra la larga y trágica lista de mujeres que han sido asesinadas en este negro 2023, marcado de nuevo por los estragos de la violencia machista. Ya son 55 las mujeres que han muerto a manos de sus parejas o exparejas, seis más que en el año anterior.
Encarna, la última víctima de violencia machista de este año, murió a causa de las heridas provocadas por un arma blanca. Su nuera encontró su cadáver junto al de su asesino, su marido de 88 años, que finalmente acabó quitándose la vida. La víctima era una mujer especialmente vulnerable, enferma de alzhéimer y párkinson que padecía diversas afecciones y contaba con movilidad reducida.
El crimen de Sigüeiro provocó una gran conmoción entre la población, que había sido testigo del mes de noviembre más violento de los últimos años. Entre el 25 de noviembre y el 1 de diciembre, se produjeron cinco asesinatos machistas, cuatro mujeres adultas y una niña de cinco años. Dos de ellas habían denunciado a sus agresores, pero eso no fue suficiente para prevenir el fatal desenlace.
En 2023, 14 de las 55 víctimas mortales de violencia machista registradas este año habían denunciado anteriormente a su agresor, y sólo cuatro contaba con una orden de alejamiento vigente. Los datos el Ministerio de Igualdad alertan de que en un 55,6% las medidas de protección que ya no estaban vigentes, se debía a la caducidad de las mismas.
Esto fue lo que ocurrió en Sagunto (Valencia) donde una mujer de 34 años murió degollada por su marido, quien confesó el crimen. De la tragedia salió también gravemente herida una de sus hijas, de 13, ingresada en el hospital en estado grave. Fátima había estado dentro del sistema de protección de VioGen, pero la Administración consideró que no existía un riesgo apreciable, por lo que se retiraron las medidas de seguridad.
Huérfanos menores de edad por culpa de la violencia machista
La violencia machista cifras récord en España en estos últimos meses. Los más pequeños también se convierten en víctimas; el número de huérfanos menores de 18 años supera al de víctimas mortales, 56 menores han perdido a sus madres en este negro 2023. En 2022, esta cifra desciende hasta los 36 huérfanos menores de edad.
Al igual que en el crimen de Sigüero muchos de los agresores deciden quitarse la vida tras cometer el crimen. En el caso de Carabanchel donde una mujer peruana y su hija de cinco años fueron asesinados por el padre de la pequeña. Anthony, peruano de 25 años, se intentó suicidarse tras acabar la vida de su expareja y la hija de ambos, pero los sanitarios consiguieron estabilizarle. En total, en el 36,4% de los casos los presuntos agresores intentaron o consiguieron quitarse la vida tras perpetuar el crimen.
Otra característica de los agresores y las víctimas es su país de origen. El 41,8% de las víctimas eran mujeres extranjeras, mientras que el 45,5% de los presuntos agresores no son ciudadanos nacidos en España. En comparación con el año anterior, esta cifra ha sufrido un aumento: en 2022, el 38,8% de los agresores fueron extranjeros, así como el 32,7% de las víctimas.
Edad de las víctimas y sus agresores
Las víctimas suelen ser mujeres jóvenes que mueren a manos de agresores que, por lo general, son mayores que ellas. En 2023, un 38,2% de las víctimas de violencia machista eran mujeres de edades comprendidas entre los 31 y los 40 años, y un 12,7% de entre 21 y 30 años. Entre los 41 y los 50 años la cifra se eleva hasta el 21,8%. La edad mayoritaria entre los presuntos agresores es algo más elevada, se encuentra entre los 41 y 50 años (38,2%).
Las cifras también varían según la comunidad autónoma. Andalucía se posiciona a la cabeza con 16 feminicidios. Le siguen Cataluña, Castilla-La Mancha y la Comunidad de Madrid con 8, 7 y 7 víctimas de violencia machista, respectivamente. Asturias, Baleares, Cantabria, Extremadura, Ceuta y Melilla no han registrado este año ningún caso.
El 2023 se ha convertido en el peor año de violencia machista desde 2019. Tras un verano negro, los meses de septiembre y noviembre se cerraron con cifras récord. Las 55 mujeres asesinadas este año por sus parejas a exparejas se suman a la lista de 1.237 víctimas que se han producido desde que se empezaron a realizar este registro en el año 2003. Aún existen dos casos pendientes de investigación, que de confirmarse su naturaleza podrían elevar la cifra de víctimas de violencia machista hasta las 57, superando los 56 feminicidios registrados en 2019.
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Pero por todos los diablos ¿qué hace aquí esta pedazo de charo?
Anda, vuélvete a alguno de los boletines de propaganda de la izquierda y déjanos leer a los periodistas serios.
Cristina es otra de esas redactores que no desentonarían en Eldiario.es, en Público, ElPlural o ElPaís.
Acólitas del hembrismo que extienden sus redes incluso en medios que supuestamente no pertenecen a la corcundia extremoizquierdista.
Pero el cáncer está tan extendido que aquí tenemos a una odiadora de hombres hablándonos sobre un mal inventado para poder justificar los miles de millones que anualmente se despilfarran en chiringuitos de diversa índole para que miles de mamarrachas sin oficio ni beneficio comen, y muy bien, todos los días.
Sería de esperar que mañana escribiera un artículo sobre la violencia hembrista, o sobre la violencia maternal o contra los ancianos que provocan en su mayoría mujeres, pero como esto va de ideología y no de realidad en realidad no esperamos nada. Sabemos muy bien a qué obedece esto. Y no, no va de los derechos de las mujeres, 19 años después de la aprobación de la LICVG es más que evidente, sino de seguir alimentando el discurso de la extrema izquierda que alimenta la guerra de sexos y el odio institucional contra el hombre blanco heterosexual.
El padre y hermanos de Cristina estarán encantados de tener a una elementa así entre su familia ¿Le felicitarán la Navidad o temerán que las vaya a poner una denuncia?.
No son machistas porque no pertenecen a ninguna ideología o movimiento (ismo).
Y eso es la raíz del problema. Estos tipos son violentos con las mujeres, con los niños, y con sus vecinos. Es violentos sin más, no es machismo.
Por eso la brutalidad de dinero que se gasta para evitar este problema no sirve de nada, porque no va a la raíz del problema, que es la violencia. Solo sirve para engordar al lobby feminista.
No es posible luchar contra este tipo de violencia sin luchar contra la violencia en general.
Al menos comentas que el 46% es de nacidos extranjeros (de los nacidos nacionales pero de origen extranjero, no sabemos). Y es que si traemos inmigrantes con otros "valores" hay que tomar medidas de diversos tipos: expulsiones, educación,...focalizadas en estos colectivos. Tengamos en cuenta que la incidencia de este problema es 4 VECES mayor en inmigrantes que en nacionales.
La gran mentira del hembrismo es que teniendo esa cifra delante de sus jetas, que los inmigrantes cometen CUATRO veces más violencia contra las mujeres no hay UNA SOLA VOZ que pida un mayor control sobre ellos y su expulsión inmediata al primer acto de violencia. Ahí se ve claramente lo que les importan las mujeres y su seguridad.
¿Como denominamos a los gays y lesbianas que matan a su pareja por crimenes pasionales? Si no consideramos que hay sexismo en esos casos, sino causas basadas en, por ejemplo, un impulso pasional del momento, porqué no lo hacemos en el caso de un hombre y una mujer?
¿Es un crimen feminista cuando una mujer mata a su marido? ¿Lo mata porque es un hombre, o por un conflicto de pareja resuelto con violencia?
El termino “machismo” se ha intentado proyectar como una ideologia organizada, como una causa en si mismo, pero el machismo no es más que una visión social concreta de los roles masculinos y femeninos. No es una posible vision “machista” lo que provoca el crimen, sino una tendencia violenta a resolver un problema. Quiero decir que el que resuelve de forma violenta un problema en casa probablemente también lo resolverá de forma violenta en cualquier otra circunstancia y con cualquier otra persona, sea quien sea.
El termino “violencia machista” es un “prejuicio”, es decir, es un juicio previo a la valoración de lo ocurrido (“la causa es el machismo”, como quien piensa que siempre que un asesinado es gay es por homofobia) y es una lastima que los diarios de corte liberal hayan comprado el marco argumental de la izquierda.
Traigo noticias aún peores Cristina, y es decirte, que la violencia machista no existe. Existe la violencia en las relaciones entre parejas y continuará existiendo. Entiendo que para ti, enfatizar las cifras con adjetivos que no tienen ningún sustento en la realidad, te interesa, para simplemente trasladar a la opinión pública que nos encontramos ante un problema que está causando "estragos", pero eso es manipulador. Ya se ha desmontado todo este relato, pero es igual, tú vas a seguir manteniéndolo porque te interesa. Si lo cuestionas tu sentido de la realidad se vería amenazado.