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Economía

Ferrovial, a unas horas del cambio de sede: temen su impacto fiscal, en su imagen y en su negocio

Son conscientes de que las autoridades fiscales españolas podrían considerar la operación como algo que sale de las exenciones previstas por la ley, con el consecuente impacto que esto supondría para Ferrovial

Junta de Accionistas de Ferrovial, en el auditorio de la ONCE de Madrid EP

Cuando apenas quedan unas horas para que Ferrovial traslade su sede fiscal a Países Bajos, la compañía se muestra temerosa de las consecuencias de dicho cambio. Son conscientes de que las autoridades fiscales españolas podrían considerar la operación como algo que sale de las exenciones previstas por la ley, con el consecuente impacto que esto supondría para la multinacional del Ibex 35.

Así lo advierte en el folleto que ha preparado para su admisión a cotización y negociación de sus acciones en la Bolsa de Ámsterdam, parqué en el que mañana comenzará a cotizar la nueva empresa neerlandesa nacida de la fusión con la española.

El pasado mes de abril, en plena 'batalla' entre el Gobierno de España y la compañía para evitar que esta moviese su sede social, el Ministerio de Hacienda y Función Pública le advirtió a la empresa de que la Agencia Tributaria es el organismo que tendrá la última palabra sobre las ventajas fiscales a las que la compañía podrá acogerse por su traslado a Países Bajos. Una de las condiciones para que una empresa pueda disfrutar de las ventajas fiscales del régimen especial de fusiones, recogida en el Impuesto sobre Sociedades, es que la operación responda a un motivo económico válido.

¿Es válido el motivo de Ferrovial para el traslado?

La empresa ha defendido en numerosas ocasiones que sí tiene un motivo económico, ya que el traslado permitirá a la compañía seguir creciendo, sobre todo en Estados Unidos, su principal mercado y en el que espera cotizar también antes de que acabe este año.

Sin embargo, un análisis de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y Bolsas y Mercados Españoles (BME) concluyó que no es necesario su traslado a Países Bajos para cotizar en Estados Unidos. Ferrovial, no obstante, defendió que ninguna empresa ha hecho eso nunca y que, como gran empresa cotizada, necesita realizar solo movimientos que hayan sido contrastados en pro de la estabilidad para sus accionistas.

La imagen de Ferrovial, en riesgo por este traslado

Más allá de este efecto fiscal, la compañía también admite en su folleto que el traslado "podría tener un impacto negativo en su imagen corporativa en España" lo que, a su vez, podría tener "un efecto material adverso en la posición competitiva del grupo y en el precio de cotización de sus acciones, su negocio, situación financiera, resultados de operaciones y perspectivas".

Asimismo, avisa de que la cotización múltiple de las acciones en distintas jurisdicciones (España, Países Bajos y, posteriormente, Estados Unidos) puede afectar negativamente a la liquidez y al precio de las acciones.

El folleto también recoge que las comisiones e impuestos estimados a cargo de la sociedad en relación con la fusión y la admisión ascienden aproximadamente a 20 millones de euros.

En el lado positivo, insiste en que la fusión no diluirá las participaciones relativas de los actuales accionistas de Ferrovial que poseen acciones inmediatamente antes del momento de efectividad de la fusión, que será este viernes a las 00.00 horas.

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