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Economía

La marca de banca privada del Popular desparecerá por completo en mayo

Ana Botín, presidenta del Banco Santander

Santander trabaja para llevar todo el negocio adquirido de Popular a una marca única. La integración tecnológica sigue su hoja de ruta y si todo va bien, las bancas privadas estarán integradas completamente en mayo, aunque fuentes del bancos señalan que el proceso se podría retrasar hasta junio, por cuestión de semanas.

Los profesionales de ambas entidades llevan trabajando juntos como un sólo equipo desde hace meses, repartiendo clientes y áreas geográficas. De hecho, lo primero que se integró fue el capital humano. Lo que falta aún por unificar son resquicios de la plataforma tecnológica.

En los últimos meses, el banco se ha ido traspasando las sicav gestionadas por el Popular. En marzo, la entidad de Ana Botín se trajo 46 sicavs al banco con 374 millones de euros de patrimonio.

Con esta integración la banca privada del Santander se refuerza como el primer gestor de este tipo de vehículos de inversión, con más de 500 bajo su mandato. Esto supone, que el banco rojo domina ya casi una quinta parte de todo el sector en España, en donde hay un total de 2.718, según los datos de Inverco.

Nueve oleadas

La entidad no quería hacer toda la integración tecnológica en un sólo fin de semana y correr el riesgo de que no saliera bien y por ello se marcó una hoja de ruta que diferenciaba nueve oleadas.

Las cuatro primeras eran las más complicadas y lentas y luego las otras cinco se harían más rápido, con una integración exponencial. Es decir, se pasa de integrar dos sucursales en un fin de semana a fusionar comunidades enteras en ese mismo periodo de tiempo.

En abril, el banco tiene pensado integrar todo el sistema catalán y el canario. En mayo, las comunidades que se verán unificadas son Aragón, Navarra, Valencia y Baleares.

Ya en el verano se comenzará con una primera etapa de Madrid y todo Andalucía en junio. Para terminar, si todo sale bien, en julio se finalizaría con Castilla-La Mancha y el sobrante de la comunidad que alberga la capital española.

ERE a la vista

La parte negativa de la integración es que al banco le sobra personal y oficinas. La entidad había supeditado la negociación del nuevo ERE a las elecciones sindicales y a la integración, y estos dos requisitos ya se han dado.

El ajuste de la plantilla se cifra en unos 3.000 empleados, tal y como adelantó Vozpópuli. Según documentación interna de Santander antes de la adquisición de Popular, el banco contemplaba un ajuste de unos 4.000 trabajadores, a los que habría que restar los 1.100 que salieron en el ERE de los servicios centrales.

Fuentes financiera consultadas alertan de que este nuevo ajuste podría llegar esta vez hasta las personas que trabajan en la gestora de fondos de la entidad.

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