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Economía

MOTOR / PRUEBA

Tres pequeños urbanos, económicos y con etiqueta ECO: Fiesta, Swift y Mazda2

Circular por el centro de las grandes ciudades va a estar cada vez más limitado. Por ello, modelos como estos tres protagonistas dotados de etiquetas ECO y de reducidas dimensiones cobran protagonismo

Los pequeños modelos para un uso muy urbano apuestan por la microhibridación para circular sin restricciones.

Las limitaciones a la circulación en las grandes ciudades van a ir aumentando con el tiempo, y de manera especial a partir del próximo uno de enero cuando entre en vigor las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) que afectarán a todas las ciudades españolas de más de 50.000 habitantes. Por ello, cobran cada vez más protagonismo los pequeños turismos que dispongan en sus gamas de versiones con etiqueta ECO.

Modelos como el Ford Fiesta, el Mazda 2 o el Suzuki Swift ya se han apuntado a ello con tecnologías basadas en la microhibridación, suficiente para poder cumplir con la mínima electrificación de sus motores que les permite entrar en la catalogación de turismos ECO de la DGT, y que pueden por ello circular sin restricciones por los centros urbanos en los que existan restricciones de tráfico a los vehículos "contaminantes".

Ford Fiesta EcoBoost MHEV

125 CV, algo más de cuatro metros y desde 18.000 euros.

Urbano pero con un carácter dinámico. Ford ofrece en el pequeño Fiesta gracias al acabado ST-Line una estética algo más deportiva, un motor de gasolina de tres cilindros, un litro de cilindrada, sobrealimentado y 125 CV de potencia y unas suspensiones más firmes con anchos neumáticos de medida 205/45. Argumentos suficientes para disfrutar en carretera, aunque sus dimensiones en torno a los cuatro metros le hacen muy práctico en el día a día urbano, donde el motor de gasolina a bajo régimen permiten moverse entre el tráfico con viveza y agilidad.

Si a ello le añadimos un sistema de hidridación ligera a través de una batería y un pequeño motor eléctrico, el resultado es un urbano con buenas prestaciones en carretera y bajos consumos en conducción urbana… siempre y cuando busquemos cierta eficiencia al volante. De hacerlo, puedes moverte en torno a los 5 l/100 km en ciudad, y es difícil llegar a sobrepasar los seis litros.

Se aprecia que es una mecánica de tres cilindros, y tanto vibraciones como rumorosidad están un escalón por debajo de los cuatro cilindros. No llega a ser molesto ni mucho menos, pero requiere que gire a regímenes algo más altos para que la respuesta sea más “redonda”. Gracias al pequeño motor eléctrico, no hay apenas retardo en las reacciones al acelerar sobre todo en ciudad a baja velocidad y el aporte eléctrico, sin ser fulgurante, sí se percibe en una respuesta más reactiva gracias al aporte de los 20 Nm que Ford señala que desarrolla.

Y aunque cumple con creces en su faceta urbana, por puesta a punto de chasis y por la potencia del motor transmite mucho más cuando nos alejamos de la ciudad. Más que amplias carreteras o autovías, en las que se desenvuelve con mucha solvencia sobre todo por sus 125 CV, es en carreteras viradas donde más disfrutaremos de la conducción. Y es que el acabado ST-Line implica modificaciones en la puesta a punto de las suspensiones, una rebaja de 10 milímetros en la distancia al suelo que supone una amortiguación un 15% más firme.

Junto a ello, las llantas de 17 pulgadas y los neumáticos de perfil bajo se encargan de lograr una mejora en la pisada sobre el asfalto respecto a otras versiones, proporcionando en carretera grandes dosis de dinamismo para disfrutar mucho de la conducción. Contribuye a ello el motor que, aunque de baja cilindrada, gracias a la sobrealimentación es capaz de arrojar, junto al bajo peso, una buena relación peso/potencia y un alto nivel de prestaciones.

En marcha se siente preciso y eficaz entre curvas, gracias a una dirección rápida y directa que le otorga una notable agilidad sobre trazados virados. Entra en curva con mucha facilidad y resulta muy vivo de reacciones. Una deportividad que no implica luego una penalización en el confort de marcha en largas distancias. Las suspensiones filtran correctamente las irregularidades y resulta silencioso en su rodar, proporcionando un paso de los kilómetros confortable en esos largos recorridos.

Muestra por tanto un buen grado de confort a pesar de sus dimensiones, aunque ninguno de estos modelos admite en las plazas traseras tres ocupantes. Tampoco el maletero  es referencia, y con 311 litros cumplen con lo imprescindible.

FICHA TÉCNICA:

VERSIÓN 1.0 EcoBoost MHEV ST-Line; MOTOR Gasolina, 3 cilindros, turbo + eléctrico de 16 CV; CILINDRADA 998 cm3; BATERÍA 0,38 kWh; POTENCIA CONJUNTA 125 CV; PAR MÁXIMO 210 Nm; CAMBIO Manual de 6 vel.; VELOCIDAD MÁXIMA 200 km/h;  ACELERACIÓN 0-100 KM/H 9,4 s; CONSUMO EN RECORRIDO PRUEBA 6,1 l/100 km; AUTONOMÍA 680 km; DIMENSIONES 4.069 / 1.735 / 1.484 mm; NEUMÁTICOS 205/45 R 17; PESO EN VACÍO 1.211 kg; MALETERO 311 l; PRECIO 18.370€

Mazda 2 e-Skyactiv G

90 CV, cuatro metros de largo y desde 17.000 euros.

Los cambios que introdujo Mazda en su más pequeño modelo lo han situado como una de las opciones más “redondas” del segmento, habiendo mejorado además la calidad de rodadura con cambios en el chasis y en los asientos delanteros y logrando un refinamiento general muy agradable y por encima de la media entre sus rivales. Un urbano muy confortable en su conducción, ágil de reacciones en carretera y que por calidad de chasis permite cubrir incluso largos kilometrajes con gran soltura, sólo limitado por el espacio interior.

Y es que no es especialmente amplio y aunque delante sí viajas con mucha comodidad por espacio o calidad de los asientos y disfrutando de un aspecto muy cuidado y de buena calidad de ajustes, detrás aunque caben dos adultos el espacio para las piernas es un tanto justo. El maletero, con solo 255 litros de capacidad, tampoco destaca y es uno de los más pequeños en el segmento.

Eso sí, espacio interior al margen, por el tacto que ofrecen todos sus mandos su conducción resulta agradable e incluso divertida a velocidades medias o altas. Cuando llegan las curvas sale a relucir una buena puesta a punto del bastidor y, sobre todo, un peso muy contenido, apenas 1.100 kilos, y eso se nota desde el primer momento que abordas la curva. Junto con un sólido chasis y una puesta a punto de las suspensiones muy equilibrada, el Mazda 2 resulta muy ágil y permite disfrutar de su conducción.

El eje delantero entra con facilidad y precisión en las curvas, apenas hay balanceo en los apoyos y, dado su bajo peso, frena con mucha eficacia, siempre apoyado por el sistema G-Vectoring Control Plus (GVC Plus) que mejora la tracción en curva y consigue una mayor estabilidad.

Quizás se echen en falta dadas las bondades del bastidor algún motor más potente, pero la realidad es que sólo está disponible con este cuatro cilindros atmosférico de gasolina, 1,5 litros y 90 CV de potencia que va asociado a un sistema de hibridación ligera llamado M Hybrid que le permite el distintivo medioambiental ECO de la DGT. A diferencia de los sistemas que usan otras marcas, no hay una batería auxiliar de 48 V, sino que es un condensador de 22,5 V el que almacena y suministra la energía eléctrica.

No es especialmente dinámico en su respuesta pero sí toda una referencia por refinado y agradable de conducir gracias a su configuración de cuatro cilindros con una respuesta progresiva y muy constante. Eso sí, a tenor de sus cifras, 90 CV y 151 Nm de par a 3.500 vueltas, el resultado es mejor del esperado, sobre todo a la hora de movernos en tramos abiertos donde resulta fácil mantener el ritmo... y arrojar unos consumos muy ajustados.

No acelera con contundencia ni recupera el ritmo con facilidad dado sus largos desarrollos del cambio, y obliga a utilizar este con mayor frecuencia que en el Fiesta o en el Swift incluso, pero el tacto de la palanca es muy preciso y de cortos movimientos y por ello su accionamiento muy agradable. Así, entre los largos desarrollos y el apoyo del sistema microhíbrido es capaz de conseguir cifras de consumo muy bajas.

Manteniendo ritmos estables en carretera de 120-130 km/h de marcador, te mueves ligeramente por encima de los 5,5 l/100 km de media, cifra que no sube mucho si nos movemos algo más deprisa y que en ciudad puede bajar aún más si aprovechamos la suavidad del motor a muy bajo régimen.

FICHA TÉCNICA:

VERSIÓN e-Skyactiv G Origin M Hybrid; MOTOR Gasolina, 4 cilindros + eléctrico; CILINDRADA 1.496 cm3; BATERÍA - kWh; POTENCIA CONJUNTA 90 CV; PAR MÁXIMO 151 Nm; CAMBIO Manual de 6 vel.; VELOCIDAD MÁXIMA 183 km/h;  ACELERACIÓN 0-100 KM/H 9,8 s; CONSUMO EN RECORRIDO PRUEBA 5,6 l/100 km; AUTONOMÍA 780 km; DIMENSIONES 4.065 / 1.695 / 1.495 mm; NEUMÁTICOS 185/65 R 15; PESO EN VACÍO 1.110 kg; MALETERO 255 l; PRECIO 17.150 €

Suzuki Swift Mild Hybrid

83 CV, menos de cuatro metros y desde 16.000 euros.

Pequeño, pero muy divertido. El Swift apenas mide 3,8 metros pero en una carrocería tan pequeña logra ofrecer grandes dosis de confort y diversión a sus mandos, con un interior que sorprende por su amplitud para las dimensiones de la carrocería, y llega a ofrecer tanto espacio casi como el de modelos que superan los cuatro metros de longitud. Sólo la capacidad del maletero queda por debajo de la mayoría de ellos con sus 265 litros.

Está claro que el enfoque del Swift hay que buscarlo en el entorno urbano, donde se mueve con mucha soltura y viveza y siempre transmitiendo una sensación al volante muy agradable por el tacto de dirección y del cambio así como por una respuesta del motor que, como en el caso del Mazda 2, se nota que es un cuatro cilindros. Suave y muy progresiva y, dado el bajo peso y recortadas dimensiones, suficiente para mostrarse muy vivo en sus reacciones.

A bajas revoluciones vibra poco y mantiene ese refinamiento a medida que gira a revoluciones más altas, dulcificando la respuesta también gracias a la aportación del sistema de hibridación ligera a bajo y medio régimen. Porque a partir de las 4.000 vueltas, la distribución variable hace que este pequeño 1.2 cambie el carácter de su respuesta y esta se siente más intensa. No llega a ser tan refinado en general como el motor del Mazda2, pero sí se siente algo más enérgica su respuesta desde medio régimen.

Gracias a ello, y a su bajo peso que no llega a los mil kilos, se mueve en carretera con bastante viveza, con un bastidor además que permite cambios de trayectoria muy rápidos y transmitiendo siempre mucha confianza en sus reacciones. Un bastidor con el que se disfruta mucho en carreteras estrechas de ritmos no muy elevados, y en los que se desenvuelve con más soltura que en amplios y rápidos trazados, en los que no tiene problemas para mantener velocidades elevadas, pero lo hace con un ruido en el interior más acusado, tanto del producido por el aire como del contacto de las ruedas sobre el asfalto, que no quedan muy filtrados.

La amortiguación tiene una regulación más bien firme y ello le da una notable estabilidad en curva, sin llegar en absoluto a ser incómodo. Filtra las irregularidades con eficacia y permite incluso largos desplazamientos a velocidades medias sin mayores problemas y con unos consumos siempre muy ajustados, que difícilmente llegan a superar los 6 l/100 km.

FICHA TÉCNICA:

VERSIÓN 1.2 Mild Hybrid GLE; MOTOR Gasolina, 4 cilindros + eléctrico de 3 CV; CILINDRADA 1.197 cm3; BATERÍA 0,12 kWh; POTENCIA CONJUNTA 83 CV; PAR MÁXIMO 107 Nm; CAMBIO Manual de 6 vel.; VELOCIDAD MÁXIMA 180 km/h;  ACELERACIÓN 0-100 KM/H 13,1 s; CONSUMO EN RECORRIDO PRUEBA 5,6 l/100 km; AUTONOMÍA 660 km; DIMENSIONES 3.845 / 1.735 / 1.495 mm; NEUMÁTICOS 185/55 R 16; PESO EN VACÍO 940 kg; MALETERO 265 l; PRECIO 16.800 €

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