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Veinte años del desarme del IRA, la organización terrorista que inspiró a ETA

Esta semana se conmemoran los 10 años del adiós definitivo de ETA pero también las dos décadas del inicio del fin del IRA irlandés

IRA IRLANDA DEL NORTE
Una mujer camina tranquila ante un mural relacionado con el IRA y la guerra

Si el pasado miércoles se celebró en España que ETA cesó su violencia diez años atrás, en Reino Unido, este sábado 23 de octubre, se conmemoran dos décadas desde que el IRA anunció el inicio de su desarme, que finalizó un cuatrienio después, en 2005. Desde el origen de la banda terrorista, en muchos sentidos los irlandeses han sido el espejo en el que fijarse para actuar.

Los gestos de complicidad entre ambas organizaciones siempre han existido. Arnaldo Otegi, coordinador de EH Bildu y exmilitante de ETA ya catalogó como “amigo de los vascos” a Martin McGuinness tras su fallecimiento en 2017. Hablamos de un político histórico de Irlanda del Norte que años después de militar en el IRA, pasó a la política a través de Sinn Fein, considerado desde siempre el brazo político de la banda. Fue clave en conseguir la paz, ya que gracias a sus diálogos con el gobierno británico se firmaron los acuerdos del Viernes Santo en 1998. Fue la primera piedra para poner fin a décadas de asesinatos: se les atribuyen 1.800 víctimas mortales, de las cuales, 650 fueron civiles.

Los gestos de complicidad entre ambas organizaciones siempre han existido. Arnaldo Otegi catalogó como “amigo de los vascos” a Martin McGuinness, líder histórico de Sinn Fein, brazo político del IRA

IRA y ETA tuvieron una relación estrecha durante los años 60 y 70 para después, mantener ese vínculo con menor intensidad y desde un aspecto más político. Tanto Batasuna -y herederos- como Sinn Fein nunca han ocultado sus simpatías entre sí. De hecho, en el ‘camino de la paz’ de Belfast, en el muro que antes separaba la ciudad en dos partes, hay un graffiti que pide la liberación de Otegi y todos los presos de ETA.

A nivel armamentístico, el IRA fue el maestro de ETA. Un ejemplo es el uso de morteros caseros para atentar, los conocidos como Jotakes, que se considera un arma que los terroristas pudieron desarrollar gracias a emisarios de IRA, que les cedieron los planos. Los irlandeses utilizaron este sistema en muchas ocasiones, aunque la más destacada fue la que atentó contra el número 10 de Downing Street en 1991 con el objetivo de matar al Primer Ministro británico. Fallaron, pero el atentado terminó con dos policías muertos.

Ese armamento solo se encontraba en el Ülster y era tecnológicamente mucho más avanzado que el arsenal de ETA. La conclusión es que era el IRA quien enseñaba a ETA y nunca al revés, tal y como señalaron fuentes de inteligencia de finales de los años 80. De hecho, el IRA siempre buscaba innovar: durante esta época incluso viajaron a África, según la inteligencia europea, para hacerse con 1.000 toneladas de Semtex, un explosivo cuatro veces más potente que la goma 2.

Según un informe del Pentágono difundido en el año 1989, la relación que unía a ambos era clara. El motivo principal era que "tenían muchas cosas en común, entre ellas su ideología marxista". Desde el IRA, con muchos más años de experiencia en este tipo de actos, buscaban tener un aliado que les pudiera devolver el favor en caso de necesitarlo.

El IRA fue un importante aliado de ETA, hasta el punto de cederle su tecnología: los famosos jotakes se fabricaron con planos dibujados por los irlandeses

Incluso ETA quiso seguir los pasos del IRA a la hora de iniciar un proceso de paz con el Gobierno. A raíz del acuerdo entre los paramilitares norirlandeses y el gobierno británico, los partidos nacionalistas vascos, sindicatos y asociaciones se reunieron para dar forma al que se denominó Pacto de Estella.

Fue en 1998 y buscó abrir un proceso de diálogo con el fin de acabar con la violencia de la banda terrorista. Las dos escisiones de Batasuna (EH y AB), ambos brazos políticos de ETA, firmaron aquel acuerdo, que a la postre propició la tregua que la banda inició ese mismo año. En el 2000, esta se rompió al atentar contra Pedro Antonio Blanco. El fin definitivo de ETA no llegaría hasta once años después.

El perdón que no llega

Donde no ha habido ninguna similitud entre IRA y ETA es a la hora de pedir perdón a las víctimas. El pasado lunes, dos días antes del décimo aniversario del fin de ETA, Arnaldo Otegi, coordinador de EH Bildu y exmiembro de ETA, sorprendió con sus palabras: “Sentimos su dolor y este nunca se debería haber producido”. La palabra perdón no estuvo presente, algo que sí pronunció el IRA un año después de comenzar la entrega de armas.

El IRA, a través de un diario republicano, pidió "sinceras disculpas y condolencias" a los familiares de los civiles asesinados

A través de un diario republicano, la organización paramilitar emitió un comunicado en el que pedía perdón a las víctimas y familiares de los civiles asesinados. Fue en el año 2002: "Si bien nunca ha sido nuestra intención herir o matar a no combatientes, la realidad es que en varias ocasiones esa ha sido la consecuencia de nuestras acciones", rezaba el comunicado. Después, añadía “sinceras disculpas y condolencias" a los familiares de los asesinados. Cierto es que nunca han mostrado arrepentimiento por los asesinatos perpetrados contra los que el IRA consideró sus objetivos. Repetimos, fueron 1.800 asesinatos, de los cuales 650 personas eran civiles.

Conozcamos al IRA: una historia con más de un siglo

La historia de IRA, así como la de ETA, tiene como origen un conflicto territorial, aunque la historia de los irlandeses se remonta mucho más atrás en el tiempo y tiene un sustento histórico mucho más firme, ya que inicialmente se consideró el ejército oficial en la Guerra de la Independencia irlandesa. Con una Irlanda viviendo bajo el mandato de la monarquía británica desde 1801, el sentimiento nacionalista fue creciendo durante todo el siglo XIX hasta explotar durante la disputa de la I Guerra Mundial. Una de las gotas que colmó el vaso fue reclutar de forma forzosa a jóvenes irlandeses para luchar en el frente.

En 1918, tras celebrarse las elecciones en Reino Unido, de los 105 asientos de que pertenecían a representantes irlandeses, 73 eran miembros de Sinn Fein, partido nacionalista y a la postre, brazo político del IRA durante los años del plomo. Estos decidieron que el clamor popular exigía la independencia, por lo que crearon el Primer Dáil -Asamblea de Irlanda-, donde se redactó una constitución de manera unilateral. Esto dio pie a la Guerra de la Independencia de Irlanda entre 1919 y 1921, con las poderosas tropas británicas enfrente, aunque mermadas tras tres años de batallas constantes. El ejército oficial de los nacionalistas fue denominado IRA -Irish Republican Army- y supuso el inicio de todo lo que vendría después.

El IRA nació como el ejército oficial de los irlandeses que luchaban por la emancipación contra Reino Unido

Al terminar la guerra, el país se dividió en los dos territorios que aún hoy se mantienen tras la firma del Acuerdo Anglo-irlandés: la República de Irlanda como país independiente e Irlanda del Norte, adherida a Reino Unido. Aquí, la oficialidad del IRA se perdió en ambos lados de la frontera, aunque se mantuvo activo con el objetivo de derrocar a ambos gobiernos y volver a unir a Irlanda bajo una misma bandera.

Estas reivindicaciones se mantuvieron hasta el final de los días del IRA, que durante toda su historia tuvo varias escisiones, la más radical y famosa, la que se constituyó en Irlanda del Norte como una fuerza paramilitar terrorista a finales de los años 60 bajo el nombre de IRA Provisional.

The Troubles’: de ejército a terrorismo paramilitar

Durante cuatro décadas, el IRA, tanto en su escisión Oficial como Provisional, se convirtió en el conjunto paramilitar más sangriento de Irlanda y fue parte activa de la época denominada ‘The Troubles’, conflicto norirlandés que tenía motivos territoriales y políticos con fuertes raíces religiosas. Esta etapa provocó que católicos y protestantes de Belfast fuesen divididos por barrios mediante muros con el fin de evitar conflictos. Incluso trabajaban en distintas fábricas. Como curiosidad, el primer empresario que unió a católicos y protestantes durante aquella época bajo una misma planta de producción fue John DeLorean para producir el popular DMC-12, coche que se hizo famoso con Regreso al Futuro.

Los católicos eran minoría pero no querían formar parte de Reino Unido: las opciones que planteaban eran adherirse a la República de Irlanda o independizarse. Estos se consideraban acosados por el gobierno, que era unionista y protestante, por lo que la Asociación por los Derechos Civiles de Irlanda del norte organizó una manifestación en 1968, que fue reprimida con crudeza. Fue el inicio de todo, ya que esta represión hizo que los disturbios no cesaran durante meses. Gran Bretaña decidió intervenir enviando a su ejército.

IRA, Irlanda, Domingo Sangriento
Foto de archivo del Domingo Sangriento | EFEEFE

Aunque la idea era imponer la paz, desde el republicanismo se entendió que el ejército estaba ahí para reprimir con más crudeza a los católicos, por lo que solo sirvió para aumentar más la tensión. La situación llegó al límite en 1972, durante el denominado 'Domingo Sangriento', día en el que las tropas británicas mataron a 14 manifestantes católicos. A raíz de este hecho, el IRA, que ya era un grupo paramilitar fuerte y con recursos, comenzó a recibir voluntarios y a hacerse popular, lo que propició que su influencia y virulencia creciese durante toda la década de los 70.

Se convirtió en un grupo que causó auténtico terror tanto en Irlanda del Norte como en Reino Unido durante esta época y causó atentados muy recordados, como el que perpetraron en 1974 en Birmingham (Gran Bretaña) con dos coches bomba que se saldó con 21 fallecidos y 162 heridos. También queda en la memoria el atentado múltiple que firmaron en 1979: en uno, asesinaron a Lord Mountbatten, tío de la reina Isabel II, junto a otras tres personas tras colocar un explosivo en el yate sobre el que navegaban. Por otro lado, en el condado de Down, el IRA mató a 18 soldados británicos mediante dos bombas.

... y llegó la paz

Tras décadas de conflicto, la negociación entre el viceministro principal de Irlanda del Norte -también exmiembro de IRA- Martin McGuinness, Gerry Adams y el primer ministro británico John Major hizo que fuese posible una negociación que duró años, pero que terminó en un alto el fuego con la firma del Acuerdo del Viernes Santo en 1998, que tuvo como contraprestación la libertad de 400 presos del conflicto.

El proceso de paz no estuvo exento de problemas, ya que el denominado como IRA ‘Auténtico’, su escisión más radical, se mostró en contra. Lo demostró en Omagh en el que se considera el acto terrorista más sangriento de la organización: 29 asesinados y 220 heridos con un coche bomba. Dos de los fallecidos eran españoles.

En 1999 se constituye el primer gobierno autónomo, presidido por el unionista David Trimble. Esta autonomía le sería retirada en dos ocasiones (2000 y 2002) por el gobierno británico, precisamente por problemas creados por el IRA. Finalmente, el 23 de octubre de 2001 comenzó la entrega de armas para después en 2005, anunciar el cese definitivo del terrorismo. Aunque la paz vive en el Ülster desde ese año, aún ha habido asesinatos aislados que han sido reivindicados por el IRA, cuyo recuerdo sigue muy vivo en algunos puntos de Irlanda del Norte e incluso se les considera aún una amenaza.

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