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Economía

Los accionistas de Merlin renuevan a Clemente tras su tregua con el Santander

El consejero delegado de la mayor inmobiliaria española ha sido renovado en su cargo pese a las tensiones de su equipo con el primer accionista, que ha impuesto cambios en la gestión

Ismael Clemente, consejero delegado de Merlin.
Ismael Clemente, consejero delegado de Merlin.

Ismael Clemente seguirá como consejero delegado de Merlin Properties tras obtener el apoyo definitivo del accionariado en la Junta General de Accionistas 2022. La votación, de la que participaron 868 inversores, también renovó en el cargo al 'número dos' de Clemente, Miguel Ollero.

La mayoría del accionariado minoritario -con en torno a un 70% del capital en total- ha mantenido grosso modo en todo momento su apoyo al primer ejecutivo y fundador de la mayor inmobiliaria española, según apuntan fuentes conocedoras. Pero el primer accionista, el propio Banco Santander (con un 22%), llegó a plantear su cese en un consejo de administración del pasado mes de diciembre que se vio sucedido de caídas en la acción del 6%.

Clemente ha sido finalmente renovado en su cargo en la Junta General, la primera tras saltar a la luz pública las diferencias entre el consejero delegado y el representante del Santander en la socimi, Javier García-Carranza. En la votación definitiva de este miércoles, la entidad cántabra ha acabado respaldando la extensión del mandato del CEO hasta 2024 -se vota cada dos años-, si bien en esta ocasión lo ha hecho tras imponer cambios dirigidos a la adecuación de la gestión a 'estándares' de otras empresas cotizadas.

Entre las líneas rojas del banco contra Clemente figuraban el sistema de retribuciones del equipo directivo y su política de dividendos, según pudo saber este diario de fuentes financieras. Otras fuentes han esgrimido en defensa del CEO y fundador que protegerá a la compañía de una venta en trozos como la que podría pretender el Santander.

Tregua: dividendo extraordinario y nuevo sistema retributivo

Los bandos sellaron una tregua el pasado 26 de enero, que tomó la forma de un compromiso de las partes a desarrollar una serie de medidas "para reforzar y mejorar el gobierno corporativo" en las que se sigue trabajando, inciden fuentes del mercado.

Desde entonces, el equipo de Clemente ha avanzado en medidas tendientes a reducir los niveles de endeudamiento de Merlin, con la venta por 1.987 millones de euros de las 662 oficinas que alquilaba a BBVA como operación estrella. Este movimiento granjeará un dividendo extraordinario para los accionistas con el Santander a la cabeza, que optaría a unos 70 millones extra antes del 30 de junio de 2023. El consejero delegado ha avanzado que se procurará abonar el dividendo extraordinario lo antes posible, previsiblemente entre julio y septiembre de 2022.

En la Junta de accionistas se ha aprobado también un nuevo sistema de remuneración al equipo gestor y la plantilla que rebajaría las cantidades percibidas, con una remuneración fija máxima de un millón de euros para el CEO -y un máximo aproximado de cinco millones incluyendo variables. El nuevo método incrementa la dependencia de la remuneración variable a corto plazo (STIP) a logros estrictamente financieros. Factores como los dividendos, la evolución de la acción, los ingresos por rentas, el nivel de endeudamiento y operaciones corporativas pasarían a tener una importancia de hasta un 70%, frente al 60% que regía hasta ahora. Paralelamente, se ha trazado un plan de incentivos a largo plazo para un período de tres años por un máximo equivalente al 0,74% del capital que se pagará íntegramente con acciones.

No se ha abordado la demanda en primera instancia contra la socimi por los fundadores de su filial de espacios flexibles Loom, un frente que trascendió tras la crisis entre Merlin y el Santander. Los hermanos José Manuel y Paula Almansa reclaman a Merlin hasta 170 millones de euros por la presunta manipulación de los parámetros de valoración para la compra aplazada de la compañía y, sobre todo, por una supuesta violación de la cláusula de no competencia entre las partes, avanzó El Confidencial.

La nueva Merlin

La socimi, que obtuvo rentas brutas de 505 millones en 2021, capitaliza actualmente en bolsa un valor que ronda los 4.800 millones de euros, frente a los 11.200 millones que tiene en activos.

La ejecutiva de Clemente se ha comprometido a avanzar en la reducción del endeudamiento por activos de Merlin, del 39,2% al 31,2%, gracias sobre todo a la operación de venta de las sucursales de BBVA. Paralelamente, se ha trazado el objetivo de reducir su exposición a centros comerciales en favor del segmento de la logística y el más incipiente de los centros de datos. La compañía tiene ya acordado invertir al menos 942 millones de euros en su plan de expansión, de los que 596 millones irían a centros de datos y 346 millones a logístico.

Las naves logísticas tenderían a convertirse en la segunda fuente de ingresos por rentas de la compañía (20%), solo por detrás de las oficinas (50%). Sus cuatro centros de datos proyectados en Bilbao, Lisboa, Madrid y Barcelona llegarían a representar el 15% de los ingresos, equiparándose con los centros comerciales.

Entre los planes de Merlin está la posibilidad de potenciar su programa de centros de datos con hasta 1.550 millones de euros de inversión en total, en cuyo caso podrían acabar dando rentas superiores a los centros comerciales y a la altura de los de la logística. La compañía también contempla la posibilidad de ampliar su participación en la promotora de Distrito Castellana Norte en Madrid, la mayor operación inmobiliaria en España, ahora situada en un 14,5%.

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