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Economía

Florentino y Laporta escenifican distancias mientras negocian acuerdos comunes

El mandatario merengue prepara un lavado de cara a la Superliga tras el fallo desde Luxemburgo. Hasta entonces, las relaciones contractuales con el Barça no se tocarían, pese al 'show' de distancia este domingo

Florentino Pérez, presidente del Real Madrid.
Florentino Pérez, presidente del Real Madrid. Europa Press

La novela de desamor entre Florentino Pérez y Joan Laporta no es, al menos por ahora, más que eso. Una novela con idas y vueltas para las cámaras que tendrá este domingo un nuevo capítulo, sin la comida típica previa a todo un Clásico en el Camp Nou, en el que tampoco coincidirían.

Pese al ruido que les separa tras el anuncio de la personación del Madrid en el caso Negreira, lo cierto es que Florentino sigue manteniendo el contacto con su par del Barcelona. Sin ir más lejos, la firma de inversión de cabecera del presidente merengue también en ACS, Key Capital, ha trabajado contrarreloj con Laporta para intentar desatascar la compleja financiación de la reforma del Camp Nou. No obstante, las fuentes consultadas por Vozpópuli matizan que el “factor reputacional” también ha entrado en la mesa de las conversaciones entre las partes.

El pasado fin de semana, las fuentes consultadas por este diario señalaban que el club merengue no tomaría ninguna decisión de envergadura contra su clásico rival antes de la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea sobre la Superliga. El Real Madrid contempla personarse en el proceso en España por el caso Negreira pero no necesariamente para hacerlo contra el Barça como persona jurídica, atendiendo a los mismos informantes. De hecho, hay quien apunta a que en el club que preside Florentino Pérez no tienen claro que los culés acaben siendo la institución victimaria del caso.

Podrían, por tanto, emplear su papel como acusación pero no necesariamente en perjuicio de la actual Ejecutiva de Joan Laporta. Al 'president', el proceso le involucra personalmente (por los pagos a Negeira durante sus dos primeros mandatos) pero no amenaza con condena, según explican fuentes jurídicas, toda vez que el delito de corrupción deportiva no estaba entonces tipificado.

LaLiga irá hasta el final contra el Barçagate

"Para la acusación dura contra el Barça ya está LaLiga: a su socio CVC le preocupa el factor reputacional", señalan fuentes próximas a los clubes díscolos. La patronal que dirige Javier Tebas fue la primera en personarse en el proceso judicial en España y también, la que, de motu proprio, elevó el caso ante la UEFA, que ahora sopesa privar al Barça de la próxima Copa de Europa.

Las fuentes consultadas inciden en la potestad de la entidad que preside el abogado Aleksander Ceferin para actuar de oficio -esto es, antes de sentencia judicial-, si bien discrepan sobre la fuerza de prueba contra los blaugranas por la supuesta intencionalidad de "adulterar la competición" con los 7,3 millones en pagos al entonces vicepresidente de los árbitros.

Por el momento, está el testimonio del mismo ex alto cargo del arbitraje sobre el acuerdo "verbal" con el Barça, en la línea de que, con los pagos, la entidad blaugrana buscaba asegurarse "neutralidad" de los arbitrajes, y que eso habría redundado, al menos, en "información privilegiada" para los culés, un posible "beneficio indirecto" para el club, según se desprende de las pesquisas.

La de UEFA podría ser la primera medida deportiva a la que se exponen los culés por los pagos a Negreira y llegaría a finales de temporada. Esto es, cercana en el tiempo al fallo del Tribunal de Justicia de la UE sobre el proceso que tienen Madrid y Barça contra la UEFA por su Superliga. Inicialmente prevista para esta primavera, la resolución del TJUE se espera ahora para junio, según fuentes cercanas al proceso.

CVC, Superliga y UEFA, causas comunes para Florentino y Laporta

Atendiendo a fuentes conocedoras, el contrato de la Superliga recoge cláusulas sobre cambios sobrevenidos de las circunstancias como el que plantea la posible constatación de la corrupción "continuada" en el tiempo de los sucesivos presidentes del Barcelona. Existe una cláusula de "integridad dentro y fuera de la Superliga" que podría chocar con otra cuestión que se desprende del contrato original: la proporción en que el Barça, como "miembro fundador", ha contribuido al inicio de la nueva competición frente a otros equipos fundadores que se han "desmarcado públicamente" del proyecto.

Las fuentes consultadas discrepan así sobre el alcance de las medidas que podría tomar Florentino Pérez en su condición de presidente de la Superliga contra quien pese a viejas diferencias ha sido en tiempos recientes su bastión. Por lo pronto, atendiendo a informantes consultados, el presidente merengue sí que prepara un lavado de cara para la marca de la Superliga, independientemente de cuál sea el fallo del TJUE, y con el foco puesto en los méritos deportivos en las ligas nacionales de cara a un estreno en 2025. Las mismas fuentes apuntan a que el presidente merengue negocia ya el proyecto con múltiples equipos al margen de los fundadores.

Una posible exclusión del Barça de la Champions -potestad de la UEFA al margen de los tribunales- no impediría su acceso a la Superliga, si bien deterioraría sus cuentas con un agujero económico de 100 millones -lo que volvería aún más necesaria para el Barça la nueva competición. Para el Madrid, en cualquier caso, los blaugrana son también socios importantes en el otro frente legal que tienen, el juicio contra el acuerdo de LaLiga con CVC, por el que este se ha hecho con el 10% de los ingresos del torneo español durante 50 años.

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