Indra se desploma un 6,2% en bolsa tras el cese del CEO que no respaldaba el Gobierno

Indra pierde un 6,2% de su valor en bolsa en las primeras horas de cotización tras el anuncio de la salida de Ignacio Mataix, CEO de la corporación público-privada. Mataix era el último reducto que le faltaba por conquistar el Gobierno a través de la SEPI (Sociedad Española de Participaciones Industriales), accionista de referencia de la compañía, y tambien con la ayuda de Amber y SAPA.

Así, la acción ha pasado de comprarse por los 12,40 euros de ayer a los 11,63 euros por los que se puede adquirir en el momento en que se escribe esta información.

El anterior consejo fue diluido poco a poco tras las renuncias de varios de los consejeros independientes, que alegaban que el Gobierno quería hacerse el control de la compañía. En la última junta de accionistas, la SEPI configuró un consejo de administración al gusto de Pedro Sánchez.

Tal y como informó este diario, Mataix tenía fecha de caducidad, si bien no estaba claro el momento en el que la SEPI asestaría el golpe definitivo. Fue precisamente tras la reciente presentación de resultados, muy positivos para la compañía, cuando se ha producido la salida.

"Noticia negativa, que se suma a la salida de los principales directivos de la compañía desde que se destituyera a Fernando Abril-Martorell como Presidente ejecutivo en mayo 2021. Recordamos que en la JGA de junio 2022 la SEPI y varios accionistas (Amber Capital y SAPA Plasencia) provocaron el cese de 6 Consejeros independientes logrando conseguir un cambio de control en Indra. Esperamos impacto negativo en cotización", explica Iván San Félix, analista de Renta 4.

Aumento del 67% en la remuneración al accionista

El pasado 2 de febrero Indra anunciaba un aumento del dividendo del 67%, hasta los 0,25 euros por acción, frente a la retribución del año anterior, que fue del 0,15%.

En cuanto a sus resultados correspondientes a 2022, la empresa ha ganado 172 millones de euros, lo que supone un 19,9% más que en 2021, cuando alcanzó los 143 millones de euros. Todo en uno de los años más agitados para Indra que se recuerdan, marcado por la toma de control del Gobierno a través de la SEPI.