Los precios alcanzan en febrero el nivel más alto de toda la crisis inflacionista iniciada en 2021. Más allá de las variaciones anuales, el propio Índice de Precios de Consumo (IPC) es el que mejor marca el nivel de precios que pagan los hogares en un determinado momento por una cesta de productos básicos (desde los alimentos hasta la luz, el combustible, los restaurantes, un ordenador o muebles del hogar).
Durante cinco meses el IPC ha estado por debajo del máximo marcado en agosto tras descender un 0,7% en septiembre respecto al mes anterior y mantenerse prácticamente estable después. Sin embargo, en febrero han vuelto a crecer un 1%, dejando el IPC por encima del máximo de agosto y marcando un nuevo récord de precios dentro de esta crisis inflacionista.
La inflación (como se conoce a la variación anual del IPC) solo recoge un año y puede estar afectada por efectos base. Esto implica, por ejemplo, que si los precios ya subieron mucho hace justo un año, la inflación puede resultar más moderada en ese mes, pero si se tienen en cuenta los dos años el encarecimiento que sufren los hogares en realidad es muy superior, pudiendo estar los precios en el nivel más elevado.
Esto ha ocurrido en el mes de febrero. En el segundo mes del año 2022, cuando se iniciaba la invasión de Ucrania, los precios subieron en términos anuales un 7,4%, siendo esta la mayor cota de la crisis energética hasta ese momento. Esto, al margen de cómo se comporten los precios en este mes de febrero, ya tiene un efecto minorativo en lo que conocemos como inflación, que siempre compara los precios actuales con el nivel que tenían en el mismo mes del año anterior.
Sin embargo, como los precios crecieron un 1% en términos mensuales, la mayor subida registrada en un mes desde junio de 2022, la inflación acabó subiendo este febrero hasta el 6,1%, por encima del 5,9% registrado en enero. Si se compara el nivel de precios actual con el que había en febrero de 2021, por ejemplo, antes de que arrancara la crisis inflacionista, el encarecimiento acumulado de la cesta de la compra asciende al 14%.
A la espera de conocer el desglose del IPC en unas semanas, el INE avanza este martes que el crecimiento de febrero responde a que los precios de la electricidad suben este mes, frente al descenso registrado en febrero de 2022, y a que los alimentos y bebidas no alcohólicas aumentan más que en febrero del año pasado.
En esta ocasión los carburantes no parecen haber sido los causantes del repunte de la inflación, pues, según el INE, actuaron como amortiguadores: "Destaca la bajada de los precios de los carburantes y lubricantes, los cuales aumentaron en febrero de 2022, y del transporte combinado de pasajeros, frente a la estabilidad del año anterior", apunta el INE.
Si se pone el foco en los precios sin tener en cuenta la energía y los alimentos frescos, los dos componentes más volátiles de la cesta de la compra, el IPC subyacente (como se conoce al indicador que excluye esas dos categorías) también se sitúa en niveles máximos tras repuntar un 0,7% en el último mes.
De hecho, en ese caso la variación anual es también récord, del 7,7% en febrero. En la serie que arranca en 2002 no constan registros de una inflación subyacente más elevada en tasa anual. Si se analizan las series anteriores, hay que remontarse al 1986 (37 años) para encontrar una tasa anual mayor.
El nuevo repunte de precios registrado en los primeros dos meses del año ha roto las expectativas de mejora que tenían los economistas, y algunos no esperan que la subyacente comience a bajar hasta el mes de abril. Sí lo hará la general este mes de marzo por el efecto base (en marzo de 2022 los precios de la energía y las materias primas se dispararon con la guerra), lo que dará un respiro al Ejecutivo.
En este sentido, pese al reducido impacto de la rebaja del IVA en los alimentos, que BBVA Research calcula que ha restado como mucho 0,2 puntos porcentuales a la inflación general, Economía, Hacienda y Agricultura tratan de esquivar la presión de Unidas Podemos y se resisten a tomar medidas extraordinarias para bajar los precios del supermercado.