La Italia de Meloni desbanca a Sánchez y ya va a la vanguardia del Plan de Recuperación

Italia se sitúa a la vanguardia en la gestión y ejecución del Plan de Recuperación, una posición que Pedro Sánchez y Nadia Calviño siguen reclamando y que no se corresponde con las cifras de fondos gastados que manejan tanto la propia Comisión Europea como S&P y el resto de servicios de estudios que analizan el Plan ni con el ritmo de las reformas e inversiones comprometidos. El calendario que plantea las fechas del debate de investidura de Alberto Núñez Feijóo que ha fijado Francina Armengol, el 26 y 27 de septiembre, supone que lo más probable es que el Gobierno esté en funciones al menos hasta noviembre, lo que podría extenderse hasta principios de 2024 e incluso más allá, con lo que el liderazgo de Italia se consolidará y la distancia entre los dos países mayores receptores de fondos crecerá.

Y es que a España se le ha atragantado el cuarto pago y ha pedido la adenda en tiempo de descuento electoral.

Que la ejecución de España era pobre se planteó ya desde 2021, cuando a las denuncias de las empresas de que no sabían nada de los fondos se sumó que Hacienda informó de que era de sólo 104 millones en agosto. Nunca ha vuelto a dar datos reales, es decir, en contabilidad nacional, a pesar de las peticiones de Bruselas y del Parlamento Europeo.

Los primeros datos que publicó la Comisión Europea en el verano de 2022 ya mostraban que España iba a la cola en ejecución. El pasado mayo presentó los datos de 2022, y a los 2.400 de 2021 sumó cerca de 5.200 millones, el 0,4% del PIB, como Grecia, Francia y República Checa, y muy por detrás del 0,7% del PIB que ha gastado Italia en 2022.

Unos resultados parecidos a los que ha obtenido S&P, que ha publicado en julio un informe sobre la ejecución en 2022 que arrojan 7.700 millones de los 77.200 asignados en ayudas, un 10%, por 15.100 millones de 69.000, un 22%, en el caso de Italia.

A esto se suma que Italia ha pedido 122.602 millones en préstamos, cuando España sólo ha solicitado la adenda el pasado junio y tiene que mantener todavía una compleja negociación con Bruselas sobre estos préstamos y los cambios en el Plan que propone.

España tampoco es ya líder en la petición y recepción de los pagos de los tramos. Recibió el tercer pago, de 6.000 millones, el 31 de marzo, tres días después de que se conociera que la Comisión aplazaba el tercer pago de Italia porque quedaban "elementos pendientes".

Pues bien, el 28 de julio, la Comisión Europea aprobó el tercer pago de Italia. A Roma le falta un objetivo por cumplir, el número de residencias para alojamiento de estudiantes, por el que se rebaja el desembolso en 519,5 millones. Esto no significa que no vaya a recibir los 519,5 millones, porque Bruselas ha permitido que se retrase hasta el pago, el cuarto.

El cumplimiento de las reformas e inversiones de los tres pagos que ha pedido España ha sido validado por Bruselas, pero ha suscitado dudas del Parlamento Europeo de la Oficina Europea de Lucha contra el Fraude (OLAF) y del Tribunal de Cuentas de la UE. Las de los dos últimos podrían tener consecuencias.

Cabe recordar que Italia ha pedido el primer y segundo pago tanto de subvenciones como de préstamos, mientras que España no ha solicitado estos últimos hasta el pasado junio en la adenda.

Si bien Nadia Calviño anunció que pediría la adenda antes de las elecciones del 23-J y dio a entender que también solicitaría el cuarto pago, no era sí respecto a este último. Fuentes próximas a Calviño trasladaban en julio que preveía realizar esta petición a la Comisión Europea, a cambio del pago de 10.000 millones, estando en funciones; es decir, desde el 24 de julio. En julio o incluso en agosto o septiembre, detallaban.

Un plan que resultaba sorprendente una vez que había renunciado a pedirlo antes de las elecciones, dado que el Gobierno no entraba en funciones hasta que pasara la jornada electoral. 

Fuentes de Asuntos Económicos preguntadas ahora si van a pedir el cuarto pago en breve trasladan que no hay novedades aún y que se sigue trabajando.

El cuarto pago y sus condiciones

La petición del cuarto pago pendiente corresponde a las reformas e inversiones realizadas hasta el 31 de diciembre de 2022, entre ellas, la reforma de las pensiones, que José Luis Escrivá cerró con retraso en marzo, y que Calviño asegura desde entonces que iba a pedir. Esta petición no tiene plazo. Se pueden solicitar un máximo de dos pagos al año, pero no hay exigencias, salvo que si se retrasa el ritmo puede no dar tiempo a pedir y ejecutar los fondos, ya que de momento el plazo final es el 31 de agosto de 2026.

Si bien el Gobierno asegura desde marzo que las reformas están implementadas y que podía pedir el cuarto pago en cualquier momento, no lo ha hecho, y el PP ha subrayado que se debe a que no están listas.

Por una parte, habrá que ver si Bruselas realmente avala la reforma de las pensiones que presentó Escrivá. A esto se añade que hay reformas de este pago que han decaído con el adelanto electoral, el caso de la Ley de Función Pública y la Ley del Cliente Financiero.

Fuentes de Asuntos Económicos apuntan a que se retomarán las reformas pendientes. Pero no podrá hacerse hasta que haya gobierno.