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Economía

Gerardo Pérez amarga a Garamendi su marcha triunfal a las elecciones en CEOE

El presidente de Faconauto anuncia su "seria" intención de presentar su candidatura, para lo que tiene plazo hasta el 8 de noviembre, y critica la gestión de Garamendi

El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi / Europa Press

Lo que parecía una cómoda marcha hacia las elecciones de la CEOE para su presidente y de momento único candidato, Antonio Garamendi, se complica. Este viernes, el presidente de la Federación de Asociaciones de Concesionarios de la Automoción (Faconauto), Gerardo Pérez, ha anunciado que está valorando "seriamente" presentar su candidatura y que "importantes organizaciones sectoriales y territoriales" le han pedido que lidere una "alternativa" para dirigir la patronal, para lo que tiene de plazo hasta el 8 de noviembre.

El nombre de Pérez había sonado entre las candidaturas alternativas que se especulaba que se presentaran, pero una vez que Garamendi convocó los comicios el 23 de noviembre y presentó la suya y consiguió el apoyo de Cepyme, ATA y CEIM parecía que no iba a haber alternativas.

Así lo trasladan fuentes de la patronal consultas por Vozpópuli, que muestran su sorpresa por el anuncio de Pérez. "Se barajó su nombre, promovido por Foment, pero al final lo dábamos por descartado".

En cualquier caso, advierten de que los requisitos para presentar la candidatura son fáciles de cumplir y auguran en principio poco éxito a candidatos alternativos a Garamendi ante los apoyos que se ha granjeado.

Si Pérez se presenta, basta con que cuente con 20 avales de cuatro organizaciones. Es decir, 20 avales de 800, cuatro organizaciones de 180.

Eso sí, de momento ya se ha generado un escenario de incertidumbre para los más de 15 días que median hasta la fecha límite para presentar candidatura: Pérez plantea que cuenta con apoyos "importantes" y critica la gestión de Garamendi.

"Hay importantes organizaciones sectoriales y territoriales que se han acercado a mí para pedirme que lidere una alternativa y en la actualidad lo estoy valorando", ha asegurado en una entrevista en el Canal 24 Horas de TVE ."Estoy valorando seriamente el que esta situación que estamos viviendo ahora la podamos revertir y que yo, dentro de los órganos de CEOE, sea capaz de dar cabida a todos y de hacer un cambio importante que yo creo que necesitamos", ha añadido el máximo responsable de Faconauto, que a pesar de su anuncio ha defendido que su candidatura todavía no es firme.

El momento elegido

El objetivo debe ser que en la CEOE "se puedan tomar en el futuro decisiones que no impacten tan negativamente en los empresarios como ha ocurrido en el pasado", ha dicho, en alusión a la reforma laboral, y también que todos tengan "cabida y todas las voces sean escuchadas". Los críticos con Garamendi ven su gestión personalista y consideran que no se generan debates enriquecedores ni se escuchan distintas voces. "No veo por qué la posibilidad de una candidatura alternativa tiene que ser algo negativo. Yo creo que es algo muy positivo porque podemos crear un proyecto de CEOE de futuro mucho más potente, mejor y democrático", ha defendido.

Pérez ha hecho su anuncio en el momento de mayor descontento con la gestión de Garamendi de los últimos meses, por cómo ha reaccionado a la subida de cotizaciones sociales del 8,6% que ha aprobado el Gobierno en los Presupuestos, sin aviso. CEOE ha enviado un comunicado incendiario contra el Ejecutivo, pero sigue en la mesa de negociación de la reforma de las pensiones, una estrategia que sus críticos no toleran.

"Nosotros no nos levantamos nunca de la mesa", trasladan fuentes de la patronal afines a Garamendi. Otra cosa es que apoyen medidas como ésta, o las subidas del SMI, el Real Decreto-ley de teletrabajo, el Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI), o el Estatuto del Becario, que no han suscrito.

Y de nuevo sobre la gestión de Garamendi, Pérez ha señalado que hoy en día se "está demonizando" la figura del empresario de una manera "como nunca había ocurrido en el pasado". "Que se esté denostando (a los empresarios) y además se tomen medidas que han ido en contra del empresariado, es algo que debemos revertir a la mayor brevedad posible", ha subrayado.

Tras el fiasco de las elecciones andaluzas para el PSOE el pasado 19 de junio, CEOE asiste a la embestida constante del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, contra las empresas, ya que advierte de "poderes económicos ocultos" que le quieren derribar y a los que responsabiliza de los efectos de la crisis por el alza de precios de la energía y la guerra de Ucrania. En este sentido se han planteado los impuestos a banca y energéticas. En su debate en el Senado el 6 de septiembre, Sánchez acusó al líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, de haber sido colocado allí por las empresas.

Estos ataques de Sánchez se producen después de que en los dos años anteriores quisiera exhibir cercanía con el mundo empresarial y con el Ibex en plena campaña de presentación del Plan de Recuperación. Unas ayudas con cuya lentitud CEOE está siendo crítica.

¿Candidato Cuerva?

En cuanto a la posibilidad de que el presidente de la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme), Gerardo Cuerva, presente también su candidatura para situarse al frente de la CEOE, una de las que se barajó como más firme, Pérez ha afirmado que "no es descartable" y ha añadido que, además, "sería deseable". En ese sentido, ha hecho hincapié en que el hecho de que haya varias candidaturas es positivo porque enriquece la organización en el sentido de que se puede coger lo mejor de cada una.

Sin embargo, Cepyme ha enviado un comunicado en el que anuncia su apoyo a la candidatura de Garamendi.

El 21 de septiembre, el presidente de CEOE convocó elecciones el 23 de noviembre y presentó su candidatura. Según sus estatutos, esto significaba que el periodo electoral se abría el 14 de octubre y que el plazo para presentar candidaturas finaliza el 8 de noviembre, quince días antes de los comicios.

Las elecciones se celebrarán cuatro años después de las que llegó al poder el empresario vasco en sustitución de Juan Rosell. Garamendi era la única candidatura que se esperaba, aunque en los últimos meses se había especulado con la posibilidad de que se acabe presentado una alternativa promovida desde la patronal catalana Foment y que podría estar liderada por el presidente de Cepyme y vicepresidente de CEOE, Gerardo Cuerva, además de la de Gerardo Pérez. Han sonado otros nombres, como el del presidente de la patronal madrileña CEIM, Miguel Garrido.

En este periodo preelectoral, el actual presidente se enfrenta a la presión de los sindicatos para que se acuerden una subida salarial en convenio con la que puedan exhibir que los trabajadores no pierden varios puntos de poder adquisitivo. En este sentido, UGT y CCOO han anunciado movilizaciones y una manifestación el 3 de noviembre. 

No se prevé que la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) de 2023 resulte un asunto polémico para su gestión en este periodo porque la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ya la llevado la negociación a diciembre.

Díaz prepara un alza del SMI de cerca del 8%, al entorno de 1.080 euros, pero la escalada de la inflación, con un IPC medio que ya se sitúa en el 9% pueden elevar la cifra final a negociar.

Reforma laboral y pandemia

El 21 de noviembre de 2018, Garamendi llegó a la presidencia por aclamación y ser el único candidato. Al inicio de su mandado, el Gobierno de Pedro Sánchez acababa de llegar a Moncloa en la moción de censura de junio de 2018 y, tras muchas advertencias y mensajes contradictorios en el Ejecutivo, la reforma laboral se empezó a negociar en 2021 y se aprobó en diciembre con el aval de la patronal.

Este beneplácito a la reforma laboral de Yolanda Díaz generó malestar entre algunas patronales. Foment, CEIM, Anfac y Asaja mostraron recelo y se abstuvieron cuando Garamendi les consultó antes de estampar su rúbrica junto a la de los sindicatos.

El malestar de algunas patronales se produce en un momento en que tanto patronal como sindicatos se enfrentan a una crisis de representatividad en la que pierden capacidad de movilización frente a plataformas minoritarias.

Asimismo, el presidente de la patronal se ha enfrentado a la pandemia y a las maratonianas negociaciones para acordar las condiciones y ampliaciones de los ERTE y otras ayudas.

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