Publicado: 25/12/2023 04:45
La automovilística francesa, que ha anunciado la fabricación de ocho nuevos modelos de la marca Renault en sus factorías, va a realizar una transformación en profundidad de su sistema industrial, algo que será posible esencialmente gracias a la digitalización, al despliegue del metaverso y a la inteligencia artificial.
Todas esas tecnologías, según Renault, estarán al servicio de sus empleados para facilitarles el trabajo, que será así más productivo. Sin dar cifras sobre las inversiones necesarias, Renault asegura que este aumento esperado de la productividad de sus fábricas no se traducirá en ningún caso en una reducción de puestos de trabajo.
"Esta transformación de la industria pretende hacer nuestro sistema más ágil, más competitivo, lo que nos permitirá igualmente responder más rápido a lo que esperan nuestros clientes, destacó Thierry Charvet, el responsable industrial de Renault.
Charvet afirmó que "se trata de sacar partido de nuestras bazas, hacer mucho más rápido lo que hacemos bien y llevar juntos el sistema industrial al máximo de su excelencia reinventándolo".
A ese respecto, la empresa del rombo asegura que el nivel de fiabilidad de sus vehículos se ha multiplicado por tres y se sitúa "en los mejores niveles", que sus fábricas están en cabeza de las clasificaciones del gabinete independiente Harbour Report, y que está entre los tres fabricante mundiales con la mejor eficiencia energética y de emisiones de dióxido de carbono (CO2).
Después de haber sido el primero que se dotó del metaverso industrial, ahora su intención es extender su aplicación con una mayor digitalización para desarrollar los "procedimientos innovadores" que permiten esperar un tiempo de fabricación reducido a nueve horas para el futuro modelo Renault 5 eléctrico.
270 millones de euros de ahorro
Ese entorno del metaverso industrial, con 12.000 equipamientos conectados en sus factorías de todo el mundo, permite recopilar dos millones de datos por minuto y producir así de forma más rápida y por tanto con menos costos.
La empresa, de hecho, cifra en 270 millones de euros el ahorro gracias al metaverso este año, en particular por el mantenimiento predictivo de las instalaciones que eso permite.
La conexión entre los puestos de trabajo y más ampliamente de todos los eslabones del ecosistema industrial le permite esperar una reducción del 60% en el plazo de entrega de los vehículos y disminuir a la mitad la huella de carbono en la fabricación de sus vehículos.
Renault afirma que desde 2019 ha logrado un recorte del consumo de energía en sus plantas industriales del 20% y que el objetivo es elevar esa cifra hasta el 40% para 2025.
A eso debe contribuir la inteligencia artificial con dispositivos predictivos que la compañía estima que aporta una caída del consumo de energía del 20%. El grupo Renault se ha marcado la meta de alcanzar las cero emisiones netas de CO2 en 2025 en su complejo para los coches eléctricos en Francia ElectriCity, desde 2030 en el conjunto de sus factorías en Europa y en 2050 en todo el mundo.
Por lo que se refiere a la inteligencia artificial, el fabricante francés va a pasar de más de 300 aplicaciones operativas para el análisis de imágenes y sonidos a 3.000 en 2025. Gracias a sus algoritmos, los trabajadores pueden anticipar muchas de sus operaciones y al mismo tiempo se optimiza la gestión de los flujos de la cadena logística y de aprovisionamiento, por ejemplo detectando los riesgos en razón de la meteorología o el tráfico.
De los ocho nuevos vehículos atribuidos a sus fábricas, cuatro corresponden a su factoría turca de Bursa, uno para la factoría de Curitiba, en Brasil, un todocaminos (SUV) destinado a los mercados latinoamericanos de la que la compañía ya avanzó el pasado martes que supondrá una inversión allí de 350 millones de euros. Los otros estarán destinados a sus fábricas en Marruecos, Corea del Sur e India.
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Hace unos años cometí el grave error de comprar un Renault; ya hemos tenido en casa varios vehículos de varias marcas y nunca vi semejante chatarra; fallos contínuos de reles, servos, radio y climatizador. Para cambiar una bombilla de los faros delanteros había que tomarse una valeriana y concentrarse. El tapón del aceite del motor sujetaba la tapa de plástico grande del motor, etc, etc. Y a los 80.000 km ya parecía que tenía 400.000, en fin, nunca más compraré nada que lleve el dichoso rombo. No creo que hayan eliminado todas sus brutales carencias.
Y seguimos tratando de engañar al personal.
Renault debería explicar por qué sus vehículos se han encarecido de una manera exorbitante, porqué no vende un churro de eléctricos, por qué todo ese ahorro en lugar de trasladarse en una bajada de precios supondrá más ganancias para sus directivos, como es eso de "para facilitarles el trabajo, que será así más productivo", o sea que no se trata de una mejora de las condiciones de trabajo o aumentos salariales relacionados con esa "mayor producción" sino producir más con lo mismo. Mayor producción no se sabe para qué puesto que actualmente se están vendiendo menos coches que hace unos pocos años, eso sí, mucho más caros con lo que el beneficio es mayor.
Las empresas automovilísticas son cómplices necesarias en esta política de la UE de "no tendrás coche y serás feliz". No entienden que colaborando con el enemigo terminarán por desaparecer porque el objetivo es ese, acabar con la liberta de movimientos del ciudadano.