Economía

El IPC sube hasta el 6,1% en febrero y la inflación subyacente marca un récord del 7,7%

El INE achaca el repunte de la inflación a que los precios de la electricidad suben este mes y a que los alimentos y bebidas no alcohólicas aumentan más que en febrero del año pasado

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Una charcutería en un mercado de abastos. EP

La inflación general vuelve a subir por segundo mes consecutivo y se sitúa en febrero en el 6,1%, dos décimas por encima de la de enero (finalmente en el 5,9%, una décima más de lo esperado). La subyacente (menos volátil al excluir los precios de la energía y de los alimentos frescos) tampoco da tregua y sigue escalando hasta niveles récord del 7,7% (frente al 7,5% de enero), según el Índice de Precios de Consumo (IPC) avanzado este martes por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

La evolución de la inflación general responde a que los precios de la electricidad suben este mes, frente al descenso registrado en febrero de 2022, y a que los alimentos y bebidas no alcohólicas aumentan más que en febrero del año pasado, según apunta el INE en su nota de prensa.

En tasa mensual los precios de consumo registran en febrero una subida del 1% respecto al mes de enero, según el indicador adelantado del IPC. Es la mayor subida mensual en un mes desde junio de 2022. La subyacente, por su parte, sube siete décimas. Con todo, en la serie que arranca en 2002 no constan registros de una inflación subyacente más elevada en tasa anual. En series anteriores, hay que remontarse al 1986 (37 años) para encontrar una tasa mayor.

En enero los precios ya repuntaron por el reducido efecto de la rebaja del IVA a los alimentos básicos y el impacto negativo de la extinción de la bonificación de 20 céntimos en los carburantes para todos los ciudadanos. A falta de conocer el detalle de febrero, en enero los precios de los alimentos continuaron un 15,4% más altos que en el año anterior, moderándose únicamente tres décimas si se compara con la tasa interanual de diciembre.

En esta ocasión los carburantes no parecen haber sido los causantes del repunte de la inflación, pues, según el INE, actuaron como amortiguadores: "Destaca la bajada de los precios de los carburantes y lubricantes, los cuales aumentaron en febrero de 2022, y del transporte combinado de pasajeros, frente a la estabilidad del año anterior", apunta.

Conviene recordar también que los datos de enero estuvieron ya afectados por varios cambios metodológicos en el cálculo del Índice de Precios de Consumo de los que el Instituto informó en el avance del dato el pasado 30 de enero. El INE ha incluido en el IPC al mercado libre de la electricidad y el gas. También ha actualizado el peso que tienen los distintos bienes y servicios, reduciendo el de alimentos, vivienda y vestido, y aumentando el del transporte y el ocio.

La pregunta, tras anunciarse todos estos cambios, es si afectan positiva o negativamente al dato de inflación y, por ende, si beneficia o perjudica al Gobierno. La respuesta es que, en términos generales, estos cambios no ayudarán a exhibir unos mejores datos de inflación, algo que se ha confirmado ya en enero y febrero, con datos que 'rompen' con cinco meses de descensos en la tasa de inflación general y reflejan un encarecimiento general de la cesta de la compra a través de la subyacente.

Desde el Ministerio de Asuntos Económicos mantienen los mensajes lanzados en las últimas semanas y meses: que las medidas adoptadas para apoyar a los ciudadanos tienen recorrido y que España es uno de los países con la inflación más baja de Europa.

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