Economía

Así es el plan secreto de la Generalitat para implantar el cupo catalán "singular" y "diferente"

Quiere camuflar "el privilegio" y superar el concepto de "Agencia Tributaria Consorciada" por el de "Delegación", en el que Cataluña tenga el control y el Estado acabe desapareciendo

Pere Aragonès y Natalia Mas en la presentación de la financiación singular
Pere Aragonès y Natàlia Mas en la presentación de la financiación singular

Hablar de una "contribución solidaria", de un "acuerdo concertado", "singular", "diferente", en el que se "huya de los términos desigual y bilateral", en el que se camufle el privilegio, que sea "más difícil interpretar como privilegio". Así se abre la hoja de ruta secreta que maneja la Generalitat para conseguir que se apruebe un Cupo como el vasco para Cataluña, a la que ha tenido acceso Vozpópuli. Este martes y este miércoles la Generalitat presenta una propuesta de financiación singular para Cataluña que estaba prevista pero que con el adelanto electoral adquiere más capacidad de presión si cabe de cara a una eventual investidura de Salvador Illa.

La guía tiene varios niveles. El del lenguaje y la retórica, el legislativo, y el hacendístico. Además del uso de un neolenguaje orwelliano para intentar que este plan se acabe tolerando, sortear la legalidad y se lleve a cabo, estas directrices presentan una novedad. Desde la Generalitat venían trasladando una fórmula a la que el PSC primero y el Gobierno de Pedro Sánchez también se venían abriendo: caminar hacia una Agencia Tributaria consorciada como la que permitiría desarrollar el Estatut. Pues bien, ahora se va un paso más lejos y se propone una "delegación" como objetivo. "La gestión es por Delegación. Si es así se supera la idea anterior de Consorcio tributario", plantea.

Esto implica que se huye de una fórmula mixta en la que haya una Agencia Tributaria con parte estatal y con parte catalana en Cataluña sino que lo que se quiere directamente es que la Generalitat mande y tenga las llaves de la caja, y que el Estado delegue, que la Agencia Tributaria estatal se vaya diluyendo en una delegación.

Este ideario insiste en que es importante destacar los términos "singular" (que aparece setenta veces en el texto que este martes ha presentado la Generalitat) y "diferente", ya que advierte de que "el término desigual en la Constitución es una línea roja, aceptando que sólo puede ser desigual lo que la propia Constitución prevé como tal, y huir del concepto específico (en el sentido de único) o de bilateral. Mejor diferente, que es más difícil interpretar como privilegio, ya que no veta su extensión a terceros".

"Conviene trabajar la hipótesis de que los cambios no afectan a los derechos o deberes de las personas. Son sólo diferencias de recursos entre instituciones", recomienda. También aconseja "evitar protagonismo en la Comisión Mixta para ahorrar indicios de bilateralidad".

El camino legislativo

La hoja de ruta avisa de que "esto se debe hacer cambiando la Ley Orgánica de Financiación Autonómica (LOFCA)", que como tal requiere de mayoría absoluta, y de que "el trance del paso por el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) es "inevitable". Aquí al Gobierno le basta con el voto de una sola comunidad autónoma para que lo que proponga salga adelante.

"Las decisiones deben tener amparo en la LOFCA", se insiste.

"La potestad tributaria originaria debe verse que sigue siendo del Estado, del legislador, del Parlamento, y por tanto derivada de mayorías absolutas", destaca el texto como fórmula clave para que el plan llegue a buen puerto.

Dos fondos

En lo que respecta a los aspectos más técnicos, plantea crear dos fondos. Uno de reequilibrio, "que habrá que objetivar y acordar" y que se advierte de que "no podrá hacerse por la Comisión Mixta sino mediante cambio de la LOFCA tras su paso por el CPFF", al que recomienda dotar de "automatismo".

En este escenario, "todos pasan a ser tributos cedidos", señala.

En un segundo fondo, en el que todavía no se ha trabajado, se deberá consignar una "aportación por los servicios prestados de la que deben restarse ingresos del Estado en Cataluña respecto de los Impuestos Especiales e IVA".

Alerta de los inspectores

Francisco de la Torre, inspector de Hacienda, alerta sobre la fórmula de la "delegación" en declaraciones a este periódico: "Si delegas todo, dejas de existir, el camino es que la Agencia Tributaria estatal deje de existir en Cataluña. Quieren tener las llaves de la caja, recaudar y tener el control". Cree que el plan está diseñado para que la ciudadanía vaya tragando. Para ello, augura que "de entrada ofrecerán una aportación no muy diferente de la actual y una vez que tengan las llaves, la irán reduciendo".

De la Torre califica la propuesta de "inconstitucional, un destrozo de la Agencia Tributaria. Supondrá la ruptura de la base de datos común, lo que disparará el fraude, tendrá un coste brutal para Cataluña y resentirá al resto de comunidades".

En último término, avisa, "será infinanciable, ya que Cataluña es tres veces más grande que el País Vasco y supondrá una "desigualdad brutal en los servicios públicos esenciales que reciben los ciudadanos".

La Asociación de Inspectores de Hacienda del Estado (IHE) viene alertando contra los pactos del PSOE con ERC y Junts. Este martes ha advertido en X de que la cesión a Cataluña de toda la capacidad tributaria implicaría "un golpe a los principios de igualdad entre los españoles y los territorios, a la capacidad económica y a la justicia fiscal establecidos en la Constitución".

"El fraccionamiento de la Agencia Tributaria supondría "un paso atrás de gigante en su función principal de aplicar el sistema tributario", han subrayado. Para la Asociación de Inspectores, estos planes suponen la "conculcación" de los principios tributarios fundamentales sobre los que se asienta el actual sistema.

Lo que ha anunciado la Generalitat

"Un giro de 180 grados en financiación autonómica", es lo que ya venía anunciando la consellera de Economía, Natàlia Mas Guix en la antesala de presentar el plan de "financiación singular"para Cataluña. Un giro abrupto que consolida la autonomía catalana al excluirla del régimen común de financiación autonómica a través de la recaudación de todos los impuestos que genere, un fondo de equilibrio territorial y la transferencia al Estado por los servicios que se prestan.

Ésta es la receta mágica de la Generalitat para compensar, dicen, el "déficit fiscal del 22.000 millones de euros", especialmente con la recaudación del 100% de los impuestos, una máxima evocada por los partidos secesionistas, que implicaría hacerse con el IVA, el IRPF, el Impuesto sobre Sociedades y los Impuestos Especiales, pasando de gestionar el 9% a la totalidad de las contribuciones para un ingreso de 52.000 millones de euros anuales.

Todo ello con un encaje constitucional que, de cara a la galería, pasa por un concierto solidario a través de transferencias al Estado para contraprestar servicios como políticas de defensa y un fondo de reequilibrio territorial a través de un acuerdo bilateral con el Estado. Un pacto que se fundamentaría en la autonomía tributaria de la Generalitat para gestionar todos los impuestos y contar con "suficiencia financiera" para "eliminar el déficit de inversiones y el fiscal", como recoge el plan.

En todo el informe, que defenderá el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, este miércoles, el Govern sostiene que el déficit es el resultado de haber aportado el 19,2% de los ingresos de Estado y de haber recibido un 13,6% del total del gasto del Estado.

La clave está en el encaje legal de todo esto. El Govern cita al Instituto de Estudios de Autogobierno (IEA) para defender que es compatible su plan singular con el Estatuto, la Constitución y el Derecho europeo. Cabe recordar que esta presentación, que lleva meses en ciernes, llega a 50 días de las elecciones autonómicas y tanto Junts como el PSC elaboran una propuesta para un nuevo modelo financiero catalán.

ERC, además, ya tiene pactada la condonación del 20% de la deuda con el Gobierno de Pedro Sánchez, como consta en sus pactos de investidura. Como fuere, ERC también contempla para este traje a medida, como propone Junts, modificar la LOFCA y la ley de cesión de tributos. Argumenta en base al Cupo vasco y navarro que el fondo de equilibrio territorial cumpliría con la "solidaridad" entre CCAA.

Sin embargo, no es oro todo lo que reluce y la terminología está colocada con sumo cuidado para ir saltando obstáculos. Como destaca la hoja de ruta a la que ha accedido Vozpópuli, la palabra "singular" se ha utilizado 70 veces, "huyendo del término desigual, específico o bilateral".

Más información