Sánchez ya 'comparte' los aeropuertos del Sáhara con Marruecos y amenaza los tratados internacionales

Desde 2022, las cesiones de Pedro Sánchez a Mohamed VI han ido ‘in crescendo’. Uno de los puntos críticos de estos acuerdos es la futura entrega del espacio aéreo saharaui a las autoridades marroquíes, que históricamente controla España desde las Islas Canarias. No obstante, según ha podido saber Vozpópuli, tanto Marruecos como España registran en su listado oficial los aeropuertos de El Aaiún y Villa Cisneros -su denominación en español, pero que desde el reino alauí se nombran como Laayoune y Dakhla-; un paso significativo en la cesión de esta gestión..

Tanto España como Marruecos registran en su Publicación de Información Aeronáutica (AIP), el manual básico de información aeronáutica de cada país, estos dos aeropuertos. Desde el sector destacan a Vozpópuli que no puede ser que dos países tengan en sus AIP los mismos aeropuertos. En el caso de España, la información no está actualizada desde 1974, e indica, por ello, que la información no es fiable en el caso del aeropuerto de Villa Cisneros. 

En el caso del AIP de Marruecos, las actualizaciones son del 2023 y le da mayor notoriedad a estos dos puntos. Es más, Marruecos habría eliminado la conexión directa de las torres de control de los aeródromos de Laayoune y Dakhla con el Centro de Control de Canarias gestionado por Enaire, el proveedor de servicios de navegación aérea español. 

Los drones

El otro frente alarmante de esta cesión de aeropuertos son los vuelos no tripulados o drones que, debido a la escasa altitud, son gestionados directamente por el control aéreo de las torres de control afectadas por dichos vuelos, por lo que no se controlan desde el Centro de Control de Canarias. Esto significa que es Marruecos, y no España, el país que controlaría este tipo de vuelos en la región. 

La transferencia del control de las aeronaves no tripuladas generaría ganancias económicas a Marruecos y una mayor libertad de acción para sus operaciones militares en el Sahara. La pérdida de una parte del espacio aéreo reduciría la seguridad y su capacidad de control sobre los corredores aéreos, que constituyen importantes rutas aéreas y marítimas desde el Sur de África y Sur de América. 

Ahora pasarían a ser controlado por Marruecos, en la zona del Sáhara Occidental. Fuentes diplomáticas consultadas por este diario manifiestan su "alarma" ante el hecho de que España no ostenta ninguna autoridad para ceder el espacio aéreo del Sahara Occidental. Esta decisión iría contra las resoluciones de Naciones Unidas y Derecho Internacional. 

Porque, mientras no se atribuya la soberanía del Sáhara, el control aéreo debería recaer en España. Como informan fuentes del sector, es responsabilidad de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) comprobar que la navegación aérea sobre Sahara Occidental se controla desde España.

Marruecos avanza en su objetivo

Marruecos está más cerca de su objetivo desde marzo de 2022, poco después de desatarse la Guerra en Ucrania. El Gobierno de España cambió su postura sobre el Sáhara Occidental y asumió la propuesta marroquí para la resolución del conflicto. Un mes después, Pedro Sánchez celebró una reunión en Rabat para abrir una “nueva etapa” en su relación. 

El séptimo punto de esta declaración apunta que España y Marruecos “iniciarán conversaciones sobre la gestión de los espacios aéreos”.

Este apretón de manos se trasladó a una declaración conjunta en cuyo primer punto España reconoce que la iniciativa de autonomía marroquí sobre el Sáhara es “la base más seria, realista y creíble para resolver este diferendo”.

El séptimo punto de esta declaración apunta que España y Marruecos “iniciarán conversaciones sobre la gestión de los espacios aéreos”. Una mención que en el sector referencia al control aéreo que mantiene España sobre el Sáhara Occidental, y que fue otorgada por la OACI, dependiente de Naciones Unidas, hace casi medio siglo. 

Lograr el espacio aéreo del Sáhara sería una victoria política y estratégica para Marruecos. El Gobierno marroquí aumentaría su influencia geopolítica de forma significativa, en detrimento de la del archipiélago canario y de España.