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Economía

MOTOR

La industria española del motor pierde 200.000 empleos por la pandemia y los chips

Según las estimaciones de UGT, más de 15.000 puestos de trabajo destruidos en el sector son fijos

subidas salariales
La pérdida real de empleo en el sector según UGT supera los 200.000 trabajadores tanto eventuales como fijos.

El sector del motor está sufriendo en España como casi ningún otro, una crisis que no parece ver el final del túnel debido principalmente a los problemas de abastecimiento de chips que está lastrando la producción en los últimos meses. En un entorno marcado primero por la crisis de la pandemia y por la actual crisis de semiconductores y la propia transformación que vive la industria del motor, desde UGT se estima que el sector del automóvil en España ha perdido desde el año 2020 casi 200.000 puestos de trabajo eventuales y unos 15.000 indefinidos.

El responsable estatal del sector automovilístico de UGT, Jordi Carmona, ha dado a conocer estas cifras antes de participar en la jornada ‘Automoción. Retos y oportunidades’, celebrado en Zaragoza y en la que también ha reclamado la reindustrialización de España y Europa con el fin de evitar estas situaciones. Para Carmona, la pérdida real de empleo en esta industria es de casi 200.000 puestos de trabajo en lo que respecta a eventuales, “que no se han renovado”, es decir, para el responsable de UGT son "puestos de trabajo que se han perdido”, además de otros 15.000 en cuanto a contratos indefinidos.

Ha considerado que se trata de una pérdida bastante sustancial y ha matizado que “muchas veces, al eventual no se le contabiliza” aunque estos empleados son trabajadores "con las mismas necesidades”, por lo que para UGT tiene el mismo valor el trabajador con contrato eventual que el indefinido.

Carmona ha destacado que existe “una situación coyuntural”, que es la crisis de los semiconductores, en la que el sindicato ya había denunciado que la externalización a países de bajo coste salarial o de condiciones sociales muy por debajo de las lógicas podía llevar a este escenario.

Además, ha recordado que en el sector existe una transformación de fondo que viene desde antes de la pandemia y de esta crisis actual, a la que “hay que dar solución”, por lo que UGT ya está planteando propuestas claras y necesarias para que el sector en España “siga siendo un referente” en Europa y el mundo.

El secretario general estatal de la Federación de Industria, Construcción y Agro de UGT, Pedro Luis Hojas, ha añadido que, además, los vehículos que se fabrican en España son del segmento "medio-bajo” y que, cuando hay una carencia de suministro, los fabricantes van a utilizarlos en las plantas donde se realizan automóviles “de alto valor añadido”, una situación que agrava el problema todavía más.

El coche eléctrico, el futuro

Para Hojas, el futuro de la industria española pasa por el coche eléctrico y la necesidad de que los fabricantes vean a nuestras fábricas como referente en esta tecnología. Por ello, quiere que UGT esté presente en todo el proceso de diálogo del PERTE para el desarrollo del Vehículo Eléctrico y Conectado, que cuenta con una inyección prevista de 3.400 millones de euros que se calcula puede llegar a movilizar hasta 24.000 millones entre inversión pública y privada. Ha insistido en que "aunque tenemos muchas esperanzas puestas en el proyecto, que cuenta con unas bases sólidas, pecaríamos de ingenuos si creyésemos que se puede jugar a una sola carta el futuro de nuestra industria automovilística".

Por ello, ha demandado que se recupere el espíritu con el que nació la Mesa de Automoción, y que cumpla "con su papel de interlocutor único y eficaz, un foro para la participación de las administraciones, empresarios y representantes de las trabajadoras y trabajadores". Llevan reclamando reiteradamente al Ministerio de Industria que active con inmediatez la Mesa para abordar una transformación de la industria automovilística sin pérdida de capacidad productiva y de empleo.

Y es que para el secretario general de UGT FICA, la crisis actual es consecuencia, en buena parte, de las malas decisiones adoptadas por las multinacionales, ya que, "la búsqueda del máximo beneficio llevó a la externalización de partes de la cadena de valor a países que basaban su competitividad en salarios de miseria y duras condiciones laborales". Por ello ve necesario que Europa recupere soberanía industrial y lidere una estrategia en este sentido encaminada a procurar el autoabastecimiento y evitar dependencias de los fabricantes asiáticos.

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