Llegan menos turistas a España que antes de la pandemia, pero cada uno de ellos gasta más. En un contexto de subida de precios generalizada, tanto en hoteles como en restaurantes, los turistas que visitan nuestro país gastan unos 100 euros más en su visita que en los mismos meses de 2019.
Según se desprende de la encuesta de gasto Egatur que elabora el Instituto Nacional de Estadística (INE), los turistas extranjeros que llegaron a España en septiembre registraron un gasto medio por cada viajero de 1.182 euros. Son 95 euros más que en el septiembre de 2019, y sigue la tendencia registrada en los últimos meses: en julio, por ejemplo, el gasto medio por turista fue de 100 euros más que antes de la pandemia, mientras que en agosto se situó 119 euros por encima.
Es por eso que, aunque la cifra de turistas extranjeros cerró septiembre un 11,6% por debajo que en el mismo mes de 2019, el gasto total está solo un 4% por debajo, ubicado en 9.243 millones de euros. En agosto, el dibujo de la comparativa entre llegada y gasto fue similar, con un 12,8% menos de visitantes extranjeros en España pero un gasto solo un 3,8% menor.
En lo que respecta al gasto medio diario, si en septiembre de 2019 se situaba en 152 euros, en el mismo mes de este año ascendía hasta 169 euros; es decir: el turista que visita España gastó cada día en nuestro país 17 euros más de media que antes de la pandemia.
Como recogen los datos del INE, de enero a septiembre los turistas internacionales que han visitado España superan en total los 55,9 millones (un 16,5% menos que en 2019) y su gasto conjunto alcanza los 68.137 millones de euros (un 7,3% por debajo que entonces).
Los precios no impactan (aún) en la llegada
Con todo, las previsiones que manejan tanto el sector turístico como el Gobierno apuntan a que, de aquí a final de año, la subida de precios no afectará a la llegada de turistas.
"Los datos confirman que en septiembre se mantuvo la tendencia de recuperación de la actividad turística, recortando incluso más que en agosto la diferencia con 2019", explicaba este jueves la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, que recalcaba: "Teniendo en cuenta el actual clima de incertidumbre económica general y la elevada inflación, estas cifras demuestran la gran resiliencia que está demostrando el destino España, que sigue presentando perspectivas positivas para lo que resta del año, según reflejan indicadores como la programación de las aerolíneas y las reservas”.
Según las cifras del Ejecutivo, España cerrará el año 2022 con una llegada de turistas internacionales que, según sus cálculos, superará el 80% de las registradas en 2019, año récord. La recuperación será mayor en el gasto, según los cálculos del Gobierno, que llegará hasta los 87.000 millones de euros, alcanzando un 95% de la cifra registrada en 2019, y similar a la de 2017.
El PIB turístico será menor
No obstante, pese a estas perspectivas en llegada de turistas, las previsiones de las empresas apuntan a que el peso del turismo en la economía a cierre de año será todavía menor que en 2019. Según las cifras que maneja la patronal Exceltur sobre el PIB turístico, el sector no recuperará todavía en 2022 su aportación a la economía lograda 2019.
La previsión de Exceltur realizada este mes de octubre apunta a que el PIB turístico ascenderá a cierre de año a cerca de 154.000 millones de euros, representando así un 11,8% del total del PIB, en base a la última previsión del Banco de España. De este modo, el peso del turismo en la economía caería aún más de medio punto respecto a 2019, cuando alcanzó el 12,4%.
Así, el año 2022 arrojará un PIB turístico cerca 1.000 millones menor que en 2019. El escenario "recoge una moderación en la senda recuperación estimada para los últimos tres meses del año", por el esperado "enfriamiento de las economías y consecuente erosión de la capacidad de consumo turístico de hogares y empresas", apuntaba la patronal. Sin embargo, para los empresarios del sector turístico esto se verá -y se está viendo- compensando en buena parte por las "inusitadas ansias viajeras" tras los años de pandemia y el ahorro acumulado de los viajeros.
