Los hoteles no creen que el plan energético anunciado por el Gobierno tenga impacto en la llegada de turistas a España. De hecho, las empresas hoteleras aseguran que las medidas anunciadas por el Ejecutivo "no nos pillan por sorpresa". "Desde el sector hotelero siempre hemos venido trabajando en sostenibilidad y ahorro energético. Somos consumidores de electricidad, ello va directamente a nuestra cuenta de resultados, y por lo tanto venimos trabajándolo desde hace muchos años", explica el presidente de la patronal Cehat, Jorge Marichal.
A su juicio, las empresas hoteleras "tenemos que quedarnos con el mensaje". "Tenemos un problema en Europa y tenemos que ser solidarios con nuestros compañeros, como ellos lo fueron con nosotros en la pandemia. El ahorro energético es necesario y tenemos que intentar que esas facturas y que esa dependencia de gas o petróleo de países terceros con los que tenemos conflicto se aminoren", explica.
Las declaraciones del presidente de la patronal de los hoteles contrastan con las que en los últimos días ha protagonizado la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que tras conocer el paquete de medidas del Gobierno aseguró ya el propio lunes que la comunidad no iba a cumplir con ellas. "Madrid no se apaga. Esto genera inseguridad y espanta el turismo y el consumo. Provoca oscuridad, pobreza, tristeza", apuntó en un tuit.
Los empresarios hoteleros, sin embargo, evitan relacionar las nuevas normas con un posible impacto turístico. "Cumpliremos la normativa y daremos las máximas evidencias de confort a nuestros clientes para que sigan confiando en la experiencia vacacional en nuestro país", asevera Marichal.
Los hoteles, el turismo y los edificios iluminados
Las declaraciones de la presidenta de la Comunidad de Madrid hacían referencia de forma directa a la limitación sobre la iluminación de los edificios a última hora del día. Según avanzó en su comparecencia la vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, tanto los escaparates de las tiendas como los edificios públicos que en ese momento estén desocupados deberán apagar su alumbrado a las 22 horas.
Con esta medida, que estará vigente hasta octubre de 2023, el Gobierno pretende reducir el consumo energético en el contexto de la guerra de Ucrania. Junto al "apagado nocturno", el Ejecutivo obligará a que la temperatura de comercios y grandes almacenes, cines o transportes se limite a 27 grados máximo en verano y 19 mínimo en invierno. Además, las puertas de los comercios deberán tener cierres automáticos que impidan "el despilfarro de energía", apuntó la vicepresidenta.
Este martes, la Comunidad de Madrid avanzó que analizará "seriamente" el real decreto de medidas de ahorro y eficiencia energética del Gobierno central y "si no es constitucional", lo recurrirá. "Todo aquello que nos parezca negativo para los madrileños y también, por supuesto, para los españoles, la Comunidad de Madrid, dentro de su ámbito de competencias, que no sea normativa básica, evidentemente no lo va a aplicar", señaló el vicepresidente y consejero de Educación y Universidades, Enrique Ossorio.
La hostelería, a favor
Las medidas anunciadas tampoco convencieron al sector del comercio. En concreto, el control de las temperaturas en estos establecimientos es para la Confederación Española de Comercio (CEC) una medida sin demasiada transcendencia. A su juicio, uno de los puntos débiles de esta nueva norma es que "no nos la han consultado en ningún momento, pese a que Maroto -la ministra de Industria, Comercio y Turismo- nos prometió hace dos años que iban a diseñar una mesa consultiva de comercio". Según esta patronal del pequeño y mediano comercio, se trata de una medida "que se ha tomado forma improvisada, son medidas de poco calado y que no se pueden tomar sin consultar".
Por su parte, como ha recogido Efe, el sector de la hostelería ha acogido con satisfacción la nueva ley de ahorro energético. El presidente de la asociación Hostelería de España, José Luis Yzuel, quien ha celebrado que este es el primer decreto ley con el que "van a poder ahorrar". No obstante, ha puntualizado que la ley está hecha "deprisa" y con "algunos errores" como los choques con otras normas como la Ley de Riesgos Laborales, que permite programar la temperatura en 25 grados.