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Economía

Sánchez, ante el fantasma económico de Zapatero

Pedro Sánchez y José Luis Rodríguez Zapatero (GTRES)

Pedro Sánchez y José Luis Rodríguez Zapatero se parecen más de lo que ellos creen. Los dos cogieron las riendas del partido socialista y las del Gobierno por sorpresa. Y los dos aterrizaron en la Moncloa con una buena dinámica económica, aunque con la formación de pequeños nubarrones financieros internacionales en el horizonte.

Fueron la mala gestión de esta borrasca internacional -crisis de las hipotecas 'subprime'- y la negación de la burbuja inmobiliaria y financiera española lo que aupó a Mariano Rajoy al Gobierno y tumbó durante años la reputación económica del PSOE.

El exvicepresidente económico de Zapatero, Pedro Solbes, escenificó este fracaso en su debate televisivo frente a Manuel Pizarro antes de las elecciones de 2008, cuando negó una y otra vez la crisis que estaba estallando. A posteriori, Solbes reconoció que hubo "fallos de previsión en su Gobierno"

La alumna de Solbes

Terminó saliendo del Ejecutivo de Zapatero unos meses después -abril de 2009- por diferencias con la política económica de su jefe. No compartía un exceso de gasto público -plan E, cheque bebé y rebaja del IRPF- con una crisis como la que se estaba formando, y decidió salir del Gobierno.

Ahora, una 'alumna' de Solbes, Nadia Calviño, será la encargada de poner orden económico en el Gobierno liderado por Sánchez y conseguir que el PSOE se quite de encima la losa de la mala reputación entre los empresarios. 

Nadia Calviño recibe la cartera de Economía de manos de Román Escolano.

Para ello, Sánchez ha dado casi los mismos galones que tuvo Solbes a Calviño. Sin vicepresidencia económica, pero presidiendo desde el Ministerio de Economía la Comisión Delegada para Asuntos Económicos, como adelantó Expansión. Desde ese puesto coordinará las medidas que propongan otros seis ministerios económicos: Hacienda, Fomento, Industria, Trabajo, Transición Ecológica y Agricultura.

Se trata de toda una muestra de intenciones que la elegida para esta responsabilidad sea una recién llegada de Bruselas y no la ministra María Jesús Montero, con mucho peso en el PSOE andaluz; ni la abanderada de la reforma de las pensiones, la ministra de Empleo, Magdalena Valerio; ni un ministro (Fomento) de su total confianza, como José Luis Ábalos.

Sánchez quiere ganar con Calviño credibilidad exterior e interior de cara a las de 2020

La lectura que ha hecho de ello todo el mundo empresarial es que Sánchez usó a Calviño para alejarse de Italia en el mapa financiero, transmitiendo un claro compromiso presupuestario con Europa. Desde el entorno de Sánchez señalan que éste es un Gobierno para seis años (2+4) en el que se la juegan en los dos primeros, de ahí que el papel de Calviño de 'sheriff' económica sea clave.

Habrá que ver cómo encaja la 'superministra' el giro que ha dado el Pacto de Toledo para ligar la actualización de las pensiones al IPC, como quería el PSOE. Aunque no descuadra los Presupuestos en marcha, ya que estos ya contaban con una subida de las pensiones pactada por el PP con el PNV, si tendrá un gran impacto a partir de 2020. Lo mismo ocurre con otras partidas del gasto público, que de momento seguirán relativamente controladas -los Presupuestos que se van a aprobar ahora son de Rajoy-, pero la incertidumbre está en los que se van a negociar a la vuelta de verano.

Previsiones

Está por ver si Sánchez repetirá los errores de Zapatero de usar el la manguera de los Presupuestos para regar una economía en desaceleración y captar votos. Las previsiones son buenas de momento: el Banco de España calcula un crecimiento del 2,7% este año -que algunos bancos elevan al 3%-; del 2,3% en 2019; y del 2,1% en 2020.

Pero al igual que le ocurrió a Zapatero, se atisban nubarrones en el horizonte internacional: la subida del petróleo; la crisis italiana, que puede encarecer el coste de la deuda; la guerra comercial con EEUU; y la amenaza de una crisis de la economía norteamericana.

El expresidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, señaló hace algunos días que Estados Unidos se acerca al 'Momento Coyote': en su carrera para alcanzar al Correcaminos no ve el precipicio y cae por él. Si eso ocurre, veremos si Sánchez ha pensado en un paracaídas para la economía española.

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