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Economía

JP Morgan se abre a negociar con la Superliga un nuevo préstamo de 6.000 millones

El banco americano entra en conversaciones con el equipo promotor de la Superliga europea de fútbol que abandera el presidente del Real Madrid, Florentino Pérez

JP Morgan reconoce que juzgó mal el impacto de la Superliga en el fútbol
Sede de JP Morgan. Europa Press

JP Morgan se sienta a negociar con los impulsores de la Superliga europea de fútbol que podría revolucionar el deporte rey. Tras el fallo el pasado diciembre del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, el banco americano ha vuelto a mostrarse dispuesto a colaborar en favor de una línea de crédito que permita impulsar el proyecto rupturista y por lo pronto incipiente tras la frustrada iniciativa que presentó el presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, en 2021.

Entonces, el banco que encabeza Jamie Dimon había puesto a disposición de los doce fundadores de la Superliga un préstamo de alrededor de 4.000 millones de euros. Ante las amenazas de sanción desde la UEFA así como las presiones mediáticas, JP Morgan se acabó desmarcando públicamente por haber "juzgado mal el impacto de la Superliga en la comunidad futbolística".

El nuevo proyecto alberga el suficiente potencial para mantener comercialmente unidos al Real Madrid y FC Barcelona pese al fuego cruzado por el caso Negreira. Los impulsores de la Superliga esperan poder lanzar la nueva competición, en el mejor de los escenarios, en el segundo semestre de 2025.

Un certamen que sería de mayores dimensiones que el original, con 64 equipos repartidos entre tres divisiones. De ahí que, atendiendo a fuentes financieras, el monto del crédito inicial en esta ocasión podría ascender a los 6.000 millones de euros, por los 4.400 millones que la UEFA proyecta ingresar para el ciclo que comienza la próxima temporada bajo su nuevo formato abierto con casi un centenar de plazas. A preguntas de Vozpópuli sobre las conversaciones con la Superliga y el posible nuevo crédito de 6.000 millones, desde JP Morgan han preferido no hacer comentarios.

La información sobre el banco americano de inversiones trasciende después de que uno de los principales directivos de la Superliga, el exProvidence John Hahn, estuviera en Nueva York con vistas a relanzar las negociaciones para la financiación de la iniciativa, como desveló Vozpópuli. Este medio se puso en contacto con el propio Hahn, quien no hizo comentarios.

JP Morgan se sienta a negociar...al igual que decenas de clubes

De acuerdo a las fuentes consultadas, desde la Superliga han mantenido contactos con al menos 60 clubes de cara a la puesta en marcha de la nueva competición, que ahora pende del proceso judicial que siguen sus impulsores en Madrid contra la UEFA para mantenerse blindados frente a posibles represalias.

Las diferentes gestiones que deberían llevar adelante los impulsores de la Superliga para su puesta en marcha precisarían en torno a un año y medio antes de que pueda comenzar a disputarse, atendiendo a fuentes cercanas a la organización del nuevo torneo. No obstante, fuentes financieras apuntan a que el proyecto podría eventualmente demorarse uno o dos años más en virtud de la complejidad que suele demandar el desarrollo de una iniciativa de este tipo.

De cara al nuevo certamen se presumen no menos arduas sino casi imposibles negociaciones con las diferentes ligas europeas. Y es que la nueva competición constaría de tres divisiones con ascensos y descensos todos los años, pero solo a la inferior de ellas se accedería desde las ligas nacionales.

De cara al nuevo certamen se presumen no menos arduas sino casi imposibles negociaciones con las diferentes ligas europeas. Y es que la nueva competición constaría de tres divisiones con ascensos y descensos todos los años, pero solo a la inferior de ellas se accedería desde las ligas nacionales.

Los criterios de acceso a las dos superiores penden todavía de definición al hilo de las conversaciones que se han entablado entre los clubes interesados. El caballo de batalla de la Superliga es la promesa de una facturación anual conjunta de 5.000 millones con un mínimo de 400 millones para los equipos que no participen de ella -para estos, la UEFA promete un máximo de 440 millones-.

La nueva iniciativa procuraría rentabilizar la publicidad de un público masivo con un producto propio y partidos gratuitos, aunque resta conocer la letra pequeña en este sentido. Desde la Superliga se han iniciado ya conversaciones con empresas tecnológicas en EE.UU. de cara a la plataforma que los clubes buscarían controlar, sabedores de su papel protagónico en los contenidos. Paralelamente, buscarán alcanzar acuerdos de distribución con distintos operadores y plataformas.

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