Mercadona gana clientes pese a la polémica por la subida de precios en los supermercados y en medio de los ataques directos de Podemos. La cadena valenciana ha arañado parte de la tarta a competidores como Lidl o DIA y, desde este verano, ha aumentado su cuota de mercado cerca de un 2%.
Como se desprende de los datos que maneja Kantar y que han sido consultados por Vozpópuli, a comienzos de diciembre la compañía que dirige Juan Roig tenía una cuota de mercado del 25,4%, muy lejos de su siguiente competidor, Carrefour (9,8%) y de Lidl (5,9%). De estos datos se desprende que cada vez más clientes entran a comprar a las tiendas de la valenciana. No en vano, mediados de agosto Mercadona alcanzaba un 25% de cuota, que ha ido incrementado en los últimos meses, en gran medida por el impulso de la marca propia, comentan fuentes del sector.
En este tiempo, de hecho, el gigante valenciano ha 'robado' clientes a otros rivales que compiten de forma relevante en este segmento y en la apuesta por las marcas blancas: Lidl, que en agosto alcanzaba un 6,1% de cuota y en diciembre se situaba en el 5,9%; y DIA, con un 4,8% y un 4,6%, respectivamente. Eroski, por su parte, también ha perdido: del 4,2% en agosto al 4,1% en diciembre.
Con este 25,4% de cuota, Mercadona ha recuperado el dato que tenía cuando comenzó la pandemia del coronavirus, en marzo de 2020, mes en que llegó a lanzar mensajes de "racionalicemos el miedo" a sus clientes por el peligro de desabastecimiento de sus tiendas. No obstante, y pese a este incremento notable de clientes, la valenciana se mantiene aún lejos de su máximo de cuota, cosechado en marzo de 2022 (26,5%).
Mercadona, en el foco de Podemos
Mercadona ha vuelto al foco este fin de semana por las acusaciones de la ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, que tildó de "capitalista despiadado" al presidente de la compañía, Juan Roig. En concreto, Belarra insistió en la apuesta de Unidas Podemos por topar los precios de la cesta básica de la compra, una propuesta que ya fue desdeñada por el propio Gobierno el pasado diciembre, y que la vicepresidenta del Gobierno Yolanda Díaz ya había lanzado cuatro meses antes.
La medida de la reducción del IVA en algunos productos fue finalmente la única consensuada el mes pasado por PSOE y Unidas Podemos para tratar de bajar los precios de los supermercados, que siguen batiendo su registro récord en los últimos meses. De hecho, en diciembre la tasa de los alimentos y bebidas no alcohólicas sufrieron una subida récord del 15,7%, la más alta desde el comienzo de la serie, en enero de 1994.
Ahora, desde el ala socialista del Ejecutivo se inclinan por acallar el debate hasta tener nuevos datos sobre la mesa. Así, el Ministerio de Agricultura esperará a mediados de febrero, cuando el Instituto Nacional de Estadística (INE) publicará el IPC del presente mes, para verificar junto con empresas de distribución y organizaciones de consumidores si la bajada del IVA en algunos productos ha surtido efecto a la hora de abaratar la cesta de la compra. "Esperaremos al IPC de enero para empezar a hacer alguna valoración, y nos reuniremos para hacer un seguimiento, un análisis de lo que ha pasado este mes", contaban hace unos días fuentes del departamento que dirige Luis Planas.
El organismo que será convocado en febrero es el Observatorio de la Cadena Alimentaria, del que forman parte las patronales de los supermercados (Asedas, Anged), las organizaciones de consumidores, o la patronal Fiab. El organismo, que sustituyó en diciembre de 2013 al Observatorio de Precios de los Alimentos, monitoriza regularmente los precios, estudiando su estructura básica y los factores que causan su evolución.
